Defendamos la ciudad

Patricio Herman manifestó : todos sabemos que los ministros de la 3ª Sala de la Corte Suprema acogieron el recurso de casación presentado por aquellos que debieron asumir los costos de la pésima calidad de las casas edificadas por Copeva. La sentencia determinó que el Serviu tenía responsabilidad extracontractual al elaborar deficientemente las bases técnicas para la construcción de las viviendas del Programa Especial de Trabajadores que construyó esa empresa inmobiliaria tan conectada con el Minvu. Pero el problema de fondo tiene que ver con la irresponsabilidad empresarial demostrada por Copeva que, sabiendo que las especificaciones técnicas del Serviu eran inadecuadas, igual las aceptó. Es decir, esa empresa no se enmarcó en lo que se denomina responsabilidad social empresarial. Lo único que quería era hacer un pingüe negocio sin importarles que sus casas eran de calidad muy inferior, tal como quedó demostrado por el efecto de las lluvias de 1997. En rigor, Copeva no debió haber aceptado los términos contractuales del Serviu. Y en un comportamiento verdaderamente grotesco, después de episodio conocido como las casas de nylon, la Cámara Chilena de la Construcción le otorgó a Francisco Pérez Yoma, dueño de Copeva, un premio como empresario destacado (sic). Recordemos que, conocido el escándado, tuvo que renunciar Edmundo Hermosilla, como ministro de Vivienda, porque había recibido un caballo corralero regalado a él por Pérez Yoma. Hoy día esa empresa se llama Constructora PY y esperamos que la misma haya entendido que siempre se deben hacer negocios pensando en los derechos de sus clientes. (FIN)