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Besalco -controlada por la familia Bezanilla- evalúa llevar a arbitraje el contrato firmado con Mall Plaza para la construcción del centro comercial de la filial de Falabella en la ciudad de Copiapó, y que le significaría a la constructora e inmobiliaria una pérdida de unos US$11 millones.
Fue en enero de este año cuando Besalco reveló que el centro comercial que la compañía está levantando en Copiapó le generaría la millonaria pérdida. La comunicación enviada a la SVS se fundamentó, dijo la empresa en aquella ocasión, en la ley 18.045 de Mercado de Valores, en cuanto a que se obliga a un emisor a divulgar en forma veraz, suficiente y oportuna toda información esencial respecto de sí mismo, de los valores ofrecidos y de la oferta.
Hasta aquella ocasión, estas eran disputas que se mantenían bajo siete llaves. Constructoras que se están enfrentando con operadores de centros comerciales. ¿El origen? Empresas como Mall Plaza mandatan la construcción de un nuevo mall. Cierran un contrato con una firma especializada. Hasta ahí, todo bien.
Los problemas, explican fuentes de ambas industrias, han llegado por los cambios en las especificaciones de la obra y el alza en el valor de los insumos y, principalmente, de la mano de obra. ¿Y quién se hace cargo?
“El arbitraje es uno de los mecanismos que se contemplan en el contrato. Ojalá podamos llegar a un acuerdo antes que a un arbitraje”, dijo a PULSO, Víctor Bezanilla, presidente de Besalco.
Esta es primera vez que el máximo directivo de la constructora se refiere a las negociaciones que mantienen con Mall Plaza para llegar a un acuerdo respecto a las responsabilidades de las partes en el encarecimiento de dicha obra.
“Fue una suma de cosas. El proyecto lo entregaron tarde y hubo interferencia del mandante, es decir, hubo cambios importantes en relación al proyecto inicial”, indica Bezanilla, quien detalla que “se demoraron en la entrega de planos y del terreno y, adicionalmente, Copiapó es una zona en la que ha subido mucho la mano de obra”.
Pese a ello, ambas empresas se encuentran conversando para llegar a un acuerdo.
Bezanilla explica: “Hay costos financieros importantes. El solo hecho de tener que financiar una pérdida implica costos que se arrastran por un tiempo”.
Esta difícil situación fue reconocida en su momento por la empresa en los estados financieros de la filial Besalco Construcciones correspondientes al ejercicio 2013, precisando que ésta fue el área que complicó a la compañía durante el año pasado.
“Hemos tenido fallas importantes en el área de construcción que nos ha hecho perder bastante plata. Tenemos problemas con el mall de Copiapó, con los hospitales (principalmente el de la misma ciudad) y con algunos contratos de vialidad. Ahora tenemos que transformar esa área de la empresa”, remata Bezanilla.
Un tema de Costos.
Este problema se está haciendo común entre mandantes y constructoras.
Entre las constructoras achacan responsabilidad a las empresas que mandatan la obra, que muchas veces superan los US$100 millones en inversión.
No obstante, los operadores de centros comerciales dicen que ellos firman contratos y que no se mueven de ese marco legal.
Hay varios juicios arbitrales por esta materia, tanto en la Cámara de Comercio de Santiago como privados.
Las constructoras prefieren no levantar mucho la voz, porque el adjudicarse un contrato para levantar un centro comercial le inyecta liquidez para realizar otros proyectos de oficinas y/o habitacionales. Y pelearse con un grande les puede significar perder para siempre para posibilidad de participar en el negocio de construir malls. Por eso, muchas constructoras evitan recurrir a la justicia. Hasta cuando se corta el elástico, dice una fuente del sector.