1. Aumento sustancial del Aporte Fiscal Directo a las Universidades del Estado. Fin al autofinanciamiento, a los convenios de desempeño y a cualquier otro mecanismo de financiamiento que implique endeudamiento. 2. Retiro del parlamento de la LGE, fin al a la LOCE, reemplazo por un proyecto de ley que surja desde los actores involucrados en educación y de la ciudadanía. Proponemos un plebiscito Educacional para definir la propuesta de Educación pública para el siglo XXI. 3. Fin al lucro en educación básica, media y universitaria. 4. Triestamentalidad efectiva en todas las unidades educacionales. 5. Transporte y Tarjeta Nacional Estudiantil (en los términos definidos en el petitorio CONFECH). 6. Que se garantice constitucionalmente el derecho a la Educación. Eje universidad 1. Solución al problema del Proyecto Bicentenario. Fin a la contraparte y redefinición de las prioridades. 2. Aumento de los presupuestos anuales de las unidades académicas implicadas en la Iniciativa Bicentenario a partir de una redistribución interna. Esto, como base para garantizar la sustentabilidad permanente del proyecto. 3. Detención de la implementación de la reforma de pregrado hasta su re discusión, tanto de sus contenidos como de sus objetivos, en una comisión biestamental con 50% de participación estudiantil. Revisión de la reforma en las facultades donde ya se implementó (por esta misma comisión). El año 2006 es recordado por la movilización “pingüina”, quienes lograron remecer al país y poner el tema de la educación sobre la mesa del gobierno, después de años sin tener políticas en el tema. Ellos dijeron no a la LOCE, y les respondieron que era necesario cambiar la legislación. Lamentablemente todo lo que se prometió por parte de las autoridades quedo en nada cuando la concertación y la alianza celebraron un acuerdo político para aprobar las resoluciones de los Consejos Asesores, que no fueron firmados por muchos de los representantes estudiantiles de las mesas de trabajo, tanto universitarios como secundarios. Por eso lo que viene es un enérgico BASTA. Basta de acuerdos de pasillo y a puertas cerradas. Basta de leyes pactadas entre políticos y ministras chantas. Queremos y necesitamos que el estado se ponga los pantalones, o la falda. Queremos que la ley que regule nuestra educación recoja las opiniones de estudiantes, profesores, apoderados y ciudadanía en general, no solamente la de los empresarios en el negocio de la educación o de las clases políticas. La educación es lo más importante que una sociedad le entrega a su gente. La educación es lo más importante que una sociedad se entrega a sí misma. Hoy, sin embargo, esta sociedad no entrega más que migajas. Por eso queremos proponer y hacernos cargo de la educación pública. Por eso proponemos el fin al lucro en la educación, queremos sueldos decentes para todos quienes trabajan en la educación. No aceptaremos que se hagan negocios a costa de la calidad. Por eso rechazamos el proyecto de LGE, que debe ser reformulado. Por eso propensos un aumento del aporte fiscal para las universidades públicas, suficiente para rescatarlas de una muerte segura. Un Estado responsable es el único que puede garantizar Educación de calidad y para todos.