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“Una de las pocas comunas que se ha opuesto a esta situación (la edificación de cerros isla) es Lo Barnechea, donde su alcalde ha demostrado los riesgos técnicos que acarrea la sobre construcción de estos pulmones verdes. Esto lo ha obligado a enfrentar dos demandas por no permitir la no construcción de grandes proyectos en los cinco cerros islas de la comuna”, dice una frase del video “Alerta verde”, en una alocución que se cierra con el sonido de una caja que factura dinero, todo en el marco de una campaña que ponía énfasis en los riesgos de edificar en cerros isla.
Alerta verde
¿Es un héroe idílico el citado edil? Eso dirá usted, tal vez, pero luego de esa fuerte campaña mediática que incluyó presencia en diarios, radios, la creación de una página web (www.cerrosisla.cl) y un video promocional viralizado en Youtube y hecho por Woki Toki (la productora de moda, famosa por las célebres “42 frases”) empezaron los cuestionamientos al alcalde “obligado a enfrentar demandas”, Felipe Guevara.
Pero, partamos por el comienzo. ¿Ha oído usted hablar de los cerros isla?, ¿cuáles son y qué aportan a la ciudad? Lo explica brevemente el propio alcalde de Lo Barnechea. “Son 26 en Santiago y debieran ser un pulmón verde para los seis o siete millones de santiaguinos” dice en charla con El Lapicero, en una declaración de principios que no aleja los fantasmas de su posterior actuar.
El origen de las dudas
Razones para al menos poner el signo de interrogación hay… y no sólo en Tribunales. Es que después del ruido del alcalde Guevara para erigirse como un personaje verde y que buscaba pulmones para la capital, lo más verde que se vio en sus últimas acciones fue el color de la luz que le dio a la edificación en cerros isla (tiene en su feudo comunal a Loma Larga, El Manzano, Del Medio, Alvarado y Dieciocho, que en total suman 400 hectáreas).
Claro, el mismo edil que públicamente cuidaba los cerros ahora busca el okey para construir en ellos. Juzgue usted: El 15 de octubre fue publicado en el Diario Oficial el Decreto Alcaldicio número 5.399/14 en que se asignaba zona urbanística a tres lotes de superficie ubicados en el Cerro del Medio. Extrañamente, dos semanas antes de ser promulgada la modificación a la Ley que prohíbe en forma definitiva que las empresas inmobiliarias puedan construir en dichos terrenos.
El alcalde reconoce la situación, pero hace una salvedad sobre la “calidad” de la concesión. “A los propietarios de cerro isla en Lo Barnechea les ofrecimos lo que la ley decía, la peor norma de la comuna. Es decir, aquella que se puede construir sólo una casa por cada cinco mil metros cuadrados. Nada de edificio, nada de condominios, nada de comercio”, confidencia.
De acuerdo a la investigación de El Lapicero, mediante el Ordinario Alcaldicio N°579 de fecha 6 de agosto de 2014, la municipalidad solicitó informe técnico a la Seremi de Vivienda y Urbanismo para así asignar norma urbanística a un lote ubicado en “Cerro del Medio”, lo que finalmente fue emitido por la entidad pública el 01 de octubre 2014. Asignando zona J, norma que corresponde pues se asigna la preponderante en los terrenos adyacente al predio en cuestión.
¿Qué es la zona J? Lo explica el arquitecto de la Universidad de Santiago, Nelson Herrera. “Es un sector del plan comunal de Lo Barnechea en que está permitido tanto la condicionante de edificación de uso residencial como de equipamiento menor, así como también la subdivisión y edificación en altura de hasta cinco pisos. Para tener más o menos hasta un coeficiente de ocupación de suelo de 0.35, que viene siendo el 35% de la propiedad”, dice.
Dicha normativa permite construir, manteniendo algunas excepciones en el caso de zona de cerro isla, aunque incluye infraestructura destinada a comercio. “Con respecto a la excepción de los cerros islas, es una zona donde se puede construir, pero lo que dice la ordenanza es que son inmuebles asignados para deporte, culto, educación y comercio. Estas cuatro condicionantes están sujetas a un coeficiente de ocupación de suelo de un 0.05, que si tenemos un terreno de 5000 m 2 se pueden construir alrededor de 250 m2”, complementa el arquitecto Herrera.
¿Cuál es la falla en el actuar, entonces? En el proceso de investigación acreditamos que Inmobiliaria Reserva La Dehesa Ltda., perteneciente al Fondo de Inversión Foninsa -la inmobiliaria beneficiada por el permiso del alcalde – ingresó el mismo día de la publicación en el diario oficial (15 de octubre) un proyecto a la dirección de obras de la Municipalidad de Lo Barnechea que proyecta la construcción de un condominio con un número mayor de viviendas que la cifra manifestada por Guevara… o sea, no precisamente, “la peor norma de la comuna”.
concejal Carlos Ward
Una situación que indigna en el Concejo Municipal y que grafican las palabras del concejal Carlos Ward. “A todas luces él está borrando con el codo lo que escribió con la mano, porque la zona J que se autorizó y los proyecto que en este momento se encuentras en tramitación en la dirección de obra, son cuatro anteproyectos para condominios. Allí se van a construir decenas de casas o departamentos sin restricción alguna. Aquí no se va a edificar un templo, un área verde o un museo. Aquí se van a construir condominios de casas de tipo A o tipo B. En dos lotes distintos y, curiosamente, quedando esta propiedad como una isla dentro de un cerro isla”, dispara la autoridad de Lo Barnechea.
La inmobiliaria favorecida, claro está, dista de ser alguna de las que hoy están en Tribunales (Inmobiliaria Parque Limitada e Inmobiliaria El Peñón). Se trata de Foninsa que, al ser consultada por este medio, eludió el tema y vía correo electrónico, su director, Salvador Porta, afirmó que no podía emitir declaraciones y que saldría de viaje prontamente.
“El dinero compra todo”
Tanto el concejo municipal como la sociedad civil apoyaron la campaña “Alerta Verde”. Pero el okey del alcalde Guevara para cambiar el uso del suelo en el cerro del medio para edificarlo calentó los ánimos.
Las banderas de la discordia en el Concejo las lleva Carlos Ward. “Es una pésima señal a la comunidad y sobre todo a los vecinos de Lo Barnechea, que alcanzaron a darse cuenta de una campaña que, en primer lugar, fue muy costosa. Se gastaron millones no sólo en la producción, sino que también después en la difusión de la misma. Muchas personas, incluyéndome, estábamos de acuerdo en salvaguardar las áreas verdes de los pulmones de Santiago. Por lo tanto, sorprende una contradicción tan vital: por un lado estamos adjudicando – en el caso del alcalde- la calidad de Robin Hood de las áreas verdes y cerros islas y, ‘entre gallos y medianoche’ autorizando una condición de zona J para la construcción de condominios en un cerro isla”, asevera.
Otro que no se guardó nada contra el actuar de Guevara fue el mandamás de Defendamos la Ciudad., Patricio Herman. “Yo he conversado por teléfono con él y me dijo que por ningún motivo iba a permitir el cambio de uso de suelo. Él tenía dos demandas y dijo que iba a luchar hasta el final. Veo que el pobre Guevara no luchó hasta al final”, dice con evidente molestia.
También el verde edil se fue a negro con Teresa Gómez, representante de los vecinos, quien se manifestó sorprendida ante la noticia y le atribuyó el sonido de la caja que factura dinero al actuar alcaldicio. “Me parece último que hagan una cosa así y más que haya hecho toda la parodia de los cerros islas. Todo lo que hagan ahí es un daño salvaje. El dinero compra todo. No sé para que lo hace, no digo que sea para él, alguna cosa tiene que haber porque qué interés puede tener de salir haciendo tanto alarde y unos días antes da este permiso”, dispara.
Guevara: Defensa en verde
Los 26 cerros islas que Santiago posee estuvieron un tiempo a la deriva. Por esto, dice Felipe Guevara, la importancia de la modificación del artículo 59 de la Ley General de Urbanismo y construcciones” que busca – entre otros puntos – proteger los llamados “cerros islas”, en un actuar que, dice, ha sido su sello en este caso.
“Por un error del ministerio la normativa que los protegía (a los cerros islas) caducó y se vieron altamente amenazados. Esto me motivó a impulsar una campaña para que el proyecto fuera aprobado”, añade a El Lapicero el edil de Lo Barnechea.
Cerro islaLa falta citada por Guevara surge el 2004 con la promulgación de la Ley 19.939, la cual estableció la caducidad de la declaratoria de utilidad pública contenida en los Planes reguladores. La ley indicaba plazos para renovar los espacios de utilidad pública. Sin embargo, el 2010 la Seremi de Vivienda debía prorrogar los plazos, cosa que no hizo. Por lo tanto, los cerros isla perdieron su condición de espacio de utilidad pública, lo que permitía a las inmobiliarias construir en ellos.
“En este periodo se perdieron en el orden de las dos mil quinientas hectáreas verdes con esta trampa que se hizo el 2004. (…) para solucionarlo tuvimos reuniones con los distintos ministros del ramo y logramos que, finalmente, en el Ministerio de Vivienda de (Sebastián) Piñera mandara un proyecto de ley, que es lo que se aprobó hace unos días”, cuenta Patricio Herman, Presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad.
La promulgación del cambio en la ley permitirá recuperar 9.452 hectáreas reservadas para futuras calles y otras 15 mil que serán destinadas a parques urbanos. “Estos 26 cerros islas – que equivalen a 10 parques metropolitanos de Santiago – quedaron protegidos para poder ser preservados como parques, idealmente, para nuestras familias y que se puedan ir hacer picnic, a caminar y no estén cubiertos de concreto y construcciones como pretendían algunas inmobiliarias”, sentencia el alcalde de Lo Barnechea.
La lucha en tribunales
En julio de 2014 Felipe Guevara gritaba a los cuatro vientos –y sin excesiva preocupación- que contaba con dos demandas por parte de las inmobiliarias dueñas de cerros isla. Juicios que, asegura, siguen hasta hoy.
“Están pendientes. Son propietarios de terrenos que estaban en cerro isla y que querían construir edificios, casas, comercio etc. Y obviamente estuvieron impedidos de hacerlo por esta acción de la Municipalidad de Lo Barnechea. Y yo entiendo que no les haya gustado mi posición”, cuenta sobre su disputa en la Justicia con Inmobiliaria Parque Limitada e Inmobiliaria El Peñón.
Los juicios en cuestión corresponden a terrenos ubicados en dos de estos cerros y – en ambos casos – los propietarios solicitaban a la entidad que se les asignará la llamada Zona J. Es decir, que les permitieran la edificación de proyectos residenciales y no de equipamientos.
“Sencillamente no lo entendemos”, señalan de una de las inmobiliarias afectadas. “Llevamos años solicitando al alcalde que cumpla lo que le ordena la ley, asignar norma urbanística a nuestras propiedades, en conformidad a derecho. Es perentorio que explique a la opinión pública qué hizo diferente la inmobiliaria favorecida para que le hayan asignado la misma norma urbanística (zona J) que a nosotros nunca quiso otorgar”, explica una fuente de una empresa que recurrió a la justicia, que optó por reservar su identidad por el proceso que aún se encuentra en tribunales.