Por Raúl Blanchet El próximo 15 de enero debiera cerrar definitivamente el aeropuerto de Los Cerrillos, para dar paso a su desmantelamiento y posterior construcción del conjunto habitacional Portal del Bicentenario. La medida levantó una intensa polémica entre quienes se ven directamente afectados por la iniciativa y las autoridades. Entre los primeros se encuentran unas 900 personas que perderán su fuente de trabajo, correspondientes a funcionarios de las empresas que prestan diversos servicios aeronáuticos en el recinto, desde concesionarios, técnicos y pilotos civiles, entre otros. Diversas iniciativas han sido adoptadas por quienes ven amenazada su fuente laboral, incluyendo acciones legales, como las adoptadas por los pilotos civiles quienes presentaron un recurso de protección o la presentación realizada por la Agrupación Defendamos la Ciudad ante la Contraloría General de la República, para que el órgano contralor deje sin efecto la Resolución Exenta Nº 147de la Comisión Regional de Medio Ambiente Metropolitana (Corema), presentada por la Seremi de Vivienda y aprobada en abril de este año, que permite cambiar el uso del suelo en las 245 hectáreas correspondientes al aeropuerto Los Cerrillos. Petición a la Contraloría Los motivos argumentados por la agrupación “Defendamos la Ciudad”, son diversas demostraciones técnicas de que no se realizó un estudio acabado del impacto ambiental que significará la desaparición del recinto y la construcción de un parque y viviendas en el lugar. La presentación de sostiene que “Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobó una mera ‘Declaración’ ingresada por la Secretaría Ministerial Metropolitana de Vivienda y Urbanismo al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) en circunstancias que se debió haber elaborado un ‘Estudio’ porque el proyecto en sí producirá un reasentamiento de comunidades humanas y una alteración significativa de los sistemas de vida y costumbres de grupos humanos”. El escrito afirma que el cambio de uso del suelo y la eliminación de instalaciones aeroportuarias de valor histórico, requiere de una evaluación más completa “porque la región metropolitana, con sus actuales 6.500.000 habitantes dispondrá sólo del aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez para absorber el creciente tráfico aéreo de personas y mercancías. Consideración que denota una confusión generaliza en la aplicación de la normativa urbana vigente desde 1994 en la región metropolitana”. En cuanto a la construcción del parque Portal Bicentenario contradice el "Sistema Metropolitano de Areas Verdes y Recreación" que clasifica a los parques como metropolitanos, intercomunales o áreas verdes complementarias, por cuanto nada de esto queda claramente establecido en la cuestionada resolución, lo que afecta los usos de suelos permitidos y sus diferentes coeficientes de constructibilidad. Además a lo largo de los 60 años de funcionamiento del aeropuerto, se habría vertido diversos tipos de contaminantes, cuyo impacto ambiental tampoco fue debidamente estudiado para adoptar la resolución que se objeta, argumenta el escrito entre otras razones. Los que ganan Según el arquitecto Patricio Herman, representante de “Defendamos la Ciudad”, el negocio inmobiliario llamado Portal del Bicentenario, es un proyecto promovido por el ex ministro de Vivienda Jaime Ravinet. Si bien reconoce que el proyecto reviste aspectos positivos, como construir un parque para una ciudad tan contaminada como Santiago y aspirar poblar el interior de la ciudad, construyendo viviendas para la clase media, rectifica en parte la expansión impulsada por Jaime Ravinet hace unos años, que implica un mayor uso de medios de transportes contaminantes. Sin embargo, el arquitecto señaló que estos aspectos que pueden considerarse positivos en general, se contrastan con una abrumadora cantidad de elementos negativos. Porque si bien es bueno que el ministerio de la Vivienda construya un parque que paliará el déficit de áreas verdes existente, se hará con fondos públicos para que resulten beneficiados los empresarios privados que realizaran la operación comercial, quienes tendrán la oportunidad de vender casas con el tremendo plus que es vivir al lado de un aparque. “Consideramos que el sector privado debe asumir su responsabilidad y no pedir tanta ayuda al Estado. Que en el caso del chileno se ha caracterizado por ser demasiado buena persona con los privados, sobre todo con el sector ligado a la construcción”, aseguró Herman, para quien los empresarios de la construcción ejercen demasiada influencia, “parecen ser grandes financistas de las campañas políticas de la Concertación y de la Alianza por Chile. Eso nos parece mal”, sentenció. Otros grandes beneficiados con el cambio de uso del suelo -según Herman-, serán los propietarios de toda la zona de los conos de aproximación situados en los cabezales del aeropuerto, que corresponde entre 400 a 500 hectáreas. Actualmente estas zonas tienen limitado el uso de suelos, porque sólo se puede construir a muy baja altura. Pero cuando se apruebe todo el negocio, se liberará la condición actual de esas 500 hectáreas y las ganancias serán para las sociedades de inversión, inmobiliarias y quienes negocian con bienes raíces. “Hacemos un llamado para que se haga una investigación parlamentaria, orientada a establecer quienes compraron terrenos en esta zona de protección en los últimos siete u ocho años. Ahí encontraremos varias sorpresas, pues ellos serán los grandes beneficiados”, aseveró el vocero de Defendamos la Ciudad. Viviendas y aeropuertos También critican que el proyecto Portal del Bicentenario no considera la construcción de viviendas sociales, porque si se trata de un proyecto público, promovido por el ministerio de la Vivienda, debería reflejarse en las composición de las viviendas que se construirán, la realidad del país, donde hay un 40 % de viviendas sociales, aseguró el profesional, realidad que no estaría considerada en el proyecto inmobiliario. Uno de los asuntos relevantes que representa un serio problema, es el referido a la capacidad aeroportuaria que debe tener una ciudad de la envergadura de Santiago, sostiene el profesional, quien considera que de todos modos Los Cerrillos tal como existe actualmente, colapsará. No obstante, se debe considerar que se acentuará el flujo de exportaciones e importaciones, sobre todo con la cantidad de Tratados de Libre Comercio suscritos por nuestro país, lo que implicará que se recibirá mayor cantidad de mercaderías y serán exportadas también en mayor cantidad a la actual. Además como Chile cuenta con condiciones favorables para exportar frutas y otros productos frescos, que sólo pueden ser transportados por avión, hace crecer la necesidad de contar con una mayor capacidad aeroportuaria, para sustentar la próxima oleada de comercio internacional, asevera el profesional. Por otra parte se recibe una creciente cantidad de turistas y los propios chilenos de alguna forma viajan a diversos destinos. “Hay una presión en términos de utilizar mayormente los aeropuertos. Las ciudades normales en otros países cuentan con dos y hasta cuatro aeropuertos”, aseguró. Herman enfatizó que Santiago requiere contar con un segundo aeropuerto, por su envergadura como ciudad y hasta por razones geopolíticas. La agrupación Defendamos la Ciudad, considera que el aeropuerto Arturo Merino Benítez debiera estar orientado al tráfico aéreo de personas y mercaderías con destino y procedencia internacionales, en tanto que los viajes y fletes nacionales debieran estar basados en el aeropuerto Los Cerrillos. En la región no existiría otra posibilidad de construir un nuevo aeropuerto, afirma. Más aún, algunos técnicos aeronáuticos le han informado que desde Los Vilos, hasta la Laguna de Aculeo, no existe posibilidad de instalar un aeropuerto de reemplazo a Pudahuel. “No quiero pensar en un conflicto bélico”, agrega. Ante cualquier emergencia aérea, si desaparece Cerrillos, se deberá aterrizar en Mendoza o en La Serena. El arquitecto asegura que resulta hasta de mal gusto que decisiones de esta envergadura, las adopte un gobierno saliente. “Los candidatos presidenciales deben pronunciarse sobre este tema y hacerlo públicamente, para que esta materia quede a la decisión de quien llegue a la Moneda en 2006. Porque es irracional que un gobierno saliente asuma esta iniciativa, pues los problemas no se producirán de inmediato, sino dentro de algunos años”. Pero las autoridades del país proyectan sólo para el período en que están ejerciendo. “Les gusta cortar cintas y adelantar los proyectos y no se planifica a mediano y largo plazo y se toman medidas tan regresivas, como hacer desaparecer Los Cerrillos”, aseguró el profesional.
09 Enero 2006
Cierre del Aeropuerto Los Cerrillos
Las pocas luces de un proyecto contaminado
El Siglo, 30 de diciembre de 2005. El probable fin del aeropuerto Los Cerrillos encierra numerosas interrogantes que afectan a la capital y al país. Aunque las autoridades se empeñan en consumarlo, numerosas voces alertan de lo que puede resultar un error trágico y un negociado multimillonario.
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