"Ante tal utilitarista deseo de Cencosud de evitarse la construcción del túnel, le decimos que ello no será posible porque las exigencias reglamentarias siempre se deben cumplir".
En la portada del Diario Financiero del jueves 25 de febrero del año en curso se publicó, con letras muy grandes, el título “Cencosud evalúa no construir túnel bajo Andrés Bello y abre análisis de obras alternativas” (sic) y en una página interior completa dicho diario entrega las razones que tuvo el mall Costanera Center para tomar esa decisión. Entre otras cosas allí se decía : “La tesis preliminar en la que se estaría apoyando Cencosud es que el soterrar Andrés Bello no reduciría significativamente la congestión en la zona”.
Ya con anterioridad en diferentes medios nos hemos referido a este megaproyecto inmobiliario edificado en la comuna de Providencia y al respecto, específicamente sobre este túnel, hace 4 años y medio publicamos en Ciper lo siguiente.
Pues bien, se debe tener presente que la construcción del gigantesco mall se ejecutó conforme a las libertinas normas urbanísticas fijadas durante la dictadura de Pinochet en el Plan Regulador Comunal (PRC) de Providencia, las que se mantienen vigente hasta estos días en el artículo 4.3.16, Zona Especial Ex CCU, de ese instrumento normativo. Como el proyecto concebido no enfrentaba una vía expresa, tal como lo ordenaba la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), el Minvu tuvo que cambiar esa reglamentación, alertado por la Fundación Defendamos la Ciudad, para que este tipo de voluminosos equipamientos pudieran enfrentar también vías troncales.
Está claro que el túnel aludido por ese diario de negocios es una de las tantas medidas de mitigación vial exigidas al proyecto en el Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU), el que fue analizado y aprobado por todas las autoridades competentes, el cual debe estar terminado para que la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Providencia certifique la recepción final de la totalidad del proyecto.
Hasta ahora han existido recepciones municipales parciales asociadas a las inauguraciones de ciertos tipos de equipamientos comerciales y desde hace tiempo, a través de la prensa, Horst Paulmann, accionista controlador de Cencosud, le ha estado pidiendo ayuda al Estado para ambos asuman en partes iguales el costo de esa importante obra de ingeniería.
Durante los gobiernos de la Concertación hubo ánimos ministeriales para que, con fondos públicos, se financiara un porcentaje de la obra que tiene un costo aproximado a los 45 millones de dólares, pero ello no fue aceptado por el gobierno de Piñera, de tal forma que ahora el túnel tendrá que ser construido solo a expensa del titular de la inversión, tal como está convenido en las autorizaciones respectivas.
La sorpresiva crónica de ese diario no nos extrañó mayormente porque es una realidad la antigua expresión de que “en pedir no hay engaño”, más aún si en dicha noticia se justificó la pretensión empresarial con la explicación de que el complejo comercial no tenía necesidad de disponer de tantos estacionamientos, 5.600 considerados en el EISTU, y que Paulmann en reemplazo del túnel iba a realizar unas cuantas faenas viales que compensarían con creces la ausencia del corredor subterráneo que debe discurrir entre las calles Suecia y Nueva Tajamar, al costado del canal San Carlos.
Recordemos que para acomodar su propósito comercial se debía contar con un amplio terreno y así fue como Cencosud convino amigablemente con el ex alcalde Cristián Labbé la demolición de un liceo municipal de niñas que enfrentaba la avenida Vitacura, terreno colindante que lo fusionó con el más grande que tenía y así llegó a disponer de las 4,4 has en donde se emplaza tal equipamiento de alta carga de ocupación. A las estudiantes se les construyó un nuevo liceo, lejos de Costanera Center y entendemos que las niñas no están molestas con el cambio de localización. Hasta podría ser posible que,en una graciosa compensación, Paulmann les entregue a ellas infinidad de gift cards para las adquisiciones de sus útiles escolares.
Ante tal utilitarista deseo de Cencosud de evitarse la construcción del túnel, le decimos que ello no será posible porque las exigencias reglamentarias siempre se deben cumplir y respecto a la cantidad de estacionamientos consultados, le recomendaríamos que sus expertos recalculen los considerados en el EISTU, a la luz del cuadro 10, “Normas y Estándares Mínimos de Estacionamientos”, del artículo 7.1.2.9 de la Ordenanza del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), en el cual se fijan exactamente las cantidades de estacionamientos requeridos para cada proyecto inmobiliario conforme los m2 construidos según los diferentes destinos de esa intervención urbana y zonas de la megalópolis : se encontrarán con algunas sorpresas que los incomodarán.
Concluimos entonces que no es negociable reemplazar el túnel por otras obras viales más baratas, salvo que el gobierno de Bachelet, una vez más, sea muy comprensivo. Mal que mal, en el sistema neoliberal imperante los gobiernos deben ser serviciales con los actores más poderosos de los mercados porque ellos son los que generan riqueza. Muchos actores expresan que para los anteriores la ley se hace exigible en la medida de lo posible y por ello le encontramos toda la razón a los humoristas, en especial Natalia Valdebenito, quienes en el Festival de la Canción de Viña del Mar dijeron unas cuantas verdades sobre aquellos que se desenvuelven en los poderes ejecutivo y legislativo.
Fuente: http://www.eldinamo.cl/blog/costanera-center-tunel-paulmann-cencosud/