Según el comparativo de las declaraciones de patrimonio realizadas por los parlamentarios al inicio y al final de su periodo, un 56% asegura que sus activos se mantuvieron o disminuyeron en sus 4 años en el Congreso.
El 11 de marzo se cierra la cortina y comienza un nuevo periodo legislativo en la Cámara de Diputados. Nuevo periodo aunque pocas caras nuevas. Y es que 80 de los 120 honorables se repetirá el plato tras haber sido reelectos en las pasadas elecciones de noviembre. Como sea esta es la semana en que derrotados y reelectos hacen el balance lo que fueron sus últimos 4 años en el Parlamento gozando de una dieta $5.647.104.
El resultado de ese ejercicio en cuanto a los activos de cada parlamentarios es disímil si se toman como base las declaraciones de patrimonio presentadas al Congreso al inicio y al término del periodo legislativo. El Dínamo analizó las 120 declaraciones de patrimonio disponibles en el portal de Transparencia que realizaron entre octubre y noviembre de 2013 y las comparó con las 120 declaraciones que hicieron los diputados cuando apenas habían asumido en el cargo, en abril de 2010. El objetivo era analizar cómo y cuánto cambió su situación financiera en estos 4 años.
Los resultados son variables, aunque ninguno es pobre. Autos del año y casas de lujo son parte de las nuevas adquisiciones. El 44% declara que su patrimonio es mayor que hace 4 años y en promedio, dejan la Cámara con más de 250 millones en activos. Pero también se van amarrados: el 45% asegura que tiene más deudas que en marzo de 2010, que en promedio llegan a los 90 millones de pesos y se explican por créditos de consumo e hipotecarios con casas comerciales.
Sin embargo, estas cifras no son del todo fiables. Tal como explicó este medio hace un mes, la declaración de los bienes y valores es totalmente voluntaria para los parlamentarios, por tanto pueden optar por no informar el valor de sus propiedades.
Desorganización y falta de transparencia
Los honorables que esconden la billetera sí que son mayoría. 85 de ellos -el 70%- no declara el valor de por lo menos una de sus propiedades -en las dos declaraciones analizadas por cada uno- ya sean casas, autos, acciones, etc. Si bien ningún color político se salva de esta cuestionable práctica, la UDI parece ser el principal experto en la materia, con 11 diputados que no declaran ningún precio. Entre ellos destaca José Antonio Kast con inversiones en 16 sociedades distintas, pero ningún valor.
Gran parte de las variaciones entre las dos declaraciones analizadas se da precisamente por esta falta de transparencia, sumados a gran nivel de desorganización y disparidad en la información: Diputados que valorizan sus bienes en una, pero no lo hacen en la otra.
Por ejemplo, uno de los casos más llamativos es el del radical José Pérez, quien pasa de tener $1.010.000.000 en 2010 a $0 en 2014. Tiene las mismas casas, autos y acciones, solo que en la última declaración no valoriza ninguna.
El caso contrario a Pérez es el del RN Frank Sauerbaum, quien pasa de no declarar absolutamente ningún bien en 2010 a tener casas, autos y acciones en 2014, valorizadas en 90 millones de pesos. En la tienda de Antonio Varas también destaca René Manuel García, quien tenía un patrimonio cercano a los mil millones en 2010 y termina sus 4 años como honorable con 96 millones. El caso es claro: dice tener los mismos bienes que antes -a excepción de dos autos-, solo que en la primera declaración valorizó sus acciones y sociedades y en la última no lo hizo. Solo entrega el valor su departamento en Temuco.
Son también varios los casos de los honorables que, según su declaración, deberían haber aumentado su patrimonio, pero producto de la falta de información en los valores no lo hacen. Los comunistas – de los menos pudientes según el ránking- no se salvan de esta cuestionable práctica. El diputado Lautaro Carmona pasa de 86 a 82 millones de patrimonio, pero detalle no dice eso: Entre 2010 y 2013 adquirió 4 autos nuevos -dos Hyundai New Tacson de 2010 y 2011 y dos Hyundai Accent de 2010 y 2013. No declara el valor de ninguno.
Por su parte, el PPD Guillermo Ceroni declara 70 millones menos en 2014 que en 2010, siendo que durante el período adquirió acciones -no valoradas- en Antarchile, CFR Pharmaceutical, Banco de Chile y Latam airlines.
Otro caso curioso es el de la diputada UDI María Angélica Cristi, quien pasó de tener cerca de 1.500 millones declarados en 2010 a tener “solo” 160 millones en 2014. ¿La razón? Ocho propiedades que aparecen en su primer testimonio. Lo llamativo es que ninguna de estas es de después de 2010. También dejó de invertir en Inversiones Crisol, lo que aportaba gran parte de su patrimonio.
Caso aparte es el actual presidente de la Cámara, Edmundo Eluchans. El gremialista es, por lejos, el más pudiente de todos, con un patrimonio que alcanza los $3.494.470.436, principalmente gracias a su inversión de más 1.400 millones en la Agrícola Los Pumas Ltda. Aún así, mantiene 7 otras inversiones sin valorizar, aunque su participación en estas no supera el 5%.
Los que solo declaran deudas
Aunque ”esconden la billetera”, muchos si se muestran dispuestos a enseñar sus deudas. Son 23 los que en ninguna de las declaraciones analizadas no valoran ningún bien, pero sí muestran sus compromisos con casas comerciales. Y aquí, nuevamente, la UDI es mayoría, con 11 de esos 23.
El caso más significativo es el del antes mencionado José Antonio Kast. Posee una propiedad, dos autos y acciones repartidas en 16 sociedades, ya sean agrícolas o inmobiliarias. De ninguna declara el valor, lo que sí hace con su crédito hipotecario de 1800 UF (1 millón de pesos) en 2010 y dos créditos comerciales en 2014 que acumulan 114 millones.
María José Hoffman (UDI) tampoco se salva: Entre las dos declaraciones analizadas, ella y su cónyuge -tomado en cuenta al no haber separación de bienes- no valoriza sus 5 viviendas, 2 Hyundai Veracruz y participación en dos sociedades. Las cifras que sí se saben son los 439 millones de deuda en créditos hipotecarios con que termina su período legislativo.
El gremialista Ignacio Urrutia es otro caso. Entre 2010 y 2013, cambió su Jeep Chevrolet Captiva del año 2010 por uno del 2012 y le sumó a su participación en 7 sociedades distintas -agrícolas, ganaderas e inmobiliarias-, la sociedad Ganadera Parral SA, en la que posee el 16,2% de los derechos. Esto sumado a sus dos viviendas, una bodega y dos estacionamientos. En total, no valoriza ninguna. Solo sus 40 millones de deudas.
La lista de los que solo están endeudados incluye al diputado por Amplitud Joaquín Godoy, a la senadora electa por la DC Carolina Goic, a los radicales Marcos Espinosa y Carlos Jarpa, los socialistas Juan Castro y Denise Pascal, el PPD Orlando Vargas, los RN Gaspar Rivas, Marcela Sabat y Germán Verdugo y los UDI Eugenio Bauer, Sergio Bobadilla, Giovanni Calderón, Issa Kort, Fernando Meza, Claudia Nogueira, Iván Norambuena, Manuel Rojas e Ignacio Urrutia. La lista la completa el PRI Pedro Velasquéz.
Los que se enriquecieron
Entre quienes declaran más bienes que en 2010 -valorizando gran parte de ellos- hay algunos casos que llaman la atención.
El DC Eduardo Cerda aumentó sus 1.500 millones que declaró en 2010 a 2.600 millones en 2014, producto del aumento de valor de sus viviendas y de sus sociedades. Inversiones El Maitén -de la cual es dueño del 100% de los derechos- subió su valor de 1.200 a 2.000 millones.
El también falangista Víctor Torres, pasó de 0 a 100 millones en cuatro años, explicados en parte por su nueva vivienda en Valparaíso y por valorizar sus autos y acciones.
Entre los más pudientes de todos está el PPD Patricio Hales, quien transformó sus 1.200 millones de 2010 en la interesante cifra de 2.500 millones. Este aumento se explica por el alza en la valoración de las 12 propiedades a su nombre -entre las que se incluyen cuatro parcelas en Rancagua, dos casas en Santiago, una “cabaña de veraneo” y un departamento en Zapallar- y en sus acciones repartidas por Antar, Watts, Enersis, etc.
Los transparentes
Hay dos casos que vale la pena resaltar por transparencia. Es decir, los que lo declaran todo, no solo sus casas y vehículos.
El nuevo ministro de Defensa Jorge Burgos está entre los más millonarios que deja la Cámara, principalmente porque, a diferencia de otros, valoriza sus acciones, sus cuentas corriente y su participación en fondos mutuos. Incluso le pone número a sus dos caballos fina sangre y a las pinturas y muebles que tiene en su hogar. En total, suma $717.085.186.
Pero aquí el que más se escapa a la regla es el también falangista Sergio Ojeda. No solo valoriza su vivienda, vehículos y cuentas corriente. También incluye sus televisores, computadores, equipos de radios, muebles de oficina, objetos de arte y “elementos domésticos”.