El Intendente Metropolitano, Claudio Orrego, decretó emergencia ambiental por la mala calidad del aire en Santiago. Esta instancia no se presentaba desde hace 16 años, lo que nos posiciona en una instancia bastante dramática y crucial. Lluvias no se esperan a corto plazo, la restricción vehicular se ha incrementado visiblemente, los efectos negativos en la salud de niños y adultos es riesgosa y las medidas que se están comenzando a planificar tenderían a ser cada vez más radicales.
El contexto de la emergencia
La Intendencia de la Región Metropolitana determinó la primera emergencia ambiental a raíz de un incremento del material particulado fino (MP2,5). La medida se base en información facilitada por la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire y por información de la Dirección Meteorológica de Chile.
El intendente Claudio Orrego afirmó: "hacemos un llamado a los santiaguinos desde muy temprano a respetar la restricción". Completó sus dichos asegurando que "nos está jugando en contra el clima". Pues se estaría conformando el mes de junio más seco desde 1968. El ministerio de Educación, por su parte, no determinó la suspensión de clases en los colegios de la capital. Sin embargo, sugirió que durante la jornada no se realicen clases de Educación Física y que se prioricen actividades al interior de la sala de clases.
Miradas y soluciones a la realidad
El médico broncopulmonar Felipe Rivera, en conversación con Cambio21, expresó algunas medidas que deberían de considerarse con esta emergencia ambiental. Dijo que "se debe evitar realizar actividades al aire libre, como lo es para los estudiantes hacer Educación Física, no exponerse en sitios donde se presente alta contaminación, como lo es el centro de Santiago, mantener las medidas médicas que se sostengan en pacientes y evitar todo tipo de contaminación al interior de las casa particulares o lugares de trabajo", explica.
"Evitar todo tipo de calefacción que pueda resultar perjudicial: leña, carbón, parafina los que se vuelven altamente nocivos", concluye.
El experto y defensor de los derechos de La Ciudad, Patricio Herman, de la Fundación Defendamos la Ciudad, enumera algunas negatividades de Santiago al entregar su opinión sobre el tema: "la falta de vientos en los períodos críticos de fines de otoño e invierno, la inversión térmica y el encierro geográfico, todo lo cual imposibilita en gran medida la dispersión de las partículas tóxicas que generan algunos y que inexorablemente todos aspiramos", indica.
"Si el gobierno quisiera abordar seriamente el problema, debería reponer la medida M4OTR1 del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) original, la que exigía mantener en su calidad de tales las áreas verdes, las áreas de valor natural y las áreas de interés silvoagropecuario establecidas en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS). Ello resulta necesario, pues una ciudad que se expande genera viajes motorizados más prolongados y por ende una mayor emisión de contaminantes. La expansión urbana fomenta el uso del automóvil y resta eficiencia al transporte público, además de producir deforestación y pérdida de suelo vegetal de alta calidad, entre otros graves impactos ambientales y sociales, como la marginalidad y la segregación socio espacial", explica Herman.
"La congestión vehicular tiene un impacto directo en el aumento de la emisión de contaminantes, razón por la cual deben establecerse mecanismos que permitan la internalización de las externalidades producidas por este concepto. Para ello, el ministerio de Transportes debe impulsar a la brevedad la dictación de la normativa correspondiente. Además, teniendo en cuenta el uso masivo de la bicicleta, y que ello disminuye la contaminación grandemente, es urgente la implementación de nuevas ampliaciones de la red de ciclovías que cumplan con los estándares técnicos y ambientales requeridos, conjuntamente con la instalación de estacionamientos seguros en locales de atención de público", indica el experto.
La realidad es que para lo que queda del mes de junio las lluvias no se presentarán, pero se sugiere que el mes de julio sería bastante lluvioso.
Álvaro Mauro, meteorólogo de la Universidad de Santiago, sostiene que "a pesar de las dificultades inherentes, el mes de julio por fin sería el mes que se presenten precipitaciones sobre la capital".
"La corriente del Niño está presente, lamentablemente las condiciones para la zona central no se han dado como uno esperaba, aunque en el sur las precipitaciones han sido normales, y sólo los déficit se muestran acá en la zona central. Lo que esperamos es que julio si sea más normal en términos de precipitaciones", concluyó Mauro.
Fuente: http://www.cambio21.cl/cambio21/stat/movil/articulo.html?ts=20150622161642