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En la Región Metropolitana vive el 41% de la población de Chile, aquí también se concentra el 85% de los servicios financieros y el 66% del comercio; no obstante, es la región con mayor desigualdad del territorio. En Santiago conviven las personas más ricas del país y los ciudadanos más pobres.
Así, Santiago sigue siendo la aspiración de muchos chilenos que buscan mejores oportunidades profesionales, laborales o económicas, haciendo que la densidad poblacional aumente cada año. Las necesidades de los nuevos santiaguinos han enfrentado a la ciudad a nuevos desafíos; con los años se ha expandido por los valles aledaños, casi siempre sin planificación ni coordinación, y mucho menos evaluando el impacto práctico de dicho crecimiento en la calidad de vida de los propios ciudadanos, en la depredación de las escasas áreas verdes que subsisten, en el desarrollo vial de las comunas o en el acceso a los servicios, entre otras cosas.
El explosivo crecimiento de Santiago ha obligado a las autoridades a diseñar planes de mejoramiento en el transporte. Transantiago es un ícono de aquello, y de cómo la falta de coordinación entre autoridades comunales, regionales y de gobierno central, le han hecho fracasar. Buses demasiado grandes para calles pequeñas, licitaciones sin proveedores para entregar el servicio planificado, y la propia integración con el Metro - que hizo descender la calidad de uno de los servicios mejor evaluados por los santiaguinos hasta hace algunos años - son solo algunos ejemplos de esta falta de organización.
"La política pública se ha quedado atrás respecto de cómo planificar la ciudad, tienes la tecnología, los capitales públicos y privados, pero la falta de coordinación entre ministerios y reparticiones públicas que toman las decisiones hace fracasar los proyectos. Las instituciones son demasiado engorrosas, a la política pública le falta el ordenamiento jurídico necesario interministerial; esta falencia va en contra de las tecnologías al servicio de hacer la ciudad más eficiente", dice Claudio Sala, Gerente de Innovación Tecnológica de la Universidad San Sebastián.
Santiago llegando al colapso
En Santiago las comunas de mayores ingresos poseen 10 veces más áreas verdes que las de menores ingresos, eso refleja la enorme desigualdad que existe y que la calidad de vida en general no es la misma para todos los santiaguinos. En este sentido, no son pocas las situaciones que hacen pensar que la ciudad está llegando al límite de lo que puede soportar.
"Cuando uno ve una ciudad cada vez más colapsada, donde los tacos comienzan los viernes a las tres de la tarde y no se ve una solución para frenar el empobrecimiento de la calidad de vida, que se vuelve cada vez más parapléjica, es lógico pensar que los problemas llegarán a un punto de gravedad en que veremos interrumpida la normalidad de la ciudad. Cuando los índices de violencia, por ejemplo, tienen relación directa con la calidad del espacio público, los hechos demuestran que cada vez estamos más cerca de esa situación límite", explica Albert Tidy, decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la U. San Sebastián.
Y profundiza, "se ha llegado a una situación límite de descoordinación entre las comunas. Santiago tiene un índice de inequidad dramático e insostenible, esta vieja discusión del Alcalde Mayor reflejado en la Intendencia, me parece que tarde o temprano tendrá que ser la única vía para resolver estos problemas de distribución de ingresos por comuna y de precariedad en interacción entre ellas para resolver los problemas de la ciudad".
Descentralizar el país
Cómo hacer de otras regiones lugares atractivos para vivir y desarrollarse es el desafío que muchas autoridades y expertos se plantean. Santiago no debe seguir creciendo pero siguen siendo muchos los interesados en establecerse en esta ciudad, tentados por las oportunidades de desarrollo profesional y económico.
"Yo creo que las ciudades no son las que tienen que mejorar, las sociedades son las que son reflejadas por la ciudad. Entonces el problema radica en la visión de país. Las ciudades concentran oportunidades y yo creo que eso refleja también una cierta concentración del poder y ahí entramos en un tema de discusión mayor que tiene que ver con la descentralización. Que Santiago siga creciendo es exacerbar esos problemas, teniendo un país tan extenso sería lógico que se empoderaran otras ciudades con mayor autonomía", comenta el decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la USS.