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En un informe evacuado el 28 de diciembre pasado, la Contraloría Regional de Valparaíso objetó la puesta en funcionamiento de la nueva pista de aterrizaje que la Fuerza Aérea de Chile (FACh) construyó en su base de Quintero, debido a que fue emplazada en un terreno cuyo uso de suelo está destinado a la forestación y no a infraestructura de recintos aeroportuarios.

La obra tuvo una inversión de US$ 30 millones y está inscrita en el proyecto de modernización "Fénix", impulsado por la FACh. Con 2.440 metros de largo y 30 de ancho, fue ubicada en esa localidad por una definición estratégica que la entidad castrense adoptó para operar sus aeronaves y medios en la zona central. Además, está destinada a ser alternativa a los vuelos comerciales en caso de cierre del aeropuerto Arturo Merino Benítez.

El alcalde de Quintero, José Varas, recordó que la pista debió ser puesta en funcionamiento en septiembre del año pasado. "Pero se ha entrampado administrativamente, se ha dilatado por este problema del cambio de uso de suelo", dijo.

El informe fue evacuado por el área de infraestructura y regulación de la Contraloría Regional de Valparaíso ante una consulta efectuada por el presidente de la comisión de ordenamiento territorial del Consejo Regional, Manuel Millones.

"La parte de la pista aérea correspondiente a la ampliación se emplaza efectivamente en el área de forestación descrita en el PIV (Plan Intercomunal de Valparaíso), por lo que en tal situación correspondería objetar la puesta en funcionamiento de dicha obra", señala el informe. Según la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, un recinto aeroportuario sólo puede emplazarse en un área destinada a infraestructura.

Millones explicó que esta situación fue prevista. "Sin embargo, fue desestimada, tanto por el municipio, el Ministerio de la Vivienda y la Subsecretaría de Aviación", precisó. Recordó que la obra se justificó debido al cierre del aeródromo de Cerrillos, en la Región Metropolitana, "y pese a su gran costo, no puede operar por una torpeza".

Única salida

Pese a los anuncios oficiales que consignaban el término de los trabajos en la pista para fines del año pasado, ayer el subsecretario de Fuerzas Armadas, Alfonso Vargas, aseveró que aún faltan detalles para su entrega oficial, programada para marzo.

La autoridad explicó que la construcción de instalaciones militares está exenta de permisos ante la Dirección de Obras Municipales. "Cuando se hila más fino, se llegó a esta situación. Pero hay que buscarle alguna salida. No sería lógico que alguien se la negara", aseveró.

A través de su Departamento de Comunicaciones, la FACh dijo haber cumplido la normativa vigente. "Las FF.AA., según la actual legislación, pueden construir, sin importar las características de uso de suelo que se hayan definido previamente. La pista Aérea de la Base Aérea de Quintero ha sido considerada como una obra de importancia para la seguridad nacional. Aún si una parte de ella no ha sido completamente desafectada en cuanto al uso del suelo", señaló.

Pese a ello, ayer el seremi de Vivienda, Matías Avsolomovich, dijo que la única vía para regularizar es reemplazar el actual Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso (Premval), que data de 1965. El nuevo está tramitándose desde hace 19 años, pero hace un año logró la resolución de calificación ambiental y el viernes pasado fue ingresado al Consejo Regional.

Éste tiene 90 días para aprobarlo y luego Contraloría debe tomar razón. "El Premval es prioridad uno para resolver ése y numerosos problemas sociales. Llamamos al Core a tramitarlo rápido para que entre a regir en 2012", dijo el seremi.

Manuel Millones prevé que varios puntos conflictivos dificultarán que sea expedito.

LEY DE SISMOS
El municipio trató de cambiar el uso de suelo acogiéndose a esta ley, lo que se rechazó.

Realizan observaciones al aeropuerto de Chiloé
La incorrecta adhesión de las tejuelas a los techos de las instalaciones, "presencia de humedad en los muros revestidos con siding de fibrocemento, junto al módulo de servicio de extinción de incendios, con acumulación de agua", la acumulación de agua al interior de las cámaras eléctricas y el no cumplimiento del ancho mínimo de los pasillos. Esas son algunas de las observaciones que presentó Contraloría en un informe evacuado en enero respecto de la ejecución de los trabajos en el aeródromo de Chiloé.

El proyecto tiene una inversión de $16 mil millones, se emplaza en el sector de Mocopulli, localidad ubicada entre Dalcahue y Castro, y será el más moderno de la red secundaria de terminales del país.

Su apertura se prevé para mediados de este año, y por ello, el Ministerio de Obras Públicas afirma que se encuentra reparando cada uno de los alcances hechos en los informes del ente fiscalizador.