Se observan numerosas grúas de construcción en el horizonte de la ciudad, las cuales son utilizadas para edificar bloques de condominios multimillonarios. A todo lo largo de la costa de Florida, los obreros construyen nuevos edificios de apartamentos, muchos de ellos vendidos a especuladores del mercado y a inversionistas que a su vez, esperan alquilarlos a turistas. Pero las primeras impresiones pueden ser engañosas porque después de un rato uno se da cuenta de que aunque hay muchas grúas finalizando las construcciones, son escasos los cimientos que están siendo removidos. "No hay duda de que se ha reducido el sector de propiedades para vivienda y de tipo comercial", indica Ray Melendi, presidente de la Asociación de Constructores del sur de la Florida. "Esta situación está afectando a todos, desde las grandes empresas de construcción hasta las pequeña compañías familiares dedicadas al rubro, todas sienten el impacto". "En el condado de Miami Dade, la actividad comercial ha disminuido 40%", señala. Buitres circulando Pero incluso en los tiempos más difíciles hay gente que prospera. Como Peter Zalewski, el dueño de Condo Vultures, una compañía inmobiliaria en Bal Harbour, Florida, que se especializa en comprar propiedades de personas que están desesperadas por vender. Y él es bastante tajante en torno a lo que hace. "Ubicamos a los vendedores más vulnerables, y tratamos de comprarles la vivienda por una ganga de manera legal y ética", afirma. "Recientemente adquirimos una propiedad valorada en US$2,5 millones en el punto más álgido en el mercado y la compramos por US$800.000", añade. Zalewski utiliza algunas tácticas bastante duras, como arrojar a un comprador en contra de otro con el fin de obligar a bajar el precio de la propiedad. Su objetivo se dirige a aquellos que ya han recortado 10% al precio inicial de venta de la vivienda y les ofrece aún menos bajo la premisa de que deben estar desesperados por vender. Además les dice que lo puede hacer debido a que actualmente hay el equivalente a cinco años de propiedades sin venderse en el mercado de Miami. Menos lujos El desplome en los precios y en el número de nuevas construcciones provocan a su vez, que los empleos en el área sean difíciles de conseguir. Pienso que estaremos así por lo que queda del año 2008 y los primeros seis meses de 2009 Tony Villamill, ex-subsecretario de comercio de EE.UU. Muchos obreros de la construcción buscan empleos en otros lugares, pero cada vez les cuesta más encontrar trabajo. Tampoco es fácil encontrar empleos en el sector manufacturero por ejemplo, de acuerdo con un productor de prendas de vestir. Capital Clothing se especializa en confeccionar uniformes de policía y de bomberos para niños, que son utilizados en fiestas infantiles. El problema es que mientras en una recesión los verdaderos bomberos necesitan uniformes, los padres cada vez menos se permiten el lujo de comprarle este tipo de cosas a sus hijos. "El mercado está bastante lento en este momento", comenta Simon Behar, el gerente de producción. "La gente no está comprando como solía hacerlo, a pesar de que hay grandes descuentos en las tiendas. Las personas sólo tienen dinero para la comida y nuestra producción ha disminuido 25%". Locales vacíos Esto significa malas noticias para el inmenso sector de ventas al por menor en Estados Unidos. Muchos de los centros comerciales de Miami lucen con suficiente actividad pero también existe sorpresivamente un importante número de locales vacíos ubicados entre las grandes tiendas. El centro comercial "The Falls" está dirigido a las personas de clase media con alto poder adquisitivo. Posee sucursales de las tiendas por departamento Macy´s y Bloomingdale´s. En esta bajada de la economía estadounidense, incluso los más pudientes están sintiendo el impacto, según comenta la gerente general Julie Goldman. "Creo que afecta a todo el mundo", indica. "La gente que tiene medios económicos hizo inversiones que parecían buenas para el momento y luego lo que supimos fue que el mercado cambió y sorprendió a todos". Cuando incluso los ricos de Miami sienten los efectos, uno sabe que la economía estadounidense debe estar realmente sufriendo. Y todo esto puede convertirse en una recesión real, con una caída en la demanda en los sectores de la economía, escasez de inversiones, pérdida de empleos y un dolor real para muchas personas. ¿Cuándo terminará? "Lo que sucede es que esta situación no va a terminar pronto", opina el asesor económico con sede en Miami, Tony Villamil. "Los consumidores componen dos tercios de los gastos en Estados Unidos y se han retirado del mercado", señala Villamill quien fue subsecretario de comercio para asuntos económicos de EE.UU. "Como resultado vemos una recesión. Pienso que estaremos así por lo que queda del año 2008 y los primeros seis meses de 2009". Aunque esta desaceleración pudo haber comenzado como una crisis crediticia e hipotecaria, ahora está golpeando a los estadounidenses donde realmente les duele. Se están recortando empleos en todos los sectores de la economía, la producción está cayendo y el romance de los estadounidenses con el centro comercial está disminuyendo. Vienen tiempos duros para la economía de Estados Unidos.