El empresario Horst Paulmann siempre ha querido transformar al grupo Cencosud en una compañía global. No son desconocidas sus ansias por arribar a México o Estados Unidos.
Lo que sí era desconocido -hasta ahora- era su interés por fusionar la compañía con un gigante mundial: la francesa Carrefour, el tercer mayor actor del supermercadismo a nivel global después de las estadounidenses Walmart y Costco.
Hoy, en medio de la denuncia por colusión en la venta de la carne de pollo entre las principales cadenas de supermercados del país, se comienzan a conocer detalles de la que podría haber sido una mega operación.
Corría el año 2011 y las compañías de supermercado francesas sufrían un complejo panorama. En este escenario, Paulmann y sus ejecutivos tomaron un avión a Brasil. El destino fue las oficinas de Casino, socios de la familia local Diniz en la propiedad de la cadena Pão de Açúcar, la mayor del gigante sudamericano.
Las negociaciones resultaron inviables, explican quienes conocieron de las tratativas. Pero el ánimo de Paulmann no decayó. Al contrario, sus objetivos eran mucho mayores.
Viajó a París. Se reunió con Bernard Arnault, presidente del grupo francés de productos de lujo LVMH y uno de los principales accionistas de Carrefour.
La idea de Paulmann era sellar un acuerdo global de canje de acciones entre ambas compañías, y así formar un actor que pudiera hacerle frente al explosivo crecimiento que en ese entonces ya estaba experimentando Walmart. La estadounidense ya había llegado a Chile tras tomar el control de D&S y seguía creciendo con sus operaciones en la región.
Pero Paulmann no contaba con la rudeza de Bernard Arnault. El empresario francés le cerró la puerta a cualquier tipo de fusión.
Arnault -dicen personas al tanto- desechó la operación por un solo motivo: Carrefour nunca iba a dejar de ser francesa. Además, el empresario galo veía a Paulmann como alemán y no chileno, por lo que su rechazo a una fusión fue aún mayor.
Cuando se cayó la posibilidad de la integración global, Paulmann siguió con ganas de comprar las operaciones de Carrefour en Colombia y Brasil. En este último país la respuesta siempre fue no; pero en Colombia, Cencosud le ganó el gallito a Falabella, que también estaba interesada en adquirir el negocio.
La actualidad
Hoy, en la industria dicen que Paulmann no se puede dar el lujo de seguir comprando cadenas. Es más, la principal tarea del gerente general corporativo de Cencosud, Jaime Soler, es consolidar todas las operaciones del grupo.
La situación se torna más compleja considerando que las compras de distintas firmas menores en Brasil, a valores muy por encima de los de mercado, y no habiendo podido llevar adelante una fusión operativa que permitiese tener niveles aceptables de Ebitda, hizo bajar los niveles de rentabilidad. A esto se suma el alto costo pagado por Carrefour Colombia y el bajo nivel de rentabilidad y la devaluación en Argentina.
Con todo, el precio de la acción ha caído con fuerza; por eso, Paulmann tampoco puede pensar en una fusión.
La apuesta del mercado es que en el corto plazo Cencosud no evidencie demasiadas novedades: intentarán estirar los plazos de pago de la deuda, conseguir mejores condiciones, elevar un poco la rentabilidad, pero nada muy sofisticado.