18 Agosto 2016

Irregular actividad hotelera en el Club de Golf Los Leones

Columna de opinión de Patricio Herman de Defendamos la Ciudad, publicada en El Mostrador el 18 de agosto 2016.

"En razón a que en las áreas verdes tipificadas en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago se admiten los equipamientos de culto y cultura, en el permiso en cuestión se afirma con total desfachatez que el hotel y su centro de eventos corresponde a culto y cultura (sic), a sabiendas que señalarlo por escrito en un documento oficial es de la mayor simplicidad, pues mentir en Chile no tiene sanción".

El 12 de agosto de 2016 con título “Club de Golf Los Leones consigue permiso para levantar hotel que ocuparía Four Seasons” un diario de circulación nacional publica una alegre crónica sobre un proyecto inmobiliario a ejecutarse en los terrenos de ese distintivo club, el mismo que congrega a quienes mandan en Chile.

Aunque su directiva ahora lo pueda negar, hace unos 50 años atrás, impidió que unos exitosos empresarios judíos se hicieran socios del mismo: a raíz de ese desprecio racial y como los humillados tenían bastante dinero, se construyó para ellos el Club de Golf La Dehesa, localizado en la actual comuna de Lo Barnechea.

En el reportaje se lee “La sociedad dueña del exclusivo complejo optó por reducir la altura de 11 a cinco pisos. Asimismo, eliminó del proyecto el apart hotel de departamentos e incluyó un centro de convenciones”.

A pesar de que el periodista que escribió la nota -Julián Mazzucco- es un competente profesional que conoce muy bien el tema específico que nos preocupa y debido a que las cosas no son como ese diario lo informa, dejamos en claro que el proyecto original del año 2010 contemplaba 11 edificios de cinco pisos cada uno, lo que es muy distinto a reducir la altura del hotel en los términos que el diario subraya.

Por otro lado la noticia (?) indica que el proyecto tendrá 19.000 m2 construidos, emplazado en la ladera sur del cerro San Luis y que el acceso será por la calle Luz, destacando que el proyecto ocupará una proporción muy pequeña respecto de los 619 mil m2 que tiene el terreno del club y omitiendo obviamente que el inmenso predio está definido como área verde, sin referirse en ningún momento a las restricciones de uso que tienen las áreas verdes.

Para que los lectores conozcan el uso de suelo de esas 61 hectáreas privadas, aseveramos que forman parte del Sistema Metropolitano de Áreas Verdes y Recreación establecidas en el Capítulo 5.2 del instrumento normativo llamado Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), vigente desde noviembre del año 1994.

Mayores antecedentes sobre el asunto se aprecian en columna del 11 de enero del año 2014 publicada en El Mostrador.

Se evidencia entonces que en un principio el proyecto era de 11 edificios, el que podría haber sido posible gracias a la ingeniosa movida, Decreto Supremo Nº 1 del Minvu, que redactó el gobierno de Piñera, vigente por unos 3 meses y derogado por el gobierno actual debido a los reclamos ciudadanos.

Con ese obsceno Decreto se eliminaba la restricción contemplada en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC) en orden a que los equipamientos de mayor carga de ocupación debían enfrentar ciertas vías, teniéndose en cuenta que la angosta calle Luz está clasifica como vía local. En la actualidad solo los equipamientos básicos, de hasta 250 personas, pueden enfrentar este tipo de vías, con lo cual el proyecto en comento, no podrá tener su acceso por esa estrecha calle.

Asimismo, en el permiso de edificación del julio de 2016, cursado por la Dirección de Obras de Las Condes a nombre de la Sociedad Anónima de Deportes Club de Golf Santiago, se dice que el proyecto de hotel y centro de eventos se ubicará en la Av. Presidente Riesco 3.700, aplicándose un artículo que alude a los equipamientos recreacional y deportivo del PRMS, el que permite destinar el 20% del total del predio a otros usos, pero sin revelar que es área verde y que, para cambiar el destino del 20% de la superficie del terreno, es condición sin qua non que exista una modificación al Plan Regulador Comunal (PRC) de Las Condes, materia no concretada. ¿Por qué se omitieron estas realidades?

En razón a que en las áreas verdes tipificadas en el PRMS se admiten los equipamientos de culto y cultura, en el permiso en cuestión se afirma con total desfachatez que el hotel y su centro de eventos corresponde a culto y cultura (sic), a sabiendas que señalarlo por escrito en un documento oficial es de la mayor simplicidad, pues mentir en Chile no tiene sanción.

Estimamos que, si la cadena hotelera internacional Four Seasons se allana finalmente a invertir los US$30 millones para levantar el hotel y el centro de eventos en un terreno área verde que tendrá que arrendar a un tercero, ya que algunas irregularidades del proyecto se “solucionarán” con buena voluntad y mejor imaginación, será indispensable -y esto no es interpretable-, definir un nuevo punto de acceso, ya que por la calle Luz no podrán ingresar ni salir vehículos, conforme a la escala de equipamientos fijada en el artículo 2.1.36 de la OGUC.

El acceso sí podría emplazarse sobre la Av. Presidente Riesco, por ser esta vía de mayor capacidad, pero seguramente los encopetados socios de ese club de golf no lo aceptarán porque ello significaría intervenir con calzadas asfaltadas una buena parte de los “green”.

Ante este inconveniente, es posible que los socios más tradicionales del club, los descendientes de los fundadores, propongan al directorio renunciar al negocio para seguir disfrutando plácidamente con apuntar la pelotita en los 18 hoyos, aunque los socios más nuevos, conocidos en el actual sistema económico como “aspiracionales”, insistan en la operación comercial, ya que existe un permiso, aduciendo que ellos conocen a ministros de Estado que podrían hacer gestiones de alto nivel para solucionar las “trabas burocráticas” y así permitir el acceso por la calle Luz.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/mercados/2016/08/18/irregular-actividad-hotelera-en-el-club-de-golf-los-leones/



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