Defendamos la ciudad

Alrededor de 800 calles o pasajes apróximadamente han sido cerradas sólo en la Región Metropolitana. Aunque no existe marco legal que regule tal práctica, quienes instalan las rejas afirman que son sinónimo de seguridad anti-delincuencia. Hace ya casi dos años que Antonio Castell ha librado una lucha en contra de las rejas en su pasaje del Parque Cousiño, en la Comuna de Peñalolén. Él afirma que respeta el derecho de todo aquel que quiera pasar por el frontis de su casa, por lo cual presentó un requerimiento en Contraloría, el cual fue aceptado. El pasaje debía eliminar las rejas. Sin embargo, hasta ahora, la calle sigue cerrada. "Hay pasajes que se han cerrado por los 2 extremos, lo que significa que los propietarios o los habitantes que están en ese pasaje, tienen la calle tomada y no entra nadie”, afirma. El caso de Antonio deja en evidencia el problema que existe en torno al tema, el cual todavía es terreno confuso. Si bien hasta ahora la Corte Suprema ha fallado en contra del cierre de los pasajes, los vecinos que las piden dicen sentirse más tranquilos con ellas. Para regular el cierre de las calles, en Municipios como Peñalolén, decidieron decretar una ordenanza municipal para controlarlas. No obstante, la Contraloría también las consideró ilegales. Ahora, apoyan la regulación en tal sentido. Reglamentar sobre el tema es lo que busca el proyecto de ley que será votado este martes por el Senado. En el caso de que sea aprobado, se les entrega atribuciones a los municipios para que dispongan del cierre de los pasajes, siempre que exista un 90% de acuerdo entre los vecinos. Además, que cuente con la aprobación de Carabineros y Bomberos. Asimismo, el cierre se realizaría por 3 años y sería renovable. En el Gobierno esperan que la reducción de los delitos permita que los vecinos salgan de las rejas. Sin embargo, por ahora, apoyan la medida de los cierres de manera regulada.