La Contraloría General de la República emitió un dictámen con fecha 21 de Noviembre 2017, que declara contrario a derecho el permiso de edificación del edificio ubicado en El Bosque Norte 0221, que fue adquirido por el Grupo Angelini al Banco Santander. La agrupación Defendamos la Ciudad ya había denunciado la irregularidad en el permiso otorgado por la Dirección de Obras Municipales de la Municipalidad de Las Condes, que le permitió a los dueños del proyecto incrementar la altura y la constructibilidad, vendiéndo el edificio en US$100 millones al Grupo Angelini, su actual propietario.
El permiso fue originalmente otorgado para la construcción de dos edificios, uno de 22 pisos y otro de 2 pisos, destinado a equipamiento, acogidos a la figura de conjunto armónico lo que implica beneficios de mayor constructibilidad y altura.Conforme a la norma vigente, debería contemplar de 5 a 15 pisos base, pero con el premio de conjunto armónico llegó a 19 pisos y a los 22 pisos con otros beneficios”, explica Patricio Herman, presidente de la fundación Defendamos La Ciudad, quien solicitó el pronunciamiento de la Contraloría.
"Me vi en la obligación de llevar los antecedentes a la Contraloría General de la República pues constaté que ni la Dirección de Obras de la Municipalidad de Las Condes, ni las autoridades del Minvu, Seremi y Subsecretario, tenían interés en rectificar el permiso de edificación viciado. Daba la impresión que todo el aparato público estaba de acuerdo en que el edificio violara la ley", manifiesta Herman.
Agrega que "la Municipalidad de Las Condes sabía que el beneficio de mayor coeficiente de constructibilidad por soterramiento de los cables era improcedente pues la Contraloría en distintas ocasiones se lo dijo por escrito. Para posibilitar la altura de los 22 pisos que tiene el edificio principal se urdió la trampa de calificarlo con equipamiento de continuidad a pesar de que es un equipamiento aislado.
Las normas urbanísticas en la zona El Golf son más dadivosas cuando se trata de edificios continuos y por ello, a pesar de que el edificio es aislado hasta el Seremi de Vivienda se comportó como un atento servidor del negocio".
"Con este ardid, continúa Herman, se ganaron unos cuantos pisos y por ello el grupo Angelini le pagó una suma del orden de los US$ 100 millones al Banco Santander, institución financiera que había obtenido el permiso con "errores" como se dice en Chile cuando se detectan las prácticas corruptas. Por otro lado, tenemos la percepción de que el cándido comprador no revisó correctamente la documentación y en tal sentido los abogados y arquitectos de Angelini no hicieron bien la pega".
El presidente de Defendamos la Ciudad sostiene que "la Contraloría ejerció correctamente su rol fiscalizador al declarar que ese acto administrativo municipal es contrario a derecho y ahora el alcalde Lavín tendrá que resolver si envía la documentación al Ministerio Público para que el fiscal de la zona oriente interrogue a los agentes públicos y actores privados comprometidos con las trampas o bien se hace el desentendido para que estemos ante un nuevo hecho ilegal consumado.
En síntesis, este vergonzoso episodio es demostrativo de que es muy fácil perturbar la aplicación del libre mercado y si seguimos así, con Piñera o con Guillier, estamos completamente jodidos."