Defendamos la ciudad

Los vecinos de la Comunidad Ecológica de Peñalolén enfrentan una nueva polémica. Lo que buscan es evitar que se aprueben las modificaciones al Plan Regulador Comunal (PRC), que cambiaría el uso de suelo en dos sectores del lugar. La propuesta elaborada por la consultora PAC tomó los datos recopilados por la Municipalidad de Peñalolén durante los últimos tres años y que tomaron en cuenta la opinión de los vecinos de toda la comuna. Esto desató un nuevo conflicto al interior de la comunidad ecológica. El plan regulador presentado modifica el uso de suelo a dos franjas de terreno tipificadas como A8 y B5: la primera aumentaría su densidad de 50 a 250 habitantes por hectárea y, la segunda, albergaría comercios donde actualmente hay casas y parcelas. ¿Los terrenos afectados ? Los de la ladera norte y poniente de la comunidad. Los vecinos de la comunidad rechazan los cambios por dos razones: por factores ecológicos y por preservar lo que estiman un patrimonio cultural, arquitectónico y turístico. Por una parte, el aumento de la densidad y la instalación de comercio implican un sellamiento del suelo (se echa cemento sobre la tierra), lo que impediría que las aguas lluvia se filtraran naturalmente a la napa subterránea. Además, según Jossie Escárate, vocera de la comunidad ecológica, "se pone en riesgo la flora silvestre que existe ahí. Somos una de las pocas reservas de áreas verdes que van quedando", dice. En segundo lugar, los vecinos de este sector verían cómo lo que han construido "como aporte para la comuna y la ciudad" sería eliminado. "Hemos invertido en hacer teatros, restaurantes, talleres y colegios que se rigen por un concepto de sustentabilidad. Edificamos viviendas de barro, con materiales de reciclaje. Somos un punto de encuentro en la comuna", dice Jossie. Con estas explicaciones estos vecinos esperan evitar que se apruebe el nuevo PRC. Jossie se pregunta: "¿Cuál es la razón urbanística que lleva a proponer este cambio al uso de suelo?". Desde el municipio, el alcalde Claudio Orrego declina a pronunciarse sobre este tema hasta que el consejo municipal vote el plan el 4 de noviembre. Sin embargo, desde el municipio, informan que las dos franjas en cuestión responden a "consolidar una comuna completa, con funciones residenciales, productivas y de equipamiento". Lo que plantean, es que la Zona B5 "potencie lo que existe hoy en el borde de la calle Antupirén (restaurantes, pubs, talleres, colegios y comercio) y extender esas condiciones hacia Av. Las Perdices". Pero con respecto de la Zona A8, el municipio responde que "surge ante la demanda de los comités de allegados de la comuna para aumentar la densidad. Se propone una franja de transición, lo que posibilita la construcción de proyectos de viviendas sociales". El dirigente del comité de allegados Casa Digna, Hugo Alvarez, dice que este año hubo una promesa de compraventa de uno de los terrenos en la franja A8. "Me junté con Guillermo Atria, dueño de los 40.000m2 que queremos comprar ahí. Tenemos una oferta de 1,57 UF el m2". Pero para eso, hay que cambiar el plan, según dice.