Los veraneantes sufren las molestias solo durante sus vacaciones, los habitantes de esos lugares viven en medio de la inmundicia todo el año. Autoridades locales miran para el lado priorizando en los impuestos que allegan al municipio.
“Aquí estoy nuevamente, vine en forma muy especial a filmar este derrame de aguas servidas a la playa, la misma a la que nuestros ciudadanos vienen a disfrutar un baño, absolutamente contaminado”, comienza un mensaje hecho llegar a Cambio21 conteniendo un video que da cuenta de tuberías que provienen de conjuntos habitacionales y van a evacuar al mar, directamente.
¿Marbella otra vez?
El video está grabado en la playa Aguas Blancas, en Maitencillo, Quinta Región. Allí, semitapada por la arena se encuentra un extraño conducto de PVC escondido y que las mismas aguas se encargaron de dejar al descubierto, sin ninguna protección, frágil. Vecinos denunciaban malos olores pero se ignoraba su origen.
Miles de turistas y lugareños año a año repletan la playa tratando de gozar de la naturaleza, ignorando que sus aguas se encuentran contaminadas por el derrame intencionado de aguas servidas desde lujosos conjuntos habitacionales y sin que las autoridades municipales hagan nada por evitarlo, salvo mirar para el lado.
“Vamos a mirar para arriba, a ver qué hay”, dice el vecino que grabó el video, mientras enfoca su cámara hacia un conjunto de casas y departamentos. “Es Marbella”, exclama. “En realidad es súper extraño que las aguas servidas vengan al mar”, comenta. No es un drama nuevo, menos desde ese lugar. Aguas servidas provenientes de Marbella terminaron en 2014 directamente cayendo a Maitencillo. El problema explotó y llegó a la Superintendencia que procedió a cursar al menos dos sumarios sanitarios.
La voracidad empresarial
Para los vecinos del lujoso condominio de Marbella, tampoco ha sido un problema fácil de solucionar. Años de luchas entre los mismos copropietarios y la administración han llegado en varias oportunidades a tribunales, donde litigan los más renombrados estudios jurídicos en representación de vinosos apellidos de grandes empresarios y gente proveniente del mundo del espectáculo y la política.
Canchas de golf anegadas en pleno periodo estival debido al aumento explosivo de veraneantes que llegan a miles y que afectan las dos plantas procesadoras del lugar, que hasta hace poco ni siquiera contaban con autorización de la Seremi de Salud para funcionar. Qué les importa ello a las empresas que aprovechan los altos precios del sector para seguir construyendo sin avizorar siquiera el impacto que provocan los nuevos proyectos, algunos que han sido detenidos, temporalmente, incluso en tribunales.
Solo en Marbella en poco más de 10 años las construcciones aumentaron de los cerca de 40 fundadores a más de 1.000 viviendas. La infraestructura no ha crecido al mismo ritmo y ello ha ocasionado los problemas que no solo pagan los acaudalados residentes sino que también sus vecinos de abajo, Maitencillo. Y los proyectos siguen desarrollándose, con trámites entre la Municipalidad y tribunales. De hecho las autoridades marítimas han clausurado en diversas oportunidades ductos marinos clandestinos que provienen desde Marbella y terminan en Maitencillo, algunos que ni siquiera llegaban al mar, sino que terminaban directamente sobre las casas de los vecinos contaminando todo.
Ese olor que tranquilo te baña…
“Procedimientos incoados por el Seremi de Salud de Valparaíso, tribunales e incluso la intervención de la Contraloría General de la República no han sido suficientes para poner fin a esta especie de vertedero en que se ha transformado parte de Maitencillo”, denuncia un vecino del sector, cuya propiedad se ha visto afectada permanentemente por los malos olores. Incluso en su casa, que se sirve de agua proveniente de napas subterráneas, se hierve siempre, temeroso que se encuentren contaminadas.
Resoluciones dan cuenta que el condominio de Marbella no está en condiciones con sus instalaciones para dar abasto sanitario a su propia población permanente, a pesar de mejoras que algunos reconocen se han implementado en el último tiempo. “Tenemos varias denuncias reiteradas sobre la incapacidad de la empresa Sesamar – sanitaria que pertenece a los mismos dueños de Marbella S.A.- para surtir cantidad y calidad de agua potable del recinto y plantas de tratamiento. De hecho hay dos, pero ninguna tiene la formalización ni permisos correspondientes, es decir, son plantas clandestinas”, se ha establecido desde la Seremi.
Una situación causa preocupación entre los vecinos de Maitencillo. La empresa sanitaria que aprueba obras, Sesamar, es de propiedad de los mayores gestores de Marbella. Ojo que Maitencillo no está bajo la concesión de Esval, por lo que en teoría Marbella no podría albergar a más de 5.000 personas diarias sin colapsar sanitariamente. Además el principal negocio del agua lo tiene Sesamar. Por lo que Marbella S.A. se auto otorga permisos de factibilidad sanitaria (plantas de tratamiento) a través de su propia empresa filial, Sesamar. Asimismo el ministerio de Salud reconoce que ““Como ministerio no podemos obligar a la planta a ingresar al Sistema de Impacto Ambiental”, aseguran.
Patricio Salazar, un vecino de Maitencillo, clama porque los vecinos puedan tomar conciencia: “las inmobiliarias son contaminación, explotación, convertirán a Maitencillo en un basural de elefantes blancos, Maitencillo hace rato que está contaminado en sus playas, sin agua ni alcantarillado”, señala. Redes sociales de vecinos organizados denuncian aisladamente hechos que afectan a esta comunidad. “No a Costa laguna Maitencillo”, es solo una de las páginas que desde Facebook buscan crear conciencia. Todas tienen algo en común, la total desafección que sienten de las autoridades municipales y el abandono de las centrales.
El drama de la construcción bruja
Maitencillo, como buena parte de la zona costera del país, ha sido presa de inescrupulosos que han hecho del loteo brujo su negocio. En sectores de destino agrícola, no aptos para subdividir por menos de 5 mil metros, inmobiliarias han encontrado la solución para lucrar.
Venden “derechos sobre un predio rústico (agrícola), lo que se conoce vulgarmente como ‘loteo brujo’, a la gente ignorante la embaucan por algo que parece barato, le dicen que es ‘con escritura’ (en que se ceden derechos y no un lote con rol individual) y que se ‘inscribe en el conservador’ (quien solo registra la transferencia de derechos y no un lote individual). Con esto se le da apariencia legal y en regla a esta estafa, en que los estafadores pueden sacarle hasta 20 veces la inversión simplemente estacando y embaucando”, denuncia Raúl Poblete, un vecino.
Cuando los nuevos “propietarios” se acercan a la municipalidad a requerir urbanización, agua, luz o un imaginario alcantarillado, se encuentran con la desagradable noticia: ustedes son un conjunto ilegal, no pueden construir, menos tener acceso a servicios. Ya es demasiado tarde, los incautos han pagado el precio que encontraban muy barato o documentado una deuda que serán obligados a pagar, incluso judicialmente. De hecho una reciente resolución ordenó la demolición de 600 propiedades consideradas irregulares, pues el tipo de suelo no permitía la construcción en el lugar.
También las inmobiliarias
No solo loteos aislados es el problema que aqueja a Maitencillo, pues también grandes constructoras e inmobiliarias han ido “sembrando” la costa de pequeños edificios que crecen de manera desordenada, causando un serio problema en el ya escaso suministro de agua y el los servicios sanitarios de alcantarillado, los que prácticamente no existen. Costa Laguna es uno de los conjuntos habitacionales que ha sido resistido incluso en tribunales. El proyecto pertenece en un 30% a Marbella Chile y un 70% es de propiedad de Besalco.
Allí se encuentra proyectado construir 304 departamentos distribuidos en 21 pequeños edificios que bordearán una laguna artificial de aproximadamente 2,3 hectáreas, ejecutada por Crystal Lagoons, la misma que realizó la piscina del condominio San Alfonso del Mar y que ha sido objeto de múltiples denuncias por problemas de contaminación y accidentes. “Marbella ya tiene problemas de agua, traspasarle derechos de agua a otro proyecto es una locura. Va a terminar colapsando el sistema de agua que tiene Maitencillo”, ha señalado Alfredo Parra, vecino y asesor legal de los habitantes de Maitencillo.
No es el único proyecto que ha sido resistido. A él se suman Rocas de Maitencillo y El Alto, perteneciente a la Inmobiliaria Banmerchant, entre otros. Las denuncias que se han judicializado van desde que se incumple la normativa respecto a la planta de tratamiento de aguas servidas, pasando por su emplazamiento, que sería contrario al Plano Regulador Intercomunal de Puchuncaví, hasta encontrarse en actual tramitación procedimientos invalidatorios no concluidos, por lo que en más de una oportunidad se han suspendido obras. Desde luego la opinión de inmobiliarias es distinta.
No es un problema aislado
Lo que acontece en Maitencillo es solo un botón de muestra de lo que sucede en gran parte de los balnearios del país. Incluso en grandes ciudades como Valparaíso, Talcahuano o Coquimbo, solo por nombrar algunas. Tampoco es un problema de fácil solución, pues se construyen cientos, miles de inmuebles a lo largo de toda nuestra costa, ojalá lo más cerca del mar y mejor aún si es en altura, pues se potencia económicamente el uso del espacio y más personas pueden gozar de una primera línea o al menos de una vista de ensueño…
¿Hacia dónde van las obvias aguas servidas que se generan sobre todo en temporadas altas? Los organismos encargados de los sistemas de evaluación de impacto ambiental raramente intervienen, pues alegan que los problemas se generan al interior de los condominios. Si se generan pozos donde se dirijan los desechos, de seguro se arriesga contaminar las napas subterráneas, si se canalizan, el mar es la solución. Es más, existen normas acerca de la distancia de la costa en que deben evacuarse.
Los sistemas de alcantarillados avanzan muy lento, a veces casi de manera imperceptible en relación a la explosión de las construcciones. Ello además de arrastrar décadas de edificaciones sin mayor control que no sea solo acreditar la propiedad de la tierra. Los pozos sépticos son una realidad con la que aún conviven miles de familias a lo largo de nuestra costa. Son pocos los vecinos que optan por protestar, mal que mal se afectan ellos mismos con los reclamos, pues bajan la plusvalía de sus casas y departamentos, así que se acercan con disimulo a alguna autoridad que viva en el sector para que intervenga o lisa y llanamente optan por convivir con malos olores y algo más.
Mucho más delicada es la situación en sectores más populares, donde incluso la contaminación alcanza a las tierras de sus propias plantaciones.
Hasta por las calles
Una situación extrema fue la que este año afectó a la comuna de Horcón. Desechos fecales, aguas negras, charcos en calles afectaron seriamente la llegada de visitas a la comuna, según denunció el presidente de la Cámara de Comercio de la Caleta Horcón, Felipe Olivares. Los reclamos escalaron hasta la Intendencia de Valparaíso, dando cuenta del grave problema de tratamiento de aguas servidas en esa localidad.
Los problemas no solo fueron comunitarios, sino que también afectaron a las propias residencias particulares, en algunas de las cuales los rebalses de baños y alcantarillas al interior de los inmuebles hizo peligrar la salud de los residentes y locatarios.
En aquella oportunidad aguas servidas no solo corrieron por las calles principales de Horcón o salieron por los baños, sino que escurrieron hasta la misma playa contaminando el mar. ¿La causa? Según los vecinos no solo es la ausencia de alcantarillado público sino que además los escombros que dejan las empresas inmobiliarias en la zona.
La situación amenaza caos
La alarmante cifra de coliformes fecales en la playa de Collico, en Valdivia, llevó a la Capitanía de Puerto en su momento a prohibir el baño por temor a enfermedades. La denuncia de descargas ilegales de aguas servidas al mar elevaron de 1600 a 5400 coliformes fecales por cada 100 milígramos de agua, muy por encima de los límites permitidos o aceptables.
No es la única situación alarmante. Hace pocos días las marejadas dejaron en Playa Brava, Iquique, al descubierto un ducto de aguas servidas, que nadie recuerda en ese lugar o al menos se desconocía que existiera. Se trata de emisarios de aguas servidas a cargo de Aguas del Altiplano, empresa que justificó que haya quedado al descubierto las tuberías producto de la acción del mar y se comprometió a monitorear cualquier riesgo por la rotura o filtración de las mismas. El problema es que allí acuden niños y vecinos que sin mediar el peligro, los usan como lugar de juegos.
Casi no existe playa del país que no dé cuenta de situaciones similares, con mayor o menor gravedad. La vorágine en las construcciones no tiene límite, los alcaldes en general ven en los fondos recaudados un buen negocio… la salud pública pasa a segundo plano, por ahora.