Tal como ocurrió con la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), la Contraloría General de la República detectó gravísimos incumplimientos de las funciones de la Subsecretaría de Salud Pública y la Seremi de Salud de la Región Metropolitana de Santiago en lo referido a la fiscalización de instalaciones que almacenan productos peligrosos, ver informe adjunto.
A eso se agrega que el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) prohíbe dichas instalaciones en gran parte de esta región, cuestión que los flojos directores de obras municipales (DOM) no revisan porque seguramente les da lata y ello reduce los ingresos municipales por patentes comerciales y contribuciones. Obviamente esas instalaciones se instalan preferentemente en el norte, poniente y sur de Santiago donde las comunidades tienen preocupaciones más urgentes que verificar si los proyectos cumplen las normas, ver link
Después la ciudadanía no se debe quejar frente a las tragedias que se han conocido como la ocurrida en un centro logístico de Bodegas San Francisco en marzo de 2020 en la comuna de Pudahuel, ver link