El objetivo de la medida adoptada por el alcalde de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, es promover el uso de la bicicleta como medio alternativo de transporte y así facilitar el tránsito en su ciudad, en la que casi cuatro millones de automóviles generan grandes congestiones y gran parte de la polución de una de las urbes más contaminadas del mundo. Los funcionarios que no puedan usar la bicicleta debido a las grandes distancias o a problemas de salud quedarán exentos, pero en lugar de automóvil, deberán utilizar transporte público el día en que sus compañeros pedalean, esto es, el primer lunes de cada mes. El propio alcalde pedaleó desde su residencia en el sur de la ciudad hasta su oficina en el centro. El secretario de Desarrollo Social, Martín Batres, hizo lo mismo, y usó ropa deportiva para llegar al trabajo, donde se cambió por el traje y la corbata. Incentivos El plan también incluye estímulos para que las empresas privadas hagan algo similar. Pero aparte de lo anecdótico de la primera jornada, existen varias cuestiones prácticas. Algunos funcionarios del gobierno local afirmaron que la medida no es viable debido a la falta de infraestructura que la ciudad tiene para los ciclistas, además de una falta de "cultura cívica" por parte de los automovilistas a la hora de respetar a quienes van en bicicleta. La alcaldía dijo que los funcionarios que pedaleen con regularidad a su oficina tendrán trato preferencial cuando soliciten un traslado a una dependencia más cerca del lugar donde viven. La secretaría de Medio Ambiente busca promover un acuerdo similar en el sector privado, consistente en otorgar incentivos fiscales a los negocios que reubiquen a sus empelados a zonas más cercanas a sus hogares para que se puedan desplazar en bicicleta. El plan para desestimular el uso del vehículo particular incluye la construcción de una nueva línea del metro a partir del segundo semestre de este año, ampliar los horarios en los que la gente puede acceder con bicicletas a un vagón destinado para tal fin y crear estacionamientos especiales y carriles para los ciclistas. La meta del alcalde Ebrard es que del 0,7% que representan los viajes en bicicleta en Ciudad de México, se pase al 2% en los próximos dos años y al 5% en los siguientes seis.