04 Diciembre 2006

CARTA ABIERTA A LA TRABAJADORA Y CIUDADANA S.E. LA PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DOÑA MICHELLE BACHELET JERIA

Nuevo escándalo urbano, ahora en Valparaíso. Ante ello, organizaciones ciudadanas porteñas envían carta a Presidenta Bachelet. Lunes 4 de diciembre de 2006

Sra. Michelle Bachelet Jeria. Presidente de la República Presente. De nuestra consideración: Los abajo firmantes somos dirigentes de organizaciones sociales, ciudadanas, y de trabajadores de la comuna de Valparaíso, que ante los acontecimientos arbitrarios, abusivos e ilegales en directo perjuicio de la ciudadanía con ocasión del mal llamado proyecto Bicentenario de apertura del Borde Costero, nos permitimos dirigirnos a Ud. en vuestra calidad de Presidente de la República, representante del soberano, para manifestarle nuestro rechazo a los actos en que han incurrido funcionarios y autoridades que hoy se encuentran cuestionados ante los Tribunales de Justicia En efecto, Empresa Portuaria Valparaíso, en adelante EPV, con la justificación de ejecutar una política pública, ha llevado adelante un proyecto tendiente a enajenar el recinto portuario de su propiedad, más conocido como Borde Costero, contando con el alero y aval de la Municipalidad porteña y de diversos servicios y órganos públicos, tanto de nivel local como nacional, para dar cabida en él nada menos que a un Mall y torres de edificios con 500 departamentos. EPV presentó con fecha 29 de septiembre de 2003, ante la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, una propuesta de modificación del Plan Regulador Comunal de Valparaíso, a fin de agregar como usos permitidos en los terrenos de su propiedad, el hotelero, residencial y de vivienda. La referida modificación se tramitó hasta el 2005, dictándose el Decreto Municipal que aprueba definitivamente la Modificación al Plan Regulador de Valparaíso, Borde Costero. El decreto señalado, que le permitió dar el vamos al proyecto, se encuentra actualmente impugnado en su legalidad en los autos sobre reclamo de ilegalidad (Rol IC 1354/05), ante la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Valparaíso, actualmente en estado de Recurso de Casación ante la Excelentísima Corte Suprema (Rol 1903/05). La naturaleza jurídica de EPV, que fluye de todo el articulado de la Ley Nº 19.542 que le crea, permite concluir que mediante el contrato que suscribirá y la intervención de un tercero – Mall Plaza -, pretende desarrollar actividades absolutamente extrañas o ajenas a su objeto social y fin para el que fue creada esta empresa pública. En otras palabras, el ejercicio de actividades lucrativas que se aparten de la finalidad pública que le ha sido encomendada, conlleva que los actos sean nulos de nulidad absoluta. Asimismo, han sido ejecutados sin que exista en forma previa autorización presidencial para la enajenación del recinto portuario y eludiendo la licitación pública como lo exige la ley 19.542. Por lo mismo, el actuar de EPV para celebrar contratos que permitan enajenar el recinto portuario también se encuentra discutido en su legalidad ante los tribunales Civiles de Valparaíso (Rol 1792/06). Todo este proceso, por lo demás, se ha realizado vulnerando no sólo el derecho a la participación ciudadana, sino que violando el espíritu con que esos terrenos fueran ganados al mar, no por la EPV, sino por el esfuerzo de los porteños a lo largo de siglos de trabajo, dañando irreparablemente el patrimonio intangible de la ciudad de Valparaíso. Se han vulnerado los derechos urbanos, laborales, previsionales y hasta económicos de muchos ciudadanos porteños y se pone en grave riesgo la expansión portuaria de la ciudad, con la complicidad y el silencio interesado de autoridades y funcionarios públicos, quienes, mediante un impresionante despliegue comunicacional han pretendido convencer, primero a la comunidad y luego al país completo, que los actos que llevan adelante constituyen el gran salto al progreso de nuestra ciudad ad portas del Bicentenario de la República, y la solución definitiva a sus problemas de desarrollo, que ya se arrastran desde hace más de un siglo. Pretende EPV suscribir el día 5 diciembre un contrato sobre el recinto portuario con los representantes de Mall Plaza para ejecutar la "apertura" del Borde Costero contando con vuestra presencia, de paso haciéndola cómplice de este proyecto corrupto desde sus inicios, por la constantes ilegalidades y arbitrariedades a los que se ha visto afecto. En el acto, estarán a su lado, saludándola solícitamente, muchos de los funcionarios que han intervenido en las actuaciones irregulares, le sonreirán amablemente, le manifestarán lo exitosa de la gestión que han realizado, y se felicitarán entre ellos con expresiones autocomplacientes. o Se atreverán a decirle que el proyecto por fin devuelve el borde mar a los porteños, quienes ahora tendrán la posibilidad de pasearse por la costa y disfrutar de la vista desde y hacia el mar, pero Callarán que los espacios públicos casi no existen, más que unas pocas calles de acuerdo a la norma pre aprobada, en una ciudad que ya es una de las que menos superficie posee por habitante: menos de 0,5 m2 per cápita. Callarán que aquello que se difunde como espacio público será en verdad un espacio de propiedad privada. Callarán que el concesionario del espacio privado, Mall Plaza, podrá administrar a su gusto y antojo el recinto, en el ejercicio de su derecho de dominio, y habrá que pagarle, porque así es el negocio. Callarán que el contrato que están firmando, avalado por Vuestra presencia, de manera explícita entrega a la mera voluntad del concesionario la ejecución de proyectos de impacto público, como museos y acuarios, con cargo a los ciudadanos "consumidores", por lo que los proyectos culturales resultan directamente perjudicados y en grave riesgo de ser ejecutados. Callarán que la norma aprobada en el plan regulador se hizo para dar cabida a un proyecto inmobiliario lo más rentable posible para el inversionista privado, para que Empresa Portuaria Valparaíso pudiere obtener el máximo de ganancias de la venta. Callarán que para disfrutar el año Nuevo en el Mar en el Borde Costero habrá que "pedir permiso" o pagar entrada a Mall Plaza. Callarán que el proyecto no devuelve el mar a los porteños sino que lo vende al mejor postor, y reemplaza los odiados containers, por altos edificios que harán de ese espacio, un barrio de tipo "resort", completamente contradictorio con nuestra hasta ahora abierta, tolerante y solidaria ciudad. Callarán que el progreso y modernización debe contar con la participación de todos, y la satisfacción de los intereses de todos, no sólo de las megainversiones, y que son las autoridades y funcionarios públicos los convocados por la Constitución y la ley para que los proyectos y programas signifiquen beneficio sin exclusiones y no para algunos. o Se atreverán a decirle que el proyecto está acorde con todas las normas patrimoniales que protegen a Valparaíso en su calidad de patrimonio de la humanidad, pero Callarán que la UNESCO recomendó al Estado de Chile -del que forman parte EPV y el municipio- continuar los esfuerzos destinados a proteger la infraestructura relacionada a los usos históricos del sector portuario, estando el propio Estado obligado al cumplimiento de tales obligaciones internacionales, y que su incumplimiento puede originar la pérdida del título mundial que le ha sido concedido a Valparaíso. Callarán que la Bodega Simón Bolívar, edificio de Conservación Histórica representativo de la arquitectura típica industrial, la construcción continua más larga de Latinoamérica, es un problema económico para el inversionista por lo que la propia EPV, con el apoyo de actuaciones ilegales de la Municipalidad y SEREMI MINVU, pretende demolerla casi hasta la mitad, además de deformarla para construir sobre ella edificio de varios pisos. Callarán que el propio Consejo de Monumentos Nacionales se manifestó en el sentido que la bodega Simón Bolívar debiera ser protegida declarándola Monumento Histórico. Callarán que la infraestructura patrimonial del recinto portuario ha sido un obstáculo económico permanente para los inversionistas, por lo que fracasó cuatro veces el proceso de "apertura" del Borde Costero. Callarán que una de las principales consideraciones que tuvo la UNESCO para la declaración patrimonial de Valparaíso fue su calidad de anfiteatro natural, que permite la vista desde y hacia el mar, y entre los distintos sectores entre sí, lo que se violenta abiertamente tanto con la norma aprobada en el plan regulador como con el proyecto que pretende ejecutar EPV a través de Mall Plaza, y así lo han sostenido los propios organismos asesores de la UNESCO. Callarán que el proyecto representa un ataque más al corazón patrimonial porteño, al que se unen actuaciones irregulares de funcionarios públicos en la ejecución de proyectos en el Paseo Atkinson, torres de edificios en sector Almendral, y barrio patrimonial de Playa Ancha, y la destrucción ambiental del barrio La Matriz, entre los más emblemáticos, los que sin embargo reportan beneficios económicos a las alicaídas arcas del municipio porteño. Callarán que muchos de los funcionarios y autoridades públicas que han intervenido en estas actuaciones, y en especial quienes son los dueños de la idea original, no sólo no son habitantes de Valparaíso, sino de los mejores barrios residenciales de Santiago y Viña del Mar, además de haber reconocido por la prensa y en privado, que la intención es la de hacer de Valparaíso un barrio de Santiago con vista al mar y que la opinión de los porteños no cuenta para nada. Callarán que Valparaíso no es Viña del Mar, sino el arquetipo del puerto del último confín, con estilo propio y personalidad. o Se atreverán a decirle que se ha modificado el plan regulador comunal de Valparaíso contando con la participación de los ciudadanos, que éstos están de acuerdo con el proyecto Borde Costero, y que la ciudadanía se ve directamente beneficiada, pero Callarán que utilizaron y manipularon a las organizaciones ciudadanas en el proceso de participación para el cumplimiento meramente formal de la legalidad, llegando incluso a financiar organizaciones ficticias y no representativas como excusa de participación ciudadana. Callarán que la exposición al público de la modificación se efectuó en dependencias de la propia EPV, en un lenguaje técnico incomprensible para el ciudadano común. Callarán que las objeciones a la modificación del plano regulador comunal que hicieron organizaciones ciudadanas fueron todas fundadas técnicamente por ingenieros, arquitectos y profesionales reconocidos de la ciudad, las que no fueron consideradas. Callarán que la modificación del plan regulador fue hecha a medida, gusto y antojo de los funcionarios públicos que intervinieron, en el cumplimiento formal de la legalidad y hasta violentándola, a pesar que la comunidad efectuó más de 100 observaciones, a las que tanto el Concejo Municipal como los funcionarios hicieron caso omiso. Callarán que no ha habido una discusión sobre los proyectos o el proyecto Borde Costero, sino sólo sobre las normas urbanas aplicables al sector, para que el proyecto elaborado autónoma e individualmente por EPV se pueda materializar. Callarán que los fondos BID para fomentar la participación ciudadana jamás han cumplido su finalidad y han sido destinados en verdad a crear burocracia administrativa, que llama "participar" a lo que en realidad es imposición de políticas decididas por autoridades y funcionarios centralizadamente. Callarán que la participación se reduce a sistemas de información masiva como forma de legitimar proyectos preestablecidos. Callarán que los empleos que generará el proyecto serán primero temporales y, luego, de baja calidad, sin especialización técnica y profesional y que muchos de los trabajadores portuarios y empleados públicos afectados tendrán que transformarse en vendedores de tienda de Mall, jardineros y empleados de aseo. Callarán que así como se generan empleos de baja calidad, muchos más se perderán en el Puerto y en el pequeño y mediano comercio de las calles Pedro Montt, Victoria y Esmeralda, pues el Mall está hecho para grandes tiendas y las rentas para los locales pequeños que cobran estas megainversiones son inalcanzables para los comerciantes porteños, no habiendo programa alguno que les permita competir en condiciones de meridiana igualdad contra gigantes económicos. Callarán que no ha habido estudio económico alguno sobre el impacto económico y social que genera un megaproyecto de tal envergadura en la pequeña economía de muchos empresarios y trabajadores porteños, quienes sabiendo lo que les espera, no han sido jamás convocados a participar ni a solucionar el conflicto que viene. Callarán que el proyecto genera un conflicto con los trabajadores portuarios y los empleados públicos directamente afectados, que se han unido en la defensa de sus derechos, hecho que está en conocimiento de la gerencia y directorio de EPV, además de CORFO y el Comité SEP. Callarán que las claves para construir mejores ciudades no se encuentran en la oferta centralizada de políticas o proyectos urbanos, sino que en una mayor descentralización de la acción urbana e institucionalización de la inclusión de los ciudadanos y usuarios en la elaboración de planes y proyectos. Callarán que están en conocimiento que se pueden hacer negocios rentables para los inversionistas privados, para el patrimonio, para los trabajadores y para la ciudadanía, como se les manifestó y demostró en múltiples oportunidades, pero que en realidad a las autoridades y funcionarios no les interesa más que hacer un negocio rentable para los primeros, lo que significa un grave desconocimiento de sus obligaciones. Callarán que este proyecto no sólo no es sostenible, porque no respeta ni la cultura del lugar a ser intervenido, ni el ambiente, sino que los corrompe a perpetuidad, además que los beneficios económicos serán solamente para la empresa privada y no para la comunidad que lo cobija. o Se atreverán a decirle que el proyecto está a la altura de la envergadura de puertos como Génova, Tokio, Barcelona o Puerto Madero, igualando a Valparaíso con los grandes Puertos del mundo, pero Callarán que las Universidades regionales y nacionales trabajaron en cientos de proyectos complementarios, que se expusieron en el recinto portuario, ninguno de los cuales fue siquiera mencionado, instrumentalizando el rol de las Universidades. Callarán que tampoco participaron los colegios profesionales con la experiencia técnica para pronunciarse en la materia. Callarán que la recién pasada Bienal Regional de Arquitectura se manifestó apabullantemente en contra del proyecto que pretende ejecutar Mall Plaza. Callarán que la modificación se fundó en informe de consultora contratada por EPV, por el que pagó millones de pesos, el que contiene incluso faltas de ortografía y redacción, de lenguaje y nivel escolar, consultora que poseía colusión evidente con la misma EPV, compartiendo uno de los miembros del directorio de esta última su cargo con el de Vicepresidente de esa entidad. Callarán que lo único que se ha hecho es asegurar al comprador determinadas normas de urbanismo y construcción para que pueda realizar el proyecto que él decida para su inversión. Callarán que para trasladar la actividad de Aduana, SAG, y parte de faenas que se realizan hoy en el recinto portuario, EPV adquirió terrenos en la parte alta de Valparaíso para la ejecución de un proyecto que denomina ZEAL, que afecta directamente la actividad económica y laboral de empresarios marítimos y del transporte, a trabajadores portuarios y empleados públicos, hecho que también se encuentra impugnado en su legalidad ante los tribunales de justicia. Callarán que para poder vender el recinto portuario EPV expropió ilegalmente a través del MOP terrenos asignados con cláusula modal para construir un gran parque para la región por Federico Santa María, contra la voluntad del expropiado que lo fue FONASA. Callarán que en este proceso tampoco fueron oídas organizaciones sindicales y gremiales como la Asociación Nacional de Funcionarios de Aduana de Chile, la Federación de Trabajadores Marítimo Portuarios y Afines de Valparaíso ni la Confederación de Gente Mar, que representan a trabajadores en los que incidirá directamente el cambio de la infraestructura portuaria de Valparaíso. Callarán que los chóferes de camiones han expresado que el nuevo camino del acceso sur al puerto es un camino inadecuado y riesgoso, no sólo para sus vidas, sino para la carga. Callarán que en los grandes puertos del mundo con los que se comparan hubo concursos nacionales e internaciones de arquitectura, con la intervención de los más destacados profesionales de esta disciplina y de la ingeniería, además de la ciudadanía, que aseguraron tanto el proyecto urbano de apertura de los bordes costeros a la comunidad, como la infraestructura y el crecimiento de la actividad portuaria, lo que aquí no sólo no se ha hecho ni se hará, sino que se ha silenciado y omitido, porque no dicen lo que todos saben: que no hay proyectos serios a futuro de expansión portuaria para Valparaíso.. Por último, Callarán descaradamente que no les interesa que las irregularidades e ilegalidades estén siendo impugnadas e investigadas ante los Tribunales de Justicia. Callarán que están en conocimiento que seguirán enjuiciadas incluso ante la Justicia Internacional Callarán que en el contrato que están firmando le aseguran y garantizan al inversionista, en una de sus cláusulas, que no existen juicios en contra de EPV por estos hechos. Callarán que de haber sentencia favorable que declare la nulidad de las actuaciones impugnadas en alguno de los juicios, seremos todos los chilenos, con cargo al patrimonio fiscal, los que tendremos que pagar al inversionista por el negocio mal hecho. Excelentísima Señora Presidente, nos es grato saber que el Gobierno de Chile ha suscrito y ratificado la Convención Interamericana Contra la Corrupción, por lo que venimos en solicitarle tome resguardo por Chile, no avalando este proyecto, haciendo carne sus palabras: "El Gobierno debe ser como una pecera que puede mirarse desde todos lados" Por Valparaíso y Chile: · Comité de Defensa de Valparaíso · Ciudadanos por Valparaíso · Foro Valparaíso Posible · Valparaíso Nuestro · Federación de Trabajadores Marítimo Portuarios y Afines de Valparaíso · Asociación Nacional de Funcionarios de Aduana de Chile · Attac-Valparaíso · Confederación de Gentes de Mar Valparaíso, diciembre 2006



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