Acusan a presidente de la CChC de estafa por deuda impaga de más de $ 50 millones a constructor Pyme
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Francisco Donoso Tagle y su hermano Francisco de Paula, enfrentan una querella por hechos ocurridos en 2016. El denunciante alega que se le impuso condiciones abusivas para el reintegro de lo adeudado, supeditando el pago a la venta de un terreno en Machalí. Una promesa impuesta de forma unilateral y que hasta la fecha no se concreta.
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El 4 de febrero de 2019 ingresó al Juzgado de Garantía de Rancagua una querella en contra de Patricio Donoso Tagle, actual presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), en representación de Agrícola Pacífico S.A. y contra su hermano Francisco de Paula Donoso Tagle, en representación de Fondo de Inversión Privado Machalí y Gestora de Fondos de Inversión Privado Valle Central S.A.
La querella, por el delito de estafas y otras defraudaciones contra particulares, se funda en dineros adeudados por los hermanos Donoso Tagle -a través de distintas empresas- a Bernardo Galarce, constructor Pyme de la zona, quien está a la espera del pago de más de 50 millones de pesos por conceptos de depósitos realizados para compras de terrenos y honorarios pendientes, los cuales quedaron impagos tras un despido intempestivo sufrido en su contra.
El afectado denuncia haber transferido importantes sumas de dinero a las cuentas bancarias de las empresas de los hermanos Donoso, presionado a pagarles por adelantado la compra fallida de un terreno, el que inicialmente iba a pagarse con un trabajo constructor por parte de Galarce, el que no se llegó a completar.
De tal manera, Galarce realizó -conforme dice la denuncia- diversas gestiones onerosas para avanzar en los proyectos conjuntos con los Donoso, siendo finalmente excluido de estos. Con eso, este contructor Pyme quedó sin dinero ni trabajo, y condicionado a la venta de un terreno para la devolución de su inversión, algo que todavía no sucede.
En el intertanto, el consorcio de los Donoso Tagle ha seguido adquiriendo terrenos en la zona, lo que demuestra que los Donoso no tenían problemas de liquidez como para cancelar lo adeudado desde 2016.
Construyendo un problema
Según la denuncia, todo comenzó en marzo de 2011 con la compra de dos terrenos (lotes A-3 y 28 A-2) a nombre de Constructora e Inmobiliaria Alejandra Pérez Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, firma perteneciente a la cónyuge del afectado.
Dicha compra se celebró con Francisco de Paula Donoso Tagle, representante de Fondo Privado Inversiones Machalí, dueño de todos los lotes del condominio Doña Matilde de la misma comuna. “En su oportunidad dejamos dinero en efectivo en reserva de los dos lotes que se compraron a nombre de la constructora no teniendo ningún inconveniente con Mario Francisco de Paula Donoso Tagle”, señala el querellante en la documentación.
El relato continúa en 2013, cuando el afectado le consultó nuevamente a Francisco de Paula -el hermano del presidente de la CChC- si tenía otro terreno para vender. Este le dijo que tenía uno grande de 2.000 m2 y que le otorgaría facilidades para comprarlo, lo cual fue rechazado. Así, Donoso recordó que un primo hermano de él, Esteban Donoso Lombana, tenía uno a la venta de las medidas que se necesitaban, con lo que luego se concretó la compraventa.
Hasta ese momento, se estaban construyendo dos casas de la Constructora e Inmobiliaria Alejandra Pérez dentro del condominio conformado por los lotes A-3 y A-2, una con compromiso de compraventa, la cual estaba en etapa de terminaciones.
Los primeros problemas comenzaron a ocurrir en octubre de 2013, cuando Francisco de Paula le propuso a Galarce que acepte construir una casa que era un diseño especial de Donoso como arquitecto. En caso de aceptar, el constructor pyme obtendría facilidades para adquirir el terreno antes ofrecido, a lo cual Galarce se negó, nuevamente. Sin embargo, ante la insistencia de Francisco de Paula, finalmente el afectado aceptó el acuerdo y empezó la construcción al mes siguiente.
Se suponía que con el dinero que Galarce obtuviese producto de la construcción de la obra, podría pagar el terreno del lote. Sin embargo, esa espera no se produjo. Bajo presiones para que el constructor Pyme concretase la compra del terreno, es que el 31 de enero de 2014 este depositó 3 millones de pesos en efectivo. Posteriormente el 19 de febrero siguiente depositó 24 millones de pesos en las cuentas bancarias que Francisco de Paula Donoso Tagle le señaló.
Cabe recordar que Donoso a esa altura era el arquitecto del proyecto, quien realizaba las inspecciones y autorizaba los estados de pago de la obra que se estaban ejecutando, por lo cual la relación era estrecha y profesional, sin mayores diferencias, según cuenta Galarce en la querella.
La ilusión del Parque Sanfuentes
De tal modo, era natural que a fines de 2014, Galarce y los hermanos Donoso se encontraran buscando terrenos conjuntamente en Machalí para el desarrollo de un proyecto habitacional. "Como yo construía y vendía casas de un metraje sobre los 200 m2 y ellos se dedican al desarrollo de proyectos de viviendas sociales, en una reunión para comprar el terreno de la entrada de Parque Sanfuentes es que me reuní con la familia Freire, quienes son los dueños del predio", cuenta Galarce en el escrito.
"Finalmente, estas personas [los Freire] me ofrecieron poner el terreno y hacer una sociedad para desarrollar un proyecto inmobiliario en su propiedad. Es así que empezó todo un desarrollo de la envergadura de 152 casas de 160 m2 y 32 departamentos de 140 m2, con reuniones periódicas en departamento de obras de Machalí, coordinación con los profesionales arquitectos, ingenieros, permisos y toda la burocracia para poder obtener los permisos de construcción”, indica el relato en la documentación.
Además de esas gestiones, Galarce presentó el proyecto a diferentes bancos. Viendo la familia Freire que el proyecto tenía respaldo financiero y que los diferentes profesionales habían modelado un proyecto factible y de gran interés, se cerró un trato de palabra.
En octubre de 2015 se acordaron pagos de 300 UF mensuales para el desarrollo del proyecto, de los cuales el 50% correspondían a Francisco de Paula Donoso, 30% a Galarce y 20% a la encargada de ventas. El monto total a completar era de 18.000 UF, pagaderas en 56 meses. Para cancelar esta cifra, Francisco de Paula Donoso hacía facturas a nombre de su empresa Acacios, la cual es representada por su hermano Patricio Donoso Tagle -el actual presidente de la CChC- a la cual se le emitían boletas de servicio, en instancias en que Acacios le facturaba a la empresa de la familia Freire.
Derrumbe
Según el texto, tras un par de meses con la construcción funcionando normalmente, Francisco de Paula Donoso empezó a cambiar su actuar, frenando los pagos. "En el mes de febrero de 2016 me cancela solo la mitad de los honorarios, aludiendo que la familia Freire no tenía dinero. Desde ahí en adelante, este querellado empieza a cambiar con mi persona, cerrando mi cuenta de correo electrónico de dominio del sitio web de Acacios y bajando drásticamente mis funciones, traspasando éstas a la encargada de venta y otra al arquitecto revisor independiente, los mismos que yo contacté para apoyar el desarrollo”, se lee del documento.
En septiembre de 2016 Francisco de Paula se reunió con Galarce, como lo hacía habitualmente, en un café de un servicentro. Entonces "me dice que estoy fuera del proyecto y que le devuelva las llaves del portón del terreno, de las instalaciones de faenas y todos los comprobantes" se lee de la querella. "Le consulté por el dinero del terreno y me dijo que no tenía y que debía vender el terreno para poder pagar”, denuncia.
Tras sacarlo del proyecto -acusa el afectado- Donoso Tagle elaboró un informe de la vivienda que se construía -en donde él era el arquitecto y revisor- arrojando grandes deficiencias de construcción, "lo cual es falso puesto que él era quien fiscalizaba. Esto sólo fue para hacerme daño", dice.
"En septiembre de 2016 me envía un correo en donde dice que el terreno que me iba a vender, por el cual le deposité $27.000.000, se pondrá a la venta y una vez que ésta se concrete, se pagarán las UF correspondientes, canceladas en sus cuentas, encargando la venta del terreno a quien delegó mis funciones dentro del proyecto inmobiliario”, continúa el relato. Todavía esta venta no se produce. A esta cifra, Galarce exige pagos por honorarios pendientes y otros costos asociados a los que incurrió junto a los Donoso, lo que suma una cifra superior a los 50 millones de pesos.
Tras más de dos años intentando recuperar la inversión, Galarce envió un correo donde le solicitó a los hermanos Donoso Tagle devolver el dinero depositado en sus cuentas, “ya que me dejaron sin trabajo y sin dinero para poder seguir con mis proyectos, pero nuevamente se me dice que lo devolverán sólo cuando se venda el terreno”.
INTERFERENCIA intentó obtener la versión de Patricio Donoso Tagle a través de la oficina de Comunicaciones de la CChC, la cual respondió que "esta asociación gremial solo comenta públicamente aspectos relacionados con el desarrollo de la industria de la construcción en su conjunto y evita referirse a situaciones relativas a las actividades particulares de sus asociados".
Por su parte, el proceso judicial sigue en curso, realizándose distintas diligencias durante las últimas semanas, incluyendo entrevistas a testigos y revisión de facturas.