10 Agosto 2009

Ambientalistas aprueban plazo de 20 años para cumplir norma para reducir MP2,5

Pero el senador Guido Girardi estima demasiado largo el período y que va en perjuicio de la salud de las personas. El Mercurio 10 de agosto de 2009.

VÍCTOR ZÚÑIGA A solo días de aprobarse la norma para reducir el contaminante más pequeño y más peligroso para la salud humana, entre los años 2012 y 2032, ambientalistas estiman prudente el plazo de implementación, pero para el senador Guido Girardi es demasiado largo y perjudica la salud de las personas. La norma nacional para el Material Particulado fino (MP2,5) fue dada a conocer el 3 de agosto por la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, resaltando que se sigue la recomendación de la Organización Mundial de Salud en virtud de tres etapas de reducción gradual 2012-2022-2032. (Ver infografía). La secretaria de Estado lo calificó de "triunfo histórico" para el medio ambiente nacional, por acogerse la propuesta más rigurosa de la OMS y del Dictuc de la U. Católica de Chile, que hizo los estudios de rigor. El senador de la Comisión de Salud de la Cámara Alta, Guido Girardi, acusa que las autoridades tienen retrasada esta normativa desde 1996 a la fecha. "Nos hemos demorado como país 14 años en incorporar la norma del particulado fino y ahora nos piden 22 años más para cumplirla, es decir, 36 años, lo que es una burla y es reírse de la gente. Es cuidar el bolsillo de las empresas y no cuidar la salud de las personas", fustigó. La ministra Uriarte recordó que a fines del año 96, como directora ejecutiva de la Conama, ordenó los primeros estudios sobre este contaminante. "Hemos actuado con realismo y responsabilidad", afirma. Sara Larraín, directora de Chile Sustentable, manifiesta que desde hace cinco años esperan la norma. "Desde que logramos que se incluyera en el Plan Priorizado de Normas en el 2004 a fines del gobierno de Lagos", dijo. Luis Cifuentes, ingeniero civil de la U. Católica de Chile a cargo del estudio Dictuc sobre el MP2,5, indicó que la norma tiene una partida suave de cumplimiento a partir de 2012, pero luego se hace más estricta. "Así les damos tiempo a las ciudades para que tomen en serio la norma MP2,5 y la cumplan. Es una señal potente a los emisores públicos y privados (industria, transportes, consumidores de leña, etc.)", indicó. Patricio Pérez, coordinador del Centro Meteorológico Ambiental de la Universidad de Santiago, afirma que "es un poco engañoso" poner énfasis en cumplir una meta para el promedio anual de MP2,5, considerando el efecto estacional que se observa en Santiago. Pedro Mancilla, encargado de Enfermedades Respiratorias del Ministerio de Salud, dice que el cumplimiento de la norma dependerá de la ciudadanía al decidir si la matriz energética de Chile será limpia o sucia. Es decir, si el país va a usar diésel y centrales termoeléctricas (carbón) o gas natural y centrales hidroeléctricas.



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