El primero es que el postulante a La Moneda que ha liderado los sondeos en los últimos 12 meses, Sebastián Piñera, bajó 1 punto porcentual respecto a la medición de agosto –que en virtud del margen de error podría parecer irrelevante- pero cuando va acompañado de una baja sustancial en casi todos los atributos personales, es un factor que adquiere real importancia y puede ser síntoma de un retroceso. Otro punto medular es el hecho que a un mes de los comicios, un 14% de los electores no tiene decidido su voto, lo que sin duda es un margen importante para que la foto actual de las elecciones se pueda revertir el 13 de diciembre. Y en esto, las tendencias son claves. Sí, porque el único candidato con aspiraciones serias que sigue subiendo sistemáticamente en las encuestas es Enríquez-Ominami, que si bien continúa a una distancia considerable de Eduardo Frei (7 puntos), tiene espacio para seguir creciendo, teniendo en cuenta que esta muestra del CEP representa el escenario de hace 20 días cuando se realizó el estudio de campo, dando un margen de 50 días para que las cifras cambien. Y en esto no hay que perderse, porque es cierto que esta medición se ha configurado como una de las más prestigiosas del país por la metodología utilizada -que abarca tanto al mundo urbano como rural con una amplia muestra del universo electoral-, pero no mide la última etapa del proceso electoral, que en este caso, al ser tan estrecha, puede variar en la recta final. Es aquí donde ME-O debe demostrar con mayor fuerza que es un diestro competidor de 100 metros planos, lo que ha quedado graficado en su meteórico ascenso desde enero a la fecha, pasando del 1% de intención de voto al 19%. Es en este período donde no sólo debe intentar capturar a parte importante del escrutinio que aún no se define, sino que también invocar la importancia del voto útil para la izquierda extraparlamentaria, donde está cerrado que Arrate no pasará a segunda vuelta, pero cuya candidatura va en directa colisión con el interés del diputado ex PS por pasar a segunda vuelta y evitar que la derecha llegue al gobierno. Logrando ambos objetivos, sin duda que el joven parlamentario puede dar la sorpresa, como la propinada por el actual líder opositor al gremialismo hace 4 años. Como está muy claro que el próximo presidente se define en enero, lo que debiese explotar comunicacionalmente Marco, es que él se constituye como el candidato más competitivo frente a Piñera en la redefinición, demostrando que es capaz de captar más sufragios Concertacionistas, que Frei de ME-O. Y esto no es menor, ya que la encuesta establece que un 54% de los chilenos tiene decidido no votar por el representante oficialista, mientras que un 48% no lo haría por Enríquez-Ominami, teniendo un techo más alto para competir en el balotaje. Los debates que quedan, la franja electoral y por sobre todo, el trabajo en terreno, son una tríada que ME-O debe conjugar a la perfección para maximizar las opciones de alcanzar al dirigente falangista, en una disputa que el comando de Frei intentará llevar a aguas de la derecha para intentar sacar a Marco de la escena presidencial, centrando la disputa entre el ex mandatario y el controlador de LAN. Se acabó el tiempo de la confrontación directa y los ataques cruzados, ese trabajo ya lo realizó el diputado por el distrito 10, ahora lo que importa es generar la confianza suficiente en el electorado de que tiene la capacidad para gobernar, lo que ha logrado en cierta medida al aumentar en casi todas las categorías sus atributos personales. Actualmente, la variable que más juega en contra del parlamentario es la escasa percepción que tiene la ciudadanía de sus opciones por llegar a La Moneda, ya que está demostrado que parte de los votos indecisos se suman finalmente al carro de la victoria del candidato que se da por ganador. Va a ser tan estrecha esta contienda, que quien tropiece en los últimos 100 metros quedará en el camino por alcanzar la primera magistratura.
12 Noviembre 2009
ME-O y los 100 metros finales
Todos los candidatos han buscado exprimir una tajada comunicacional positiva a la encuesta CEP dada a conocer ayer, acomodando los argumentos para mostrarse satisfechos y con verdaderas opciones de pasar al balotaje, pero lo cierto es que hay dos elementos sustanciales que deben ser considerados con mayor atención que el resto. Por Carlos Cuadrado, La Tercera.com 12 de noviembre de 2009.
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