Encuestas favorables, un perfil idóneo, trayectoria en la comuna gracias a su pasado como diputada, joven, mujer. Todo aparentemente a favor de la ex timonel del PPD, Carolina Tohá, quien se ha perfilado este tiempo como la mejor carta de la oposición para arrebatarle la alcaldía de Santiago a Pablo Zalaquett (UDI). Pero el contexto de alto rechazo ciudadano que arrojan las encuestas a la clase política y por ende, la desafección que impera con las coaliciones tradicionales, ha sido caldo de cultivo para grupos emergentes y movimientos ciudadanos. Estos barajan levantar una candidatura alternativa a lo que llaman el “duopolio” de la Concertación y la Alianza, lo que no deja de ser un reflejo de los tiempos que corren, en que el alto rechazo al gobierno de Sebastián Piñera (58%) difícilmente logrará ser capitalizado por una oposición unida.
Una encuesta cara a cara a mil casos realizada por la consultora Feedback –entre el 11 y el 27 de mayo– en la comuna de Santiago, dejó a Tohá en un muy buen pie para la elección de octubre. Entre los nuevos electores gracias a la inscripción automática, un 50% confiesa que votaría por ella, mientras que sólo un 32% dice que lo hará por el alcalde UDI, quien en el mismo sondeo obtiene una mala calificación a su gestión: en áreas claves como salud y control del comercio ambulante obtuvo nota 4.0, mientras que en educación, pavimentación y veredas, medio ambiente y seguridad oscila entre el 3.9 y el 3.5.
“La competencia con un alcalde en ejercicio siempre es vista cuesta arriba y en Santiago hay una opción progresista para ganar ese municipio. De enero a la fecha se ha ido ganando terreno. Ahora tenemos una ventaja de cinco puntos (…) tengo un pronóstico optimista, pero no confiado, pero me acuerdo que el 2008 cuando Zalaquett compitió con Jaime Ravinet dijo que a caballo pillado, caballo ganado…”, precisó Tohá.
Pero en esta comuna existe el colectivo Por un Santiago a Escala Humana, que aglutina unas 60 organizaciones civiles, una suerte de tercera vía que también tiene vínculos con partidos “chicos” como el PRO, Chile Primero, el MAS y el Partido Humanista.
Las cartas que barajan hasta ahora como candidatura alternativa son el urbanista Patricio Herman, el dirigente ambiental Luis Mariano Rendón y el ex intendente Marcelo Trivelli, alejado hace unos años de las huestes de la DC y la Concertación.
Tanto el PRO como Chile Primero, donde está el también ex DC Tomás Jocelyn-Holt, han pensado en Herman como nombre de consenso, aunque el partido de Marco Enríquez-Ominami evalúa además la opción de postular a Trivelli.
“Hay que conformar la necesaria tercera vía en el espectro político del país y en tal sentido lograr una candidatura de consenso al interior de las organizaciones que la componen, tener un candidato a alcalde de Santiago que compita de igual a igual con Tohá y Zalaquett, ambos representantes del establishment, dijo Herman.
Mañana al medio día, este colectivo dará a conocer su definición, aunque hay que precisar que Herman ha insistido en que no se considera la persona más idónea y prefiere que Rendón asuma el desafío. Quien sea el “ungido”, deberá empezar inmediatamente una campaña de recolección de las 488 firmas que necesitará para inscribir esta candidatura independiente en el Servicio Electoral a más tardar el 31 de julio, día en que expira el plazo para que todos los competidores en los comicios de octubre registren sus postulaciones.
Cabe precisar que las definiciones de Trivelli y el PRO seguirán en suspenso más allá del sábado, ya que aún no han resuelto el camino a seguir y puede que dilaten hasta último momento la decisión.
LA OPORTUNIDAD
Si bien el nombre es relevante, también lo es el síntoma de lo que sucede con la oposición en Santiago. “Se está generando un nuevo escenario a tres bandas, una tercera candidatura, es un adelanto, casi una suerte de experimento para empezar a construir una oposición a los dos grandes grupos políticos, la Concertación y la Alianza que son lo mismo”, añadió Herman.
Sin embargo, con una dispersión de votos en la centroizquierda, inevitablemente el escenario se pone complejo. “Dada la composición electoral de la comuna de Santiago, cualquier candidatura alternativa daña a la opción del sector a la que pertenece”, precisó el vicepresidente del PPD, René Jofré.
Desde el colectivo y Chile Primero apuestan a que se está conformando una nueva realidad política, que les permite posicionarse ante la opinión pública y ganar espacios. En ese sentido, precisan que es clave “inmunizarse del chantaje político de la Concertación”, que siempre prende las alarmas del síndrome del “Cura de Catapilco” y un triunfo de la derecha, cuando surgen cartas alternativas.
Considerando que en la mayoría de las encuestas el nivel de aprobación que reciben la Alianza y la Concertación bordea a duras penas el 20%, queda un amplio margen de ciudadanos descontentos, donde los grupos emergentes pretenden sentar bases futuras.
Los análisis en la Concertación reconocen que no se puede ocultar la falta de unidad en la oposición y lo difícil que es en esta etapa unir las huestes con el discurso de sacar a la derecha de municipios política y electoralmente claves.
Más de uno agrega que mal pueden pedir cohesión en la oposición, si la propia Concertación optó por competir en listas separadas de concejales, marcando un peligroso precedente de dispersión.
En el bloque del arco iris saben que no hay interés del PRO, Chile Primero ni de los movimientos sociales en que a la Concertación le vaya bien electoralmente, porque esta es una buena oportunidad para los partidos y organizaciones chicas de ganar visibilidad.
Hay una lógica que ya se instaló desde las presidenciales del 2009 de la mano de la candidatura de Enríquez-Ominami, de no confluir al final del camino en torno a la mejor opción, ya que la ganancia política está precisamente en la diferenciación y la superación de la Concertación.
SINGULAR EMPATE
Tohá está consciente que cualquier candidato alternativo le genera ruido a sus opciones de desbancar a Zalaquett. “Es entendible, Santiago es una vitrina para posicionar a personas y grupos políticos, eso es legítimo (…) hasta el último momento intentaré generar los espacios de entendimientos necesarios, pero después de la inscripción en el Servicio Electoral, voy a trabajar para ganar”, dijo la ex diputada.
Sin embargo, con una dispersión de votos en la centroizquierda, inevitablemente el escenario se pone complejo. “Dada la composición electoral de la comuna de Santiago, cualquier candidatura alternativa daña a la opción del sector a la que pertenece”, precisó el vicepresidente del PPD, René Jofré.
Es que las cifras hablan por sí solas. En Santiago se puede hablar de un permanente empate de las fuerzas políticas y bastan algunos ejemplos para graficar: en la segunda vuelta de enero del 2010, Piñera logró el 52,8% y Eduardo Frei, 47,2%; pero cuatro años antes, las cifras se invirtieron. En ese balotaje Michelle Bachelet sacó el 52% y Piñera un 48%. El año 2000, la tendencia nuevamente cambió en el enfrentamiento entre Ricardo Lagos (48,3%) y Joaquín Lavín (51,6%).
Si bien esto marca una tendencia, hay que considerar que hay diferencias sustanciales entre las elecciones presidenciales y municipales. Pero en Santiago, a nivel de alcalde y desde que se estableció la elección separada de los concejales (año 2000), los resultados de las urnas vienen a comprobar que un abanderado por fuera desde la vereda de la centro izquierda puede ser un verdadero dolor de cabeza para Tohá.
El 2004, el candidato de la Concertación fue el aún PPD Jorge Schaulsohn, quien obtuvo un 45,7%, mientras que la carta de la izquierda, Amaro Labra, sacó el 5,1%. En esa elección el abanderado de la Alianza, Raúl Alcaíno (49%), se quedó con la apetecida alcaldía de Santiago.
Cuatro años después, Alcaíno le entregó el sillón a Zalaquett (47,24%) que ganó terreno ante la dispersión de votos en la vereda del frente: Jaime Ravinet –aún DC entonces– sacó el 35,9%; el candidato PC, Manuel Hernández, un 7,1% y el independiente Ricardo Israel el 9,63%.
Con estos ejemplos no es de extrañar que haya preocupación en las filas concertacionistas, dado que Santiago es considerada una de las disputas emblemáticas para marcar un hito de triunfo la noche de la elección.
Por ello, en el PPD diversos actores mantienen abierto el diálogo con el PRO estas semanas, tratando de hacer primar la lógica de que un candidato por fuera sólo hará que gane la derecha.
“Siempre construir entendimiento es difícil, el gran dilema de la izquierda ha sido como revertir tendencia a la segmentación. El punto es que la necesidad de instalar ideas propias no se sobreponga a la necesidad de construir mayorías”, sentenció Tohá, quien ahora no sólo tendrá que preocuparse del alcalde UDI.
06 Julio 2012
La alianza de partidos chicos que complica carrera municipal de Tohá en Santiago
En el colectivo Por un Santiago a Escala Humana aseguran que se está conformando una nueva realidad política. Una que les permite posicionarse ante la opinión pública y ganar espacios. Por eso, para ellos es clave “inmunizarse del chantaje político de la Concertación”, que según dicen, amenaza con triunfos de la derecha cuando surgen cartas alternativas. En este bloque, que podría debilitar la opción de la ex presidenta del PPD, asoman nombres como Luis Mariano Rendón, Patricio Herman o Marcelo Trivelli. El Mostrador 06 julio 2012.
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