El proyecto “Terrazas del Cóndor II” de la Inmobiliaria Manquehue -propiedad de la familia Rabat- corre serio riesgo de quedarse finalmente sólo en los bosquejos si surte efecto la última embestida del abogado Gustavo Cruzat contra esta iniciativa planificada en la ladera sur del cerro Manquehue. ¿La razón? Cruzat, junto al apicultor Pablo Vial, encomendó un acucioso estudio técnico al veterano geógrafo y geomorfólogo Reinaldo Börgel, ex profesor del Instituto de Geografía de la Universidad Católica, que concluyó de manera taxativa que la zona donde se quiere instalar el proyecto inmobiliario no sólo corre un grave riesgo de derrumbe sino que es un área “no urbanizable”. Según explica la investigación -a la cual tuvo acceso El Dínamo- el lugar presenta una pendiente extremadamente vertical, de entre 66 y 40 por ciento; “rocas en mal estado” y “un alto riesgo de inundación” por encontrarse bajo la cota del Canal Metropolitano. “El hecho que el Canal Metropolitano corte el escurrimiento de la Quebrada El Padre representaría un riesgo de inundación para el sector alto del proyecto por potencial ruptura del canal ante una crecida importante de la quebrada”, asegura el escrito. Además, en la zona donde se ubicaría este megaproyecto, Börgel también identificó sectores con “una ladera de débil resistencia ante eventos sísmicos”, ya que encontraron "escombros caídos por procesos gravitacionales". Además, parte de la roca principal presenta “fisuras por tensiones tectónicas” lo que en "estaciones de lluvias puede desarrollar procesos de desprendimientos en masa”. Uno de los puntos más preocupantes, de acuerdo a Cruzat, es que algunas de estas fallas podrían ser aplicables a toda la ladera del Cerro Manquehue, donde se encuentra el lujoso barrio Santa María de Manquehue. De hecho en el estudio, se menciona el caso de una casa vecina al proyecto de la cual se advierte que “los cimientos (están) fundados en roca fisurada por diaclasa. (...) .La aparente protección que brinda la cubierta vegetacional bajo la casa, solo contribuye a la infiltración de las aguas lluvias en las fisuras de las rocas. Potencial peligro de derrumbe en el sector”. Consultadas sobre el tema por este medio, tanto la Inmobiliaria Manquehue como la Dirección de Obras de la Municipalidad de Vitacura, optaron por no hacer declaraciones. Origen del estudio Desde hace unos años, Cruzat y Vial se encuentran embarcados en una verdadera cruzada en defensa del Cerro Manquehue, con la idea de conservarlo como otro gran parque para Santiago. Al igual como han hecho con otros proyectos inmobiliarios, en febrero de este año, el abogado envió un escrito al Director de Obras de la Municipalidad de Vitacura, José Ignacio Cañas, con copia al alcalde de Vitacura, Raúl Torrealba, a la Seremi Metropolitana de Vivienda, Marisol Rojas, al Director Nacional del Sernagoemin, Enrique Valdivieso y al Director Nacional de la ONEMI, Vicente Núñez. En él no sólo manifestaba su preocupación, sino que adjuntaba antecedentes para impugnar la tramitación de los expedientes de urbanización de la Inmobiliaria Manquehue relativos al proyecto “Terrazas del Cóndor II”. Dicha iniciativa desencadenó la automática paralización de los permisos de edificación en curso. En forma paralela, le encargaron a Börgel el citado análisis que terminó por desaconsejar un proyecto inmobiliario en la zona. “Cualquier geólogo que lea el estudio te va a decir que es un peligro construir allí”, asegura Cruzat. De hecho, en su escrito presentando ante las autoridades, el abogado también pidió que se oficie al Sernageomin para que realice una investigación técnica del área. “Ese estudio debiera concluir lo mismo que dijo Börgel, y si es así, el proyecto no podrá tener los permisos de obras”, explica el abogado. A lo largo de esta semana, Cruzat y Vial enviarán copias del estudio de Börgel a la Municipalidad de Vitacura, al Ministerio de Obras Públicas, y a la Onemi, entre otros servicios, para que se pronuncien al respecto. Esta no es la primera vez que “Terrazas del Cóndor II” se ve envuelto en polémica. En el año 2009, los permisos de construcción de este proyecto junto con los de “Altos del Colibrí”, provocaron no sólo el rechazo de los vecinos, sino que motivaron un sumario en la Dirección de Obras Municipales (DOM) instruido por el alcalde Torrealba, que terminó con tres funcionarios sancionados y la concejala UDI Patricia Alessandri investigada por la Fiscalía Oriente de Santiago, causa que sigue vigente hasta el día de hoy.