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El Tribunal Constitucional ya rechazó el artículo 63 de la ley de Educación Superior que buscaba eliminar el lucro por secretaria. Así las cosas, y dado que el pingüe negocio se posibilita porque sus socios controladores sacan las utilidades por el costado, lo lógico sería que las universidades privadas que deseen seguir explotando esta actividad, ya no sean ni fundaciones ni corporaciones sin fines de lucro, sino legítimas sociedades comerciales que compitan en el mercado de la Educación Superior, pero sin gratuidad con fondos públicos para sus privilegiados alumnos y enterando en el SII todos los impuestos que generan sus desarrollos.
Mayores antecedentes se dan a conocer en columna “Universidades con y sin lucro pueden coexistir” publicada el 04/04/18 en Estrategia.
Vea opinión en siguiente enlace: http://www.biobiochile.cl/noticias/bbtv/puntos-de-vista-tv/2018/04/10/que-lucren-las-universidades-privadas-pero-sin-prebendas-tributarias.shtml