El proyecto incluye obras anexas que no respetan los usos de suelo de la Zona M del PRC y no consideró las obras viales que den continuidad a la vialidad planificada en ese instrumento normativo aprobado en febrero de 2021. Estas indignantes situaciones implicarían que la autopista es incompatible territorialmente, pues todo proyecto sometido al SEIA debe respetar las normas de los correspondientes instrumentos de planificación territorial porque éstas también se consideran normas ambientales.
Por otra parte, la nueva autopista en los hechos se transformará en una barrera en una zona urbana de la comuna tal como lo ha sido por más de 20 año la Ruta 68. Hemos denunciado que en el sector oriente de Santiago las autopistas son subterráneas para disminuir sus impactos negativos a la comunidad, no ocurriendo lo mismo en el poniente de la ciudad, dejando en evidencia un trato discriminatorio de la Dirección General de Concesiones del MOP.
Defendamos la Ciudad deja en evidencia que este impúdico doble estándar se produce debido a que los políticos que adoptan las decisiones residen en las comunas del sector oriente de la región metropolitana de Santiago. Se adjunta la presentación de la concejala Vila dirigida al alcalde de Pudahuel.