Defendamos la ciudad

Con satisfacción recibieron en la Fundación Defendamos la Ciudad, el dictamen de Contraloría que determinó una serie de irregularidades en la construcción del polémico Centro Comercial Paseo Chiloé en Castro, perteneciente al grupo Pasmar.

Del ente contralor emanó un informe en donde se enumeraban una serie de vicios, como la aprobación del estudio sobre el sistema de transporte urbano, EISTU, pese a que infringe lo dispuesto en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Además, se detectaron anomalías respecto de la edificación, la cual declara una carga de ocupación de 999 personas y 149 estacionamientos, siendo que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo había autorizado un equipamiento menor.

Por lo mismo, se ordenó a la unidad de sumarios de la Fiscalía de Contraloría General para que se investiguen las actuaciones de las reparticiones públicas participantes del proyecto y se determinen las responsabilidades administrativas del caso.

Para el presidente de la fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, “la Contraloría, en rigor, debió haber trasladado todos los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado y al Ministerio Público, para que estos órganos de la administración sigan investigando”. Herman estima que “la cosa es muy grave”, aunque “no puedo asegurar que hubo una colusión pública-privada, porque no me consta, pero es muy sospechoso que las autoridades municipales de Castro hayan sido tan obsecuentes con el titular de este proyecto”, señaló.

Para Herman, los antecedentes presentados por la Contraloría demuestran que el proceso habría presentado deficiencias en que “para otorgarse el permiso de edificación, ese titular debe tener aprobado previamente el estudio vial. La Contraloría declaró ilegal el EISTU parcial, por lo tanto no existe un permiso de edificación. Es decir no hay nada, está todo viciado”, concluyó.

En el documento se observa además que en los planos de planta del proyecto se omitió la superficie de las bodegas de los pisos 3 y 4, lo que incide en el número de estacionamientos requeridos.

De acuerdo a lo dispuesto en el Plan Regulador Comunal de Castro, este centro comercial requería un número superior a 150 estacionamientos y debía contar con un EISTU previo al otorgamiento del respectivo permiso; un permiso ausente según Patricio Herman.

Por su parte, Pasmar informó mediante un comunicado, que Contraloría emitió un dictamen sin haber solicitado los argumentos de la empresa ni de la Municipalidad, aclarando que los permisos de construcción son completamente válidos y se encuentran vigentes.