26 Octubre 2006

Los ciudadanos son los soberanos

Artículo publicado en "Urbanismo y Construcción" de El Mercurio. Jueves 26/10/06

El ciudadano es un portador de derechos, que como ser humano tiene el derecho de participar en el destino de su territorio. Como ciudadano se organiza y participa. Así de sencillo. El asunto se complica cuando autoridades que, sin respetarse a si mismas, temen que los ciudadanos se organicen, y aprueban o pretenden aprobar planes reguladores entre cuatro paredes, tendiendo un manto de opacidad sobre los procesos normativos. Esto ocurrió en La Reina y hoy sucede en San Ramón. También las cosas se complican cuando los ciudadanos se organizan y se sensibilizan técnicamente y son capaces de dar respuestas diversas a lo que pretende el alcalde – verdadero caudillo en el gobierno local -, propuestas con sustento técnico y político, en los que ellos redescubren su identidad barrial, el patrimonio intangible que existe en la población, en el barrio, en los universos simbólicos de las relaciones sociales y la infraestructura física y cultural. En Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo, por ejemplo, las autoridades no son capaces de entender que los ciudadanos son los soberanos y descalifican a sus propios electores. Por ejemplo, el concejal Longueira en Lo Espejo dijo que a los pobladores hay que tratarlos como cuando se vacuna a los niños “aunque no les guste igual se debe hacer”. Pero como ciudadanos no podemos dejar de pasar es el olvido que la prensa tiene a los sectores populares, pues en Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda, San Ramón y en muchas comunas más, han ocurrido procesos participativos en que los municipios verdaderamente desoyen a sus electores y éstos se ven sin voz y sin apoyos reales que les permita romper el cerco de poder que los gobiernos locales le imponen a estos sectores. Efectivamente, la prensa comunica y contabiliza los casos de Vitacura, Providencia, La Reina, Ñuñoa. Pero de Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda, San Ramón, y de otras comunas más, no se oye padre. Las relaciones de poder entre los ciudadanos organizados y las autoridades locales se modifican sustancialmente cuando la prensa interviene. Pues en caso contrario, el peso administrativo y político del alcalde por sobre su comunidad es enorme. Creo que es un deber de la prensa visibilizar a los sectores más postergados. La prensa, sí, nació para ser libre, no para ser justa, Pero es la libertad que ella proclama para sí la que debe ser ejercida de un modo tal que permita limitar el poder. Y eso lo hace simplemente dando tribuna a los ciudadanos, y sobre todo, a los más postergados.



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