Aparte del cuestionamiento de que ha sido objeto por El Vaticano, que sancionó a su máximo referente, el sacerdote mexicano Marcel Maciel, su fundador, los 22 países en que se encuentran instalados están siendo objeto de investigación en la actualidad. La orden religiosa no ha estado ajena a la polémica en Chile. Baste recordar la situación por la que atraviesa su líder local, el sacerdote irlandés nacionalizado chileno John O Reilly, quien fuera condenado por abuso sexual en una menor.
También los negocios aparecen asociados a Los Legionarios criollos, quienes ejercen una fuerte influencia en los niveles superiores de la cúpula empresarial y la derecha política, en especial la UDI. Entre sus cuestionadas operaciones, aparece su propiedad sobre el llamado Cerro del Centro, ubicado en la comuna de Lo Barnechea, un sector caracterizado por caras viviendas del nivel abc1 que están instaladas en todo su perímetro.
Enclave ABC1
El mentado cerro, posee una altura aproximada de 170 metros y cuenta con una superficie total de 126,91 hectáreas, con una zona no construida de 114,49 hectáreas aproximadamente. Se trata de uno de los pocos cerros isla existentes en nuestra capital, y que constituye -o debiera constituir-, un pulmón verde precordillerano, de aquellos que la Ley contempla como Parques Intercomunales.
Se encuentra rodeado por el sector norte, por el Barrio Los Trapenses y el Club Lomas de la Dehesa. Por el sur, La Dehesa Central y el Barrio Las Pataguas; este último, adyacente al estero Las Hualtatas que pasa casi a sus pies. La Iglesia de la Sagrada Familia en Las Pataguas y el Mall los Trapenses, le dan la espalda. La ladera norte está profusamente construida a diferencia de la ladera sur que posee una pronunciada pendiente.
Se trata por tanto de un importante sector urbano de aquellos denominados "cota 1.000", de una gran plusvalía, lo que le transforma en objeto de deseo de las empresas constructoras, que en más de una oportunidad han pretendido hacerse de ese rico sector. Claro que ello no ha estado exento de controversia y litigios, algunos de los cuales aún se mantienen vigentes en tribunales.
De Matte a jaque mate...
El cerro fue propiedad de una de las familias más ricas de Chile, el clan Matte, que fuera fundado por Eleodoro Matte Ossa. Siempre esa familia ha mantenido una íntima relación con la entidad religiosa, al punto que la hija mayor del patriarca y actual líder del conglomerado, Patricia Matte Larraín, el año 2004 ingresó en el Regnum Christi, un movimiento seglar de los Legionarios de Cristo. No era de extrañar entonces que la familia Matte donara a la congregación de Los Legionarios de Cristo el señalado Cerro Del Medio.
Los Legionarios, a comienzos de 1999 intentaron levantar un Campus para la Universidad privada Finis Terrae, una de las entidades educacionales perteneciente a la congregación. Sin embargo los vecinos y otras organizaciones ciudadanas se opusieron y el caso terminó en la Contraloría y posteriormente derivó a los tribunales de justicia, donde actualmente se encuentra.
La Contraloría se cerró a la edificación en la zona y declaró que el uso de suelo en el cerro, constituía un área verde intercomunal, no permitiendo por lo mismo la construcción de edificaciones. Se puso así, en parte, punto final a las ambiciones de constructoras e inmobiliarias, en parte, por supuesto, la ambición ni tiene límite ni desprecia oportunidad que se le plantee. En el mismo sentido, el 26 de febrero de 1999, el Seremi interino de Vivienda y Urbanismo resolvió negar lugar a la solicitud de Los Legionarios.
El NO de la Contraloría
"Pero como esos eclesiásticos eran contumaces, volvieron a la carga y después de muchas visitas convencieron al Seremi titular, quien, utilizando el típico lenguaje melifluo de los funcionarios públicos que saben que están actuando mal, aprobó el proyecto educacional universitario, mediante una nota oficial del 31 de julio de 2000," relata Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, que intervino en el conflicto en representación de vecinos que se oponían a la autorización.
El poder económico mueve montañas, en este caso, un cerro: "Dado que la Dirección de Obras de Lo Barnechea, en la época de la alcaldesa Ehlers, ya les había negado el permiso de edificación, fue necesario que el Minvu imperativamente obligara a la anterior en orden a que debía autorizar dicho permiso, lo que aconteció el 6 de septiembre de 2002. Con esta aprobación trucha en la mano, los Legionarios se movieron con suma rapidez y, como convincentes hombres de negocios, lograron que el 17 de octubre de 2002, les aprobara la Declaración de Impacto Ambiental", espeta Herman a Cambio21.
Las denuncias llegaron a la Contraloría General de la República, la que, el 26 de noviembre de 2003, determinó que todos los actos administrativos otorgados por el Estado eran ilegales, por lo que la Municipalidad de Lo Barnechea, de inmediato dejó sin efecto el forzado permiso de edificación. "Acto seguido, los devotos Legionarios, muy molestos con aquello, contratan a un renombrado abogado agnóstico y presentan en la Corte de Apelaciones de Santiago un recurso de protección en contra de la Contraloría General, institución que fue muy bien defendida por el Consejo de Defensa del Estado como también por la abogada de la Municipalidad de Lo Barnechea", relata el líder de Defendamos la Ciudad.
"Los rebeldes curitas"
A mediados del 2004 la Corte Suprema resolvió validar el dictamen de la Contraloría, restableciéndose el Estado de Derecho, obligándose a respetar la normativa urbana que protege las áreas verdes. "Tiempo después, en los meses del verano de 2005, y como el negocio de marras no había prosperado, estos religiosos empresarios, enojados con el fallo judicial, empezaron a rellenar con tierra y piedras la quebrada El Culén, situada en la ladera norponiente del cerro isla. Esta quebrada vierte sus aguas en el Estero Las Hualtatas, los lectores de Cambio21 ya se habrán imaginado lo que sucedió", denuncia Patricio Herman.
Pero ¿de dónde salieron esos escombros? Los Legionarios son dueños, entre otros, del colegio Everest, ubicado en el sector del cerro isla. Intentando ampliar el terreno de ese establecimiento, "socavaron la ladera de otro cerro y así ganaron nuevos espacios en los cuales construyeron canchas deportivas y un gimnasio para sus alumnos. Pero como los ejecutores de la horadación trabajaron en forma descuidada, se desmoronó un tramo de la calle Punta de Águilas", recuerda el dirigente ciudadano.
¿Resultado? El destrozo causado en esa vialidad pública la dejó inutilizada por 2 años. A raíz de esos trabajos mal efectuados los religiosos no llevaron los escombros, la tierra y las piedras sacadas del colegio, a un lejano vertedero legal, sino que procedieron a crear un nuevo botadero, justamente en el cerro del Medio, generando más de 4 metros de altura de escombros en esa propiedad. Ahorraron pagar las tarifas por transporte y depósito de basura en vertederos oficiales, que no midieron el real perjuicio al ecosistema que se causó en el lugar. Y si lo midieron demuestran su nulo respeto por la naturaleza.
No se escucha Padre
El hecho causó estupor y molestia en vecinos y conservacionistas del estado natural del mentado cerro, el que claramente había sido afectado gravemente. Las denuncias llegaron al Ministerio de Obras Públicas (MOP), el que el 20 de junio de 2005, resolvió apercibir a la Inmobiliaria Everest, de los mismos Legionarios, que ejecutaban las obras, para que en el plazo máximo de 30 días detuviera los trabajos de relleno y retirara los escombros depositados por ella violando la Ley, en la confluencia del Estero Las Hualtatas con la Quebrada El Culén.
Los religiosos no se dieron por enterados y no removieron las toneladas de escombros que habían arrojado en el Cerro Del Medio. Es más, "la depredación ocasionada en el área verde continuó en forma inalterable, lo que es demostrativo de la hostilidad que esos empresarios top (Los Legionarios), tienen hacia la naturaleza y el nulo respeto por las instituciones públicas", comenta Herman.
No quedó otra solución que recurrir a Tribunales y para eso se concurrió al Consejo de Defensa del Estado (CDE), organismo que con fecha 25/01/10, interpuso una demanda en contra de la Congregación Religiosa Legionarios de Cristo, la que tiene el rol C-3169-2010, del 13º Juzgado Civil de Santiago. En enero de este año -2014- se dictó sentencia condenatoria en contra de los causantes de la devastación, mediante la cual los obligó a reparar a sus expensas todos los daños cometidos por ellos mismos al cerro isla. Es claro, para ganar tiempo recurrieron a la Corte de Apelaciones.
Fuente: http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20141205/pags/20141205184830.html