Una serie de críticas recibió la propuesta del gobierno de actualizar el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), y ampliar los límites urbanos de Santiago en 10.898 hectáreas, pues para los expertos el proyecto presentaría falencias. Patricio Herman, presidente de la fundación Defendamos la Ciudad, se opone a la iniciativa principalmente porque ya existen normativas que facilitan la ampliación de la ciudad. Estas serían las Zoduc (Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado) y el artículo 55 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, que permiten levantar viviendas en zonas que están fuera del área urbana. El economista y profesor de urbanismo de la Universidad Católica, Óscar Figueroa, concuerda con esta postura y explica que el problema está en la incoherencia entre los planes de planificación urbana de anteriores gobiernos y los que se desarrollan en la actualidad. "Supuestamente existían los Zoduc que indicaban políticas claras de expansión sin que el límite urbano creciera. Ahora se hace lo contrario, no hay coherencia", reprochó. Por su parte, el arquitecto del Instituto Río Colorado, Ramón Delpiano, estima que el plan ha sido cuidadoso, pero sería sólo una solución a mediano plazo. "No hay que pensar que esto es la solución. Hay que detener el desarrollo de la concentración urbana", explica. Sin embargo, su crítica también apunta a la habilitación de servicios para los nuevos sectores urbanos, ya que se construirían más casas, pero faltarían consultorios, escuelas, cuarteles policiales y otros prestaciones públicas. Para él, las políticas gubernamentales han fallado en la descongestión de la zona metropolitana. "Hay necesidad de crear polos de desarrollo para ciudades que ya existen, y que se creen empleos, porque Santiago lo que hace es subsidiar a la gente para que se venga", sostuvo. En tanto, Sara Larraín, directora ejecutiva del programa Chile Sustentable, cree que la iniciativa "es un desastre", porque la ampliación de la ciudad implica un crecimiento de las redes viales y flujo vehicular, que estaría totalmente en contra de los planes de descontaminación de Santiago. Opinión de consejeros Para varios consejeros regionales la "historia se repite", porque la iniciativa es un conjunto de "buenas intenciones" que no tiene muchas probabilidades de ver la luz en el corto plazo. "Esta actualización si no se hace con una ley de respaldo será sólo letra muerta que servirá para la especulación inmobiliaria. Con suerte esto podría concretarse el próximo año", dice Pedro Saitz. Su colega Mauricio Morales agrega que en 1997, cuando hubo otro cambio al PRMS, se habló de mitigaciones y crecimiento condicionado en que se obligaba a levantar caminos, colegios, consultorios para complementar la construcción de viviendas fuera del radio urbano, "lo que no sucedió. Acá nuevamente se habla de lo mismo, pero el plan no establece una obligación de efectuar tales obras, lo que al final perjudica a la gente". El proyecto La iniciativa para actualizar el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) considera el crecimiento de los límites urbanos en 10.898 hectáreas, de las cuales 9.266 serían en zonas rurales. El 60% de esos terrenos se utilizarían para uso habitacional mixto, es decir, vivienda, equipamiento e industria inofensiva. Tendría 163 mil viviendas y albergaría a 652 mil habitantes. El 40% restante, equivalente a 4.379 hectáreas, contempla áreas verdes en las zonas deficitarias del sector poniente. La visión de los críticos PATRICIO HERMAN, Director "Defendamos la ciudad" "La cuenca de Santiago está saturada. El crecimiento horizontal significa más viajes y más partículas a la atmósfera. Tomando en cuenta la situación ambiental la expansión es contradictoria". ÓSCAR FIGUEROA, Profesor urbanismo UC "Estos problemas de incoherencia son típicos del Estado, porque es el mismo desde 1980 y no está en condiciones de enfrentar lo que estamos viviendo. Es un problema de las instituciones". SARA LARRAÍN, Directora ejecutiva Chile Sustentable "Es un desastre. Porque todo lo que se ha planteado para mejorar la calidad de vida en Santiago y los objetivos del plan de descontaminación señalaban la no expansión de Santiago. La propuesta es contraria". RAMÓN DELPIANO, Arquitecto Instituto Río Colorado "Estos planes son provisorios, porque estas 10 mil hectáreas resuelven el problema para los próximos 8 años. Hay necesidad de crear polos de desarrollo para ciudades que ya existen". INCOHERENCIA EXPERTOS señalan que ya hay normas que regulan el crecimiento. La ampliación de los límites urbanos de Santiago, debido al rápido crecimiento de la ciudad, implica una expansión de 10.898 hectáreas. Las críticas no se han hecho esperar. Foto:FERNANDO PASTENE