Defendamos la ciudad

Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Santiago en 1987, cuentan que hizo un comentario jocoso sobre la presencia de tantas antenas de radiodifusión alrededor de la imagen de la Virgen, en el cerro San Cristóbal. Mito o verdad, desde hace más de 20 años que el Arzobispado de Santiago -propietario del terreno donde está la estatua- había luchado por sacar esas estructuras que eclipsaban a la estatua, ahí presentes desde la década del 60. "A mí no me consta, pero se suele contar esa anécdota y, desde entonces, se habló de la 'Virgen de las antenas'. Por eso era importante sacarlas del sector", recuerda el sacerdote Rodrigo Tupper, vicario del Arzobispado de Santiago.

No era sencillo sacarlas. Arrendarles ese espacio a las radioemisoras y a canales de televisión significaba un importante ingreso para el Arzobispado. Pero hace siete años, la entidad comenzó un largo proceso para retirarlas, uno que culminó sólo hace dos semanas. "Lo que hicimos fue unificar las seis antenas repartidas y dejarlas en una sola torre", apunta Tupper.

Hace pocos días se retiró la última. Alcanzaba los 80 metros de alto y se podía ver con claridad si se transitaba de sur a norte por calle Seminario, según explica Tupper. La que quedó -y que alberga a varias radios y a Mega- está en la parte nororiente del terreno y alcanza los 90 metros. "Nos hubiera gustado eliminarlas todas, pero con la que queda financiamos la mantención del santuario", reconoce Tupper.

Las antenas que rodeaban a la Virgen no son las únicas estructuras que ensucian una de las postales más recurrentes de Santiago, la de un cerro San Cristóbal despejado. En varios puntos del Parque Metropolitano -en los más empinados- existen más de 15 mástiles y torres con antenas de televisión y de radio. Sucede que este es el "accidente geográfico" capitalino más adecuado para instalar torres de transmisión en la capital.

Desde 1994 que no se puede instalar una sola más. Una razón, según los expertos, de por qué no hay ninguna antena de celular.

Eso sí, las ondas sólo llegan bien al valle capitalino, pero no a los barrios que fueron creciendo a mediados de los 90 hacia La Dehesa y Chicureo. Es por eso que en estas zonas hay antenas repetidoras, que están también en altura y que reciben la señal sólo para replicarla a cada casa de este barrio.

En tiempos de Pinochet, estas torres eran una especie de "joyas de la corona". Estaban custodiadas día y noche por soldados para evitar posibles atentados. Hoy, también están custodiadas las 24 horas del día, pero por guardias de seguridad. Eso sí, son otras razones por las cuales sería grave quedarse sin televisión y una emisora.

Todas las estructuras pagan un arriendo al Arzobispado y al Parque Metropolitano para estar donde están. "La actual normativa urbana permite instalar antenas en el parque, pues, según la ordenanza general de urbanismo, ellas sólo deben cumplir con distanciamientos a los vecinos. Y esto pasa en el cerro", explica Luis Eduardo Bresciani, urbanista y ex asesor del Minvu.

Aunque hubo dos intentos para sacarlas de ahí -en 1990 y en 2000-, actualmente no existe ningún plan oficial para erradicarlas. "Alguna vez se habló de unificar (las que estaban en el Parque Metropolitano), tal como ocurrió con las que estaban desperdigadas en los terrenos del Arzobispado, pero los dueños de las antenas se opusieron. Argumentaban que la empresa dueña de la torre podía monopolizar el soporte", recuerda Teresa Rey, ex directora del Parque Metropolitano.

Pese a ello, la situación puede cambiar. En cinco años más los canales de televisión dejarán de transmitir la señal en forma análoga -es decir, por ondas de radio- y lo harán por vía digital, que implica emitir ondas vía satélite. "Algunas torres tienen sistemas duales, antenas analógicas y digitales, pero la mayoría son analógicas todavía. Cuando culmine el apagón, quienes no tengan los equipos correspondientes para el nuevo sistema tendrán que retirarlos del lugar. Ese será el momento para estudiar la posibilidad de concentrar las antenas y mástiles en una sola torre", explica Bernardo Küpfer, actual director del parque.

Según el ejecutivo, cuando asumió el año pasado, hubo un proyecto -en conjunto con el MOP y el Minvu- para insistir en la reunificación, pero se desechó. Y fue precisamente porque se consideró el recambio de antenas, el que se debe producir antes de 2016, cuando comience a operar el sistema digital. "Ese será el momento para plantear el debate y seguramente hacer un concurso técnico para construir una sola antena en el cerro", agrega Küpfer.

Según Andrés Sarabia, jefe técnico de Telecanal -empresa que comparte la propiedad de una torre junto a Chilevisión-, técnicamente tampoco es posible hacer una reunificación ahora. "Las antenas analógicas miden cuatro metros de diámetro y ocupan un gran espacio en las torres", explica. "Y las digitales son casi la mitad de una analógica", agrega.

Además hay un aspecto legal que ayudaría a este proceso. "Hoy, el canal que recibe una concesión para transmitir debe instalar una antena obligatoriamente. Con la televisión digital se establece la posibilidad de que quien ya posee una antena pueda facilitarla para la transmisión de otros. Es decir, una servirá para la transmisión de varios canales", comenta Sergio Godoy, experto en televisión de la Universidad Católica.

De hecho, Sarabia reconoce que se ha conversado con el resto de los operarios por esto, pero cada empresa trata de mantener su independencia. "Si se llega a hacer una torre común, hay que debatir bastante sobre quién será el dueño y los contratos. Eso será largo", agrega. De todos modos, la gerencia técnica de TVN recalca que no se ha evaluado trasladar las antenas a otro lugar.

Para los urbanistas, lo ideal es que las antenas salgan del cerro y que haya una sola estructura en la ciudad. "Una solución sería invertir en hacer de un objeto tecnológico algo escultórico. Como ocurre en Barcelona con la torre de Collserola. Es algo que, en partem, logra la Torre Entel", comenta Genaro Cuadros, director del Laboratorio Ciudad y Territorio de la UDP.