Por ser un testimonio excepcional de la fase temprana de la globalización a fines del siglo 19, cuando se convirtió en el puerto líder de las rutas marítimas de las costas del pacífico de Sudamérica, Valparaíso ganó, en 2003, la categoría de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. No obstante, la situación podría cambiar.
Hacia allá apunta la inquietud de diversas organizaciones luego de conocer las conclusiones de un lapidario informe elaborado por el consultor colombiano Juan Luis Isaza, el cual plantea serias dudas sobre el cumplimiento de las obligaciones del Estado con dicha preservación cultural.
Para conocer más sobre este tema, El Ciudadano habló con el economista Arturo Michell, conocido en redes sociales como “Ciudadano Michell”, quien ha llegado a instancias internacionales para denunciar las irregularidades – avaladas ahora por un documento técnico – halladas en la gestión patrimonial de Valparaíso.
“Hay un montón de obligaciones que no cumplió (el Estado) ni ha cumplido el municipio… Lo que vino a hacer este estudio de impacto patrimonial es dejar en evidencia el estado calamitoso en que se encuentra nuestra ciudad puerto”, afirmó.
El informe Isaza dejó en claro, además, que la intervención del proyecto inmobiliario Terminal 2 “no es mitigable”. También restó puntos a la construcción del controvertido Mall Barón, ligado al Grupo Bethia.