Poco a poco, comunidades indígenas de México se convierten en "pueblos fantasma" ante los altos índices de migración registrados en los últimos años. Aunque el fenómeno no es nuevo en este país, la comunidad indígena es la que genera preocupación entre especialistas, autoridades y la misma población. "Es una situación verdaderamente grave porque una de nuestras fortalezas es la pluralidad cultural que tenemos, que nos define como país" asegura a BBC Mundo Silvia Schmelkes, académica de la Universidad Iberoamericana (UIA). De los 105 millones de habitantes que tiene México, 12.7 millones pertenecen a alguna de las 62 etnias que viven en este país. Cifras oficiales señalan que entre 1990 y el año 2000, cerca de 400.000 indígenas salieron de sus comunidades rumbo a Estados Unidos y aunque no se cuenta con datos precisos, se estima que el número ha ido en aumento en los últimos años. Las entidades de donde más salen son: Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Yucatán, Estado de México, Hidalgo y Guerrero, donde se concentra el 80% de la población indígena del país. Las nuevas generaciones de jóvenes indígenas se preparan para emprender la búsqueda de mejores horizontes. "Ya algunos saliendo de la secundaria tienen ese anhelo de migrar para obtener una mejor vida", dice a BBC Mundo Joel Mendieta, Delegado Municipal del pueblo de San Andrés Daboxtha, una de las comunidades con mayor difusión de migrantes en el estado de Hidalgo al centro del país. En busca de oportunidades La necesidad de migrar de los pueblos indígenas se debe principalmente a cuestiones económicas, pero también lo hacen por conflictos sociales, políticos o religiosos. En la mayoría de las comunidades, principalmente en el centro y sur del país, su modus vivendi es a través del trabajo agrícola, fuera de esto existen pocas oportunidades de empleo. Por ello cuando la producción se afecta se ven en la necesidad de buscar el sustento fuera de sus lugares de origen. "Hay algunas regiones que son de alta vulnerabilidad y las consecuencias de la migración son de abandono de las comunidades, de las actividades productivas y de pérdida de algunas prácticas culturales", señala a BBC Mundo Juan Jesús Hernández, Director Ejecutivo de Investigación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNADEPI). El campo en crisis La situación actual que vive el campo mexicano, ha orillado a gran parte de esa población a abandonar sus tierras. Sobre todo a partir de la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuando los campesinos se vieron en desventaja ante los subsidios otorgados por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá a su sector agrícola. Su destino son las grandes ciudades del país como Monterrey, Guadalajara o el Distrito Federal; las zonas de mayor producción agrícola en el norte de México como Sonora, Sinaloa, Baja California Norte y Sur, pero principalmente hacia Estados Unidos. Y aunque Hernández explica que "entre los indígenas, se puede ver con mayor frecuencia que regresan a su lugar de origen, que no es una migración definitiva", la situación actual del agro mexicano puede cambiar esta dinámica. "La crisis del campo se ha agudizado muchísimo de tal manera que en este momento muchos campesinos e indígenas ya no están regresando, se están quedando en los lugares donde migran y eso está provocando que sus comunidades se vacíen de manera irremediable" advierte Schmelkes. Marginación: principal causa Según la firma Consultores Internacionales, que se apoya en datos de la CNADEPI, 80.4 % de los municipios con esa población, sufre de un alto grado de marginación, situación que señala como la principal causa de la migración indígena. En un informe de la firma publicado el año pasado da como ejemplo el caso de los indígenas mixtecos que viven en Estados Unidos, cuya cifra alcanza los 440.000, mientras en los nueve distritos de Oaxaca de donde es originaria esa etnia, la población asciende a 556.250. Esto, asegura, se traduce en que "el número de integrantes de esta etnia que vive en Estados Unidos representa 80 % de los que habitan en Oaxaca". En entrevista con BBC Mundo Saúl Ramírez, de la CNADEPI reconoce que "se puede hablar de algunos casos de riesgo, como el mixteco", pero, asegura, "no todos los pueblos indígenas están en esa condición." Pero, la Organización Internacional para las Migraciones, señala que el éxodo de indígenas está provocando el despoblamiento de comunidades en 600 de los 2.445 municipios del país, las cuales tienen un desarrollo poblacional negativo. Generalmente esta migración es por unos cuantos meses, pero algunos eligen quedarse por años o permanentemente dejando con ello secuelas sociales, culturales y ecológicas que para algunos parecen irreversibles. "Yo diría que gran parte de la solución a los problemas ecológicos de nuestro planeta los tienen los indígenas, por ejemplo la milpa es una estrategia de producción diversificada que permite que el suelo no se agote y eso se está acabando", señala Schmelkes. El Banco Mundial alertó en abril de 2007, que México se ha convertido en el mayor expulsor de trabajadores migrantes del planeta, al asegurar que entre 2000 y 2005 dejaron su territorio 2 millones de personas para buscar empleo en Estados Unidos.