Defendamos la ciudad

Señor Director: Como es conocido, están en marcha cuatro megaedificios y siete mil 500 estacionamientos en un sector hoy saturado entre la ex CCU y la Portada de Vitacura sobre la Costanera Andrés Bello. Los efectos no se harán esperar. Todos sabemos que una cosa es hacer más y más subterráneos, y otra distinta es ingresar y sacar de ellos siete mil 500 vehículos en las horas punta. Baste decir que la Costanera Andrés Bello tardaría una hora en vaciarlos y otra en hacerlos entrar al ritmo de dos mil 500 vehículos por hora (catástrofe que afectará a conductores que hoy cruzan frente a la Portada hacia Vitacura, Las Condes o Lo Barnechea). Es tiempo de que los ministerios de Transportes, Vivienda y OO.PP. impongan criterios y proyectos globales y las obras imprescindibles financiadas por los desarrolladores inmobiliarios. ¿Quiénes estarán dispuestos a comprarse el taco más grande de Chile invirtiendo en los edificios de Titanium, Paulmann y el Corporativo CCU en las comunas de Las Condes y Vitacura, para no mencionar las tres torres de 25 pisos del estadio Santa Rosa de la Universidad Católica excluidas del cálculo, que no tienen otra entrada ni salida principales que estas dos vías para acceder a la futura Costanera Sur? ¿Quién pagará la modificación de la Rotonda Pérez Zujovic actualmente colapsada? Un auto al lado de otro puede bloquear por horas el punto donde concurren las tres comunas con siete mil 500 vehículos adicionales. Dicha Rotonda Pérez Zujovic debe ser enteramente transformada para aceptar mayores flujos en varios niveles, existiendo ya algunos estudios al respecto. Cálculos preliminares señalan que cada nuevo estacionamiento en el sector debe aportar —meses antes de entrar en servicio— un mínimo de 100 UF al mejoramiento vial, compensando así con obras viales los costos sociales de los vehículos. El futuro ministro de OO.PP., Eduardo Bitrán, tendrá la palabra y poco tiempo para decidir el camino a seguir. Entretanto, los edificios avanzan. Ramón Delpiano Arquitecto