Cambiar el Plan Regulador de Providencia, vigente desde 2007, es uno de los principales puntos en la gestión de la alcaldesa Josefa Errázuriz, quien definió tres líneas clave para este proyecto: integrar la participación ciudadana en la toma de decisiones, limitar la construcción en altura y potenciar la identidad de los barrios.
Entre estos puntos, destaca la implementación de restringir la condición de nuevos edificios, autorizando sólo inmuebles de cuatro pisos. El jefe de la Secretaría Comunal de Planificación, Nicolás Valenzuela, destacó que el proceso cuenta con cabildos territoriales, lo que refleja un cambio en el manejo del municipio a la hora de considerar la soberanía de los vecinos sobre el territorio.
“Tenemos cuatro prioridades, una de ellas es la compatibilidad de generar una densificación de la comuna en relación a la carga vial. Hay otros temas, uno de ellos es la protección de inmuebles patrimoniales, densificar de manera sustentable, sin que nuevos vecinos sea dañar los barrios. Finalmente, un punto fundamental es hacerlo de manera participativa, con los vecinos, porque ese es el sello de la gestión de la alcaldesa”, dijo.
En este sentido, el emplazamiento del Costanera Center, el rascacielos más grande de Sudamérica y la consiguiente sobrecarga del tránsito vial es uno de los puntos a considerar, además del encarecimiento de los suelos y el consiguiente valor de las nuevas propiedades.
Al respecto, el urbanista Alberto Gurovich, académico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, destacó tres ejes contemplados en la elaboración del proyecto: “Providencia tiene tres problemas que originan las limitaciones: Hay una infraestructura de alcantarillado que no podría sostener un desarrollo como el actual. Está el manejo de la imagen urbana, en una de las pocas comunas que se preocupa del diseño. Una tercera condición es el proceso de consulta a la comunidad, de participación comunitaria”.
La Cámara Chilena de la Construcción ha señalado que este programa impide la llegada de nuevos vecinos y encarece las propiedades.
En una línea similar, el urbanista Iván Poduje, Jefe del Magíster en Desarrollo Urbano de la Universidad Católica, apuntó que la limitación de construcciones “elitiza” la comuna, quien señaló que “cuando reduces la construcción, tiende a elitizar, lo que hace comunas más caras. Eso tiene un beneficio para los actuales habitantes, los que rechazan los cambios, porque sus propiedades suben de valor, tienen menos impacto, y se distribuyen entre menos un territorio con muchos atributos. Si no se maneja bien, la comuna es excluyente, entonces hay que tener cuidado por dónde se plantean los edificios de cuatro pisos, porque en terrenos muy caros, son productos exclusivos que dejan mucha gente fuera”.
Por su parte, el presidente de “Defendamos la Ciudad”, Patricio Herman, subrayó en el impacto que registra el aumento de edificios en comunas como Ñuñoa o Santiago, quien señaló que más allá de una medida autoritaria, la decisión pasa por buscar un equilibrio.
Herman indicó que “en Santiago hay sectores sólo de torres, la gente no recibe el sol, hay congestión vial, entonces Providencia va en la línea correcta. La alcaldesa no está congelando con extrema densidad baja, sino que va buscando el equilibrio”. Según lo contemplado por el municipio, este año se recogerá la opinión de los vecinos, para iniciar mesas de trabajo durante 2014, de cara a la votación del nuevo plan para el 2015.