Las obras de Costanera Norte trajo una devastadora consecuencia. El color de la vida desapareció para dar espacio a la devastación de toda la flora del sector, todo en pro del progreso que facilitará el tránsito vehicular del sector oriente de la capital.
Los responsables -la empresa española Sacyr- no tenía permiso de Conaf para talar esos gigantescos árboles que medían cerca de 30 metros y que tenían alrededor de 30 años. Dicen que el progreso tiene costos, sobre todo cuando se trata del medio ambiente. Esa esa la situación que se vive en Las Condes. Un panorama habitual para los que utilizan la autopista de Avenida Kennedy es el frontis del hotel Hyatt en Santiago, no solo por su fachada sino por el curioso y perdido moai que estaba en un área verde en el sector.
Hoy el escenario de la desorientada estatua de piedra volcánica traída de Isla de Pascua actualmente vive la misma deforestación que asoló a la afamada Isla en tiempos pretéritos. Debido a los trabajos concesionados de la autopista Costanera Norte, el paisaje que ahora observa la cara pascuense dista ser la de hace unas semanas. Todos los árboles de la zona (30 pinos principalmente) de al menos 30 años de antigüedad fueron brutalmente talados para dar paso a las obras.
Deforestación es la primera palabra que se puede venir a la cabeza al ver el lugar. Los pinos de más de 20 metros de altura fueron talados y sacados del lugar. El verde dio paso a un escenario desértico en aras del progreso. La empresa responsable de las obras es la conocida entidad de capitales españoles Sacyr, que gestionó la construcción de diversas autopistas anteriormente.
Más seco que un moai...
El moai ve desolado el nuevo paisaje.
El lugar será el destino de trabajos subterráneos en que un túnel será una salida desde Avda. Kennedy, lo que, lamentablemente, significó un grave ataque a lo que es el paisajismo del sector.
En una ciudad en que las autoridades llaman a dejar el auto en la casa, a propósito de los altos niveles de contaminación que afligen a los capitalinos, se elimina parte de la principal fuente de oxígeno y se aumenta la cantidad de kilómetros de las autopistas.
Para el presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, lo que se vive en Las Condes no es progreso, sino un crecimiento "depredador" que atenta contra la vida sana de todos los vecinos de la ciudad.
"Esto no es progreso, esto es un crecimiento acelerado depredador que lo único que busca es crecimiento económico a como dé lugar", manifestó Herman en entrevista con Cambio21
"Por un lado nos quejamos por tener una mala calidad del aire, consecuencia de malas políticas ambientales. Todo el mundo sabe que quienes aportan, principalmente, a las emisiones toxicas y que enrarecen el medio ambiente son los vehículos particulares, y aquí se está facilitando el desplazamiento de ellos, siguen haciendo autopistas, y por otro lado se siguen talando los árboles y no se tuvo la prevención de sacarlos con sus raíces y trasplantarlos a otro lugar", agregó.
Siendo el abogado del diablo, con la devastación de la zona, es de esperar que concluidos los trabajos, el lugar sea "reforestado" en un intento de que el verde del lugar reviva. Sin embargo, para el presidente de Defendamos la ciudad, considera que puede ser muy tarde.
Este sería el panorama de como quedará la zona
Esta es la proyección de como quedará la zona. Se esperan árboles, pero en varios años más
Según Herman, si se reforesta la zona "un árbol se va a demorar 25 años en tener el follaje y el tamaño de los que acaban de eliminar. De acuerdo a estudios científicos de la Universidad Católica, como consecuencia de la mala calidad del aire mueren 5 mil personas al año por enfermedades respiratorias".
"Lo único que hay que hacer en estas ciudades, que son megapolis, es obligar a la gente a cargar su bolsillo, para que usen transporte público o la gente de mediana edad use bicicleta, pero el automóvil hay que dejarlo en la casa", concluyó.
Es más, el propio Intendente Claudio Orrego lo decía en un programa de televisión anoche mismo: "No se debe sacar o derribar un árbol, porque nos ayudan notablemente a descontaminar". Sobre todo en una ciudad súper contaminada como Santiago. Y la pregunta se cae de madura: Los de la empresa Sacyr, ¿habrán tenido permiso de Conaf y del ministerio del Medio Ambiente para derribar y talar más de 30 árboles en una de las principales vías de la capital? En Conaf nos señalaron que no había llegado ninguna petición de talaje de tal cantidad de árboles en ninguna parte de Santiago y menos en la comuna de Las Condes. Además, adelantaron que llegarán en las próximas horas al lugar para investigar esta grave anomalía medioambiental.
Cambio21 también se contactó con la Municipalidad de Las Condes para recoger la impresión del trabajo; sin embargo, explicaron que las obras corresponden sólo al Ministerio de Obras Públicas (MOP), mientras que en este ministerio dijeron que se realizaron los estudios de impacto ambiental pertinentes.
Datos obtenidos por Cambio21, señalan que el moai y su plataforma de presentación más conocida como ahu, también será desterrado de este lugar. ¿Dónde? Nadie sabe donde irá a parar luego de su exilio forzado.
Fuente: http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20140901/pags/20140901183008.html