De nuestra copnsideración, Adjuntamos referencia a trabajo reciente de CENDA, que puede ser de su interés. El mismo está disponible en http://cendachile.cl/node/37 . En síntesis algunas de las conclusiones del mismo: 200 grandes empresas privadas del país y unos pocos fondos de inversión externos, han recibido el 80% de los fondos de pensiones. El Estado y empresas estatales han recibido el 20% restante. En el caso de los fondos invertidos en Chile, el 30% está en 5 grupos, y el 50% en 13 grupos. En el caso de los fondos en el exterior, el 50% está en 8 fondos de inversión. Los principales receptores son los grupos españoles, que a su vez controlan dos grandes AFP. Ponce Lerou ha recibido 450 millones de dólares, mucho más que CODELCO. El flujo de cotizaciones previsionales crece constantemente y alcanza de sobra para pagar pensiones equivalentes a las del INP a casi todos los adultos mayores. Dicho flujo alcanza a 1.9 billones de pesos anuales (las pensiones no asistenciales del INP cuestan 1.5 billones anuales), y crece al 6% anual mientras los adultos mayores crecen al 3%. En todas partes, y en Chile hasta 1981, dicho flujo se utiliza para pagar pensiones directamente, “al tiro.” Desde 1981, dicho flujo se ha traspasado íntegramente a los grandes emisores de instrumentos financieros que adquieren las AFP, principalmente grandes grupos como se ha mencionado, y a estas últimas empresas, y sus Cías de seguros coligadas. Todas las pensiones que han pagado las AFP y Cías de seguros se han financiado íntegramente con los bonos de reconocimiento. Entre 1990 y 2005, la suma de beneficios a los pensionados AFP alcanza a 4.46 billones de pesos, y los bonos de reconocimiento a 4.40 billones. Si se consideran las AFP y las Cías de seguro relacionadas como un sistema, los afiliados han depositado en éste 23 billones de pesos en cotizaciones, y el Estado ha aportado 4.40 billones en bonos de reconocimiento, desde 1990 al 2005. En el mismo período, los afiliados han percibido 4.46 billones en beneficios previsionales, con lo cual su aporte neto ha sido casi igual a las cotizaciones, es decir, 23 billones de pesos. Al mismo tiempo, el fondo ha crecido de 4.2 billones en 1990, a 38 billones el 2005 (pesos 2005), un incremento de 33.6 billones. Los haberes de los afiliados en el período (beneficios +incremento del fondo) se han financiado en un 60% por las cotizaciones, un 12% por los bonos de reconocimiento, y en un 28% por la revalorización del fondo mismo (intereses, ganancias, etc.). Sin embargo, los aportes netos de los afiliados al sistema (cotizaciones+bonos reconocimiento-beneficios), han arrojado una rentabilidad neta de 3.5% anual. En otras palabras, el sistema de AFP representa un traspaso de cuantiosos recursos desde los asalariados y el Estado (por los bonos) hacia los grandes grupos privados, a una muy baja tasa de retorno. Atentamente, CENDA