Defendamos la ciudad

Saitz explicó que han insistido ante el Core para que envíe nuevamente la modificación al plano regulador de Santiago, que permite instalar una población en el sector aledaño al reactor que colinda con las comuna de La Reina y Las Condes, pero que la Contraloría rechazó en dos oportunidades hasta que no presentaran un estudio de impacto ambiental "Hay normas internacionales, de la Corema y disposiciones internacionales sobre energía nuclear que así lo estipulan y que hay que respetar antes de liberar el terreno para construir estas viviendas", afirmó el consejero, que fue uno de los disidentes a la votación que aprobó la propuesta de la Comisión de Desarrollo Urbano e Instrumentos de Planificación de reingresar a la Contraloría General de la República el proyecto de modificación del uso de suelo de los terrenos. "Quieren desafectar 27 hectáreas, cuando solamente necesitan tres para instalar a cerca de 700 mil familias de escasos recursos. Nosotros rechazamos definitivamente que se siga instalando gente de escasos recursos en zonas de riesgo. Por eso pedimos que la Contraloría rechace este instrumento (propuesto por la CORE), porque no ha cambiado nada", aseguró Saitz. Por su parte, Accorsi admitió que en caso de que se apruebe el proyecto inmobiliario sin tener en la mano el estudio de impacto ambiental, las personas que viven cerca de sectores con alto índice de emanación de energía nuclear pueden quedar expuestas a contraer una serie de enfermedades asociadas a una baja del sistema inmunológico o leucemia, entre otras.