La precordillera es un ecosistema frágil que aporta beneficios a la vida urbana, por lo que resulta fundamental protegerla. Así lo conformaron expertos en geofísica y geografía en el marco del Foro “Santiago y la precordillera: Los beneficios para la ciudad, las amenazas que enfrenta y las opciones para protegerla”.
En Santiago viven más de seis millones de personas, que representan el 40 por ciento de la población nacional y su crecimiento ha ido cubriendo terrenos agrícolas y naturales, a través de un modelo de urbanización que destruye los ecosistemas y sus funciones.
La precordillera es el anillo periférico natural de Santiago y alberga un bosque nativo con características ecológicas únicas, que brindan bienestar y sustentabilidad a la ciudad, infiltrando las aguas lluvias y oxigenando el aire de la cuenca.
En este sentido, Jaime Campos, director del departamento de Geofísica de la Universidad de Chile indicó que la precordillera juega un rol relevante en ingreso de aire fresco y limpio a Santiago.
En relación a los desafíos de la protección del entorno de Santiago, el especialista señaló que no existe una entidad que centralice la información existente sobre los ecosistemas que rodean la ciudad, por lo que cuando se registran desastres naturales no sabemos a qué nos enfrentamos.
“Cuando ocurre un terremoto, una erupción volcánica, cualquier desastre o incendio forestal, uno se da cuenta de que no hay una institución que tenga la palabra de parte del Estado que diga, esto es lo que ocurrió. Lo que uno observa es que los micrófonos de la televisión pasan por distintos personajes que opinan y la noción de riesgo que maneja la ciudadanía es la que se construye mediáticamente”, explicó.
Hugo Romero, director del departamento de Geografía de la Universidad de Chile agregó que la especificidad disciplinaria genera conocimientos aislados con escaso valor práctico.
“No podemos seguir en esta torre de Babel en que hemos transformado la ciencia. No tenemos la suficiente vocación política al interior de nuestra universidad para integrar el conocimiento, no estamos en condiciones de llegar a la transdisciplinariedad, porque para ello habría que pasar del crecimiento disciplinario que es el que hoy predomina a través de facultades, departamentos e individuos a una situación de multidisciplinariedad”, dijo.
En tanto, la Consejera Regional de la Región Metropolitana, Eva Jiménez, sostuvo que uno de los problemas para proteger el entorno de la cuenca de Santiago es el interés de los propios habitantes de Santiago, quienes en su concepto solo participan cuando su calidad de vida se ve afectada.
“Los que han estado en participación ciudadana saben lo que cuesta que vengan vecinos interesados por una causa común. La mayoría viene cuando se ve afectado por el semáforo de la esquina, por el humo o porque le van a abrir una calle, pero cada vez cuesta más encontrar vecinos interesados en entregar parte de sus recursos y conocimientos a causas sociales”, recalcó.
Por su parte, Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, apuntó que “a los decisorios políticos, el tema del urbanismo, del medio ambiente es algo que no les hace vibrar, están en otra. Ellos están por la inversión, que haya mucho crecimiento económico es su único norte, hablar de sustentabilidad y participación ciudadana son solo palabras de buena crianza”.
En este sentido, representantes del movimiento por la precordillera Santiago Falla, indicaron que para este 2016 esperan generar una campaña comunicacional y educativa orientada a promover el debate e incidir políticamente en el modo en que se piensa la ciudad y su entorno.
Desde esta perspectiva, se proponen detener el avance desregulado y depredador de las inmobiliarias, proyectos mineros, energéticos y similares.
Fuente: http://radio.uchile.cl/2016/01/24/precordillera-un-ecosistema-que-chile-debe-proteger