Por lo tanto, esperamos que el inversionista solicite a la brevedad un permiso de edificación, adscribiéndose a las actuales normas urbanísticas del Plan Regulador Comunal (PRC), tan pronto disponga del correspondiente EISTU, conforme lo ordena el artículo 2.4.3 de la OGUC. La pretensión de utilizar un permiso no vigente es un acto temerario inaceptable en un Estado de Derecho.
En cuanto a la otra nota “Diputado exige a Marina Arauco un plan vial para hacer viable mal en Viña”entendemos que esta propuesta es un simpático chiste del legislador Urrutia porque él sabe mejor que nadie que los dictámenes de la Contraloría se deben acatar y ningún servicio público está exento de obedecerlos. La alcaldesa Reginato ya hizo lo que tenía que hacer y ahora se deberán demoler todos los volúmenes que excedan las normas señaladas en el PRC. El titular del mall deberá solicitar, al igual que el hotel Hyatt, un permiso ciñéndose a las actuales normas y si no desea hacerlo, las sociedades anónimas Parque Arauco, Ripley Cencosud, antes que se inicien las demoliciones, pueden ejercer sus presuntos derechos en los tribunales de justicia y serán los abogados del Consejo de Defensa del Estado (CDE) quienes alegarán haciendo valer el dictamen del ente fiscalizador.
En resumen, en ambos casos observamos que sus titulares compraron, únicamente por ser muy permisivos, los dos permisos antiguos ya caducados, con la ingenua creencia de que la sociedad civil organizada no se iba a percatar de sus improcedentes intentos. Se equivocaron y ahora, todos los que se desenvuelven en el mercado inmobiliario, deberán cumplir los deseos de la presidenta Bachelet en orden a terminar con la corrupción.
Patricio Herman
Presidente
Fundación “Defendamos la Ciudad”