Servicios se constituirán para sancionar ejecución sin permiso de obras, y al margen de la legalidad territorial y ambiental.
En un dolor de cabeza para el alcalde de Quintero, Mauricio Carrasco, se ha tornado el director de Obras de la comuna, Luis Bernal -funcionario de planta- que no se ha sometido a ninguna disposición de la Seremi de Vivienda o de la misma Contraloría General de la República, y ha dado luz verde, al amparo de las amplias facultades de los directores de obras y que son un espacio de anormalidades e irregularidades y por lo mismo son sujetos de constantes cuestionamientos de las comunidades, a las obras del caducado Hotel Decameron que busca emplazarse en el sector protegido de las Dunas de Ritoque.
Esto, al considerar que la autorización de la iniciativa privada caducó a los 3 años, y hoy, la zonificación del Plan Intercomunal declaró la zona como área verde, y como tal no puede instalarse un hotel que claramente afectara el ecosistema existente.
la indignación surgió ayer al constatar el inicio de obras, movimiento de tierra y trazados de calles, por parte de la inmobiliaria de la cadena hotelera, es decir sin contar autorización. Razón por lo cual se programó de emergencia una fiscalización in situ de los distintos Servicios competentes. Dichas obras que aparentemente buscan acogerse a un supuesto derecho adquirido, y como se dijo, sin tener permiso ambiental n autorización de ninguna especie, ya habría ocasionado serios daños a la biodiversidad del sectorEn paralelo, el Consejo Regional de Valparaíso financió un estudio para la declaración de las Dunas de Ritoque como de Santuario de la Naturaleza, y en los próximos días, al amparo del dictamen de Contraloría; el cual indica que no se requiere el permiso del privado para establecer dicho gravamen, se solicitara la
Declaratoria de Santuario al Consejo de Ministros.
INICIO DE OBRAS
Con estos antecedentes, ANIN.CL se impuso que la indignación surgió ayer al constatar el inicio de obras, movimiento de tierra y trazados de calles, por parte de la inmobiliaria de la cadena hotelera, es decir sin contar autorización. Razón por lo cual se programó de emergencia una fiscalización in situ de los distintos Servicios competentes. Dichas obras que aparentemente buscan acogerse a un supuesto derecho adquirido, y como se dijo, sin tener permiso ambiental n autorización de ninguna especie, ya habría ocasionado serios daños a la biodiversidad del sector.
Por tanto, la situación para el Hotel Decameron ahora es más compleja, por cuanto los diferentes servicios con competencia fiscalizadora iniciaran una ofensiva sobre el proyecto para que asuma sus responsabilidades administrativas y se sancione con la mayor severidad a todos los funcionarios que han permitido este quebrantamiento del Estado de Derecho.