Fundación Defendamos la Ciudad informa a la opinión pública que la Universidad de Chile más una serie de otros organismos públicos y entidades privadas no están cumpliendo la normativa ambiental en el desarrollo del "Proyecto Académico Parque Carén" en el área rural de la comuna de Pudahuel.
El predio de 1.000 ha donde se está ejecutando ese proyecto fue traspasado por el Estado a la Universidad de Chile en 1994 y es un parque metropolitano denominado “Laguna Carén”, que tiene declaratoria de utilidad pública vigente y allí se permite la construcción de cierto tipo de equipamiento como lo indica el artículo 2.1.30 de la OGUC.
Este proyecto de la Universidad de Chile tiene una larga y muy compleja historia que en parte se relata aquí:
En 2004 la Fundación Valle Lo Aguirre, tramitó y aprobó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) asociada a las obras de urbanización de 80 ha del parque, dejando explícitamente postergado el análisis ambiental de las instalaciones que allí se construirían posteriormente. Hasta la fecha no se han realizado nuevos análisis de impacto ambiental.
Como ya es habitual, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) se equivocó en sus análisis y resolvió que las obras ejecutadas desde 2020 para implementar un centro de investigación en alimentos (CeTA) no requerían someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), permitiendo el fraccionamiento y la elusión al mismo del proyecto de la Universidad de Chile, prohibidos por la ley Nº 19.300.
Estas situaciones han sido denunciadas en la Contraloría General de la República y en la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) desde principios de 2021 por la concejala Gisela Vila, ver la última de sus presentaciones en documento adjunto referida al segundo centro de investigación del Parque Carén que fue inaugurado recientemente, el CTeC.
Vemos entonces que no solo los malos empresarios del rubro inmobiliario son los que incumplen las normas ambientales, sino que también la primera universidad del país. Nos preguntamos entonces ¿la Universidad de Chile carece de profesionales y/o académicos que sean capaces de asesorar o dirigir como corresponde la tramitación del proyecto en el Parque Laguna Carén?
Entendemos que la Universidad de Chile los tiene de sobra, pero que para disminuir los costos el responsable del proyecto, Luis Zaviezo, contrató a profesionales no idóneos o bien se desligó del asunto e irresponsablemente confió en las gestiones realizadas por las entidades privadas que construyeron el CeTA y el CTeC.
Muy caro resultará este error para uno de los proyectos estrella del rector Ennio Vivaldi pues según el artículo 8° de la ley N° 19.300, mientras no cuenten con la correspondiente RCA, las actividades que han eludido del SEIA no podrán seguir ejecutándose.