26 Septiembre 2006
RN:

URGE AVANZAR EN DESCENTRALIZACION DEL PAIS

El Instituto Libertad, perteneciente a Renovación Nacional, dirigido por María Luisa Brahm, está haciendo circular un comentario que apoya la urgencia por avanzar en el proceso descentralizador del país, estancado desde hace una década. El análisis cree pertinente implementar toda la legislación necesaria bajo "un criterio descentralizador", que sirva de parámetro unitario de las políticas públicas en organización de la institucionalidad, educación y economía regionales.

El siguiente es el análisis del Instituto Libertad: Descentralización: Oportunidad para el cambio en la toma de decisiones públicas Sin duda, la tramitación en el Congreso de los proyectos de ley que crean la región de Los Ríos, y de Arica - Parinacota, sumado al proyecto de reforma constitucional que establecerá como territorios especiales a Isla de Pascua y al Archipiélago Juan Fernández, han reactivado el interés y el diálogo sobre la descentralización, exigiendo de las autoridades la concreción de los cambios comprometidos durante años y respecto de un proceso que parece estar estancado desde hace ya más de una década. Da cuenta de ello no sólo las iniciativas que hoy se discuten en el Parlamento, sino también la expresión local de otros problemas tales como la educación, la focalización del gasto social o el acceso a zonas aisladas, que destacan la necesidad de abordarlos a través de herramientas descentralizadas, que permitan mayor autonomía de recursos y de gestión por parte de los niveles regionales y comunales. Son temas respecto de los que se está pidiendo urgentemente un modelo distinto de atención, cuyas respuestas no pueden seguir pasando por lo que se decida en la capital. Chile tiene una evidente heterogeneidad entre sus distintas localidades y regiones, realidad que resulta ser categórica para efectos de enfrentar los problemas y sus soluciones. De esta forma, la descentralización, en sus diferentes formas, se constituye en un imperativo para lograr un desarrollo armónico y equitativo de todos los territorios, existiendo suficientes experiencias que muestran que las instancias descentralizadas son más eficientes en la provisión de bienes y servicios a la comunidad, como también en la inversión que se ejecuta en el territorio específico donde operan. Y si bien existe un acuerdo transversal sobre la importancia del asunto que nos ocupa, no ha sido posible observar la voluntad política para concretar los instrumentos que se requieren para consolidar definitivamente el proceso de descentralización. En este sentido, creemos que es necesario reconocer que un proceso como el señalado precisa no sólo de herramientas aisladas, por muy buenas que éstas sean, sino también de la implementación de un “criterio de descentralización” que actúe como orientador del diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas, tendientes a acercar al ciudadano a la toma de decisiones, sin que ello signifique en ningún caso la pérdida del carácter unitario del Estado. En este marco, entendemos que la descentralización que debe llevarse adelante debe ser integral, abarcando tres áreas consideradas fundamentales para la efectiva eficiencia, legitimidad y modernización del aparato estatal; la política, la administrativa y la financiera. Para cada uno de estos ámbitos existen propuestas, muchas de ellas largamente esperadas y discutidas, que pudieran debatirse en el mediano plazo, tales como la creación de la figura del Presidente del Consejo Regional como representante de la ciudadanía en la región y contrapeso directo del Intendente; la elección directa de los consejeros regionales; la entrega de mayores facultades de control y fiscalización a los consejeros; la descentralización en la ejecución de algunos programas sociales, y la conveniencia de que los gobiernos regionales no sólo administren más recursos, sino que lo hagan a través de un presupuesto con mayor flexibilidad en su disposición. Así, el esfuerzo –de muchos y durante largo tiempo- por fortalecer el proceso de descentralización ya no sólo es la demanda directa por un mejor marco de gestión o la exigencia de determinadas modificaciones legales, sino que comienza a constituirse en una, hasta ahora distante, aproximación o modelo de toma de decisiones públicas, que en el largo plazo podría servir no sólo para poder entregar una mejor y más rápida solución a los problemas o demandas de la ciudadanía, sino que además, en una adecuada forma de canalizar los intereses y necesidades, previendo eventuales conflictos y anticipando las respuestas correctas. La descentralización, la entrega de mayores ámbitos de decisión fuera del centro, supone la concreción de una serie de propuestas como las antes señaladas, pero además requiere de un cambio sustancial en la perspectiva de las políticas públicas y el gobierno interior del país. No sólo se trata de una mayor confianza en las regiones o en las comunas, aquellas que no son o no están en la región metropolitana, que sobre eso ya se ha debatido bastante, sino que se vincula con el traspaso efectivo de poder y los recursos; de la toma de decisiones públicas en un escenario de mayor proximidad con quienes viven a diario sus propias realidades. Se trata de establecer un modelo de diseño, elaboración, ejecución y evaluación de políticas públicas en los más variados ámbitos, que en un marco de institucionalidad determinado –que evita el desborde sin resultados o la inacción de las autoridades centrales-, considera realmente la ciudadanía y la diversidad de un país unitario. Directora: María Luisa Brahm B.




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