Defendamos la ciudad

H. CISTERNAS, F. TORREALBA Y A. TRUJILLO Tras nueve meses de intentos fallidos por parte de La Moneda, el Senado aprobó anoche el nombramiento de Ramiro Mendoza Zúñiga como nuevo Contralor, por ocho años. Fue la intervención de la propia Presidenta la que permitió que tres -de seis- senadores oficialistas renuentes a Mendoza finalmente entregaran su apoyo a este abogado. Por intermedio de los ministros del comité político, la Mandataria les hizo llegar un mensaje al PS Alejandro Navarro, al PPD Roberto Muñoz Barra y al radical Guillermo Vásquez, solicitándoles un gesto hacia ella, tras lo cual éstos cambiaron de postura aduciendo "razones de Estado" y "lealtad a la Presidenta". Sólo mantuvieron su negativa el DC Adolfo Zaldívar y el PRSD Nelson Ávila, a la que se sumó la abstención del independiente Fernando Flores. Sin embargo, el hecho de que la izquierda se allanara a la propuesta de la Mandataria no podrá ser considerado por La Moneda como una garantía permanente. Este sector dejó en claro que se trató de un respaldo a regañadientes. Es lo que manifestó el senador socialista Carlos Ominami cuando dijo que lo único que explica la nominación como contralor de una persona con una sensibilidad diferente -con actuaciones más cercanas a la derecha- "es el momento político complejo y delicado" por el que atraviesa el Gobierno. Enfatizó que esto les llevó a dar un voto de confianza a la Presidenta, pero advirtió que este hecho no debe constituir un precedente. El resultado permitió que el ministro José Antonio Viera-Gallo -enlace entre el Ejecutivo y el Legislativo- culminara con éxito su primera gestión en el cargo, al evitarse la incómoda situación de que el nombre propuesto por el Gobierno llegara a ser elegido por una mayoría opositora. También contribuyó a alejar esta posibilidad el que tres senadores de la UDI se negaran a entregar sus votos a Mendoza, por considerar que el nombramiento debía recaer en Noemí Rojas, quien ha estado subrogando al titular. En la mañana, antes de la mediación presidencial, se vio en el Congreso a los tres ministros políticos -Viera-Gallo, el vocero Ricardo Lagos Weber y el ministro del Interior, Belisario Velasco-, realizando intensas negociaciones con los parlamentarios. La tensión previa a la votación se expresó durante el almuerzo, cuando se produjo una fuerte discusión entre el senador PS Camilo Escalona y Nelson Ávila, luego que este último planteara que favorecer a Mendoza era traicionar los ideales de la Concertación y acusó al ministro Viera-Gallo de "lanzarse a los brazos de la derecha". Escalona no dejó pasar la afirmación y en duro tono le acusó de falta de lealtad con la coalición al promover hace un par de años la creación de un nuevo referente, ChileVe, alternativo al sector. "No soy satelital" El nuevo contralor Ramiro Mendoza defendió ayer su independencia, tanto política como profesional, al acudir a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado. En respuesta a quienes lo sindicaron como el candidato de la derecha, dijo que el problema de la Contraloría "no es cuestión de derechas ni de izquierdas" y que para su nominación lo que se ha tenido en cuenta es su experiencia curricular. Respecto a los cuestionamientos por haber defendido los intereses de grandes empresas, expresó que desde temprano se ha desempeñado profesionalmente para solventar a su familia. Además, "no soy satelital. No es que estaba en Marte y aparecí hoy día. Tengo 22, 23 años de ejercicio profesional". Planteó que en el cargo de contralor tendrá agenda pública, expuesta en la página web de la institución, para mostrar su plena independencia frente a conflicto de intereses. Prometió encabezar la modernización de la Contraloría y dijo que para ello se requieren más recursos.