Los dictámenes de la Contraloría deben ser obedecidos por los funcionarios públicos de los distintos servicios sometidos a la fiscalización del órgano contralor.
En la edición del 23/11/15 de Estrategia publicamos la columna “Contradicciones públicas sobre un negocio de Cencosud” en donde dábamos cuenta de una Resolución Exenta del 13/11/15 del Seremi de Vivienda y Urbanismo en la cual, contradiciendo un dictamen de la Contraloría que declaraba la caducidad automática de un permiso de edificación del año 2000, conminaba a la Directora de Obras Municipales (DOM) de Vitacura para que ésta lo revalidara pues ella había acatado tal dictamen.
Estamos hablando de un permiso obtenido por un privado en Vitacura con las permisivas normas urbanísticas de la Municipalidad de Las Condes, acto administrativo que en el transcurso del año 2010 se lo había vendido en un alto precio a Cencosud para que esta empresa, mediante una inversión de US$ 500 millones, levantara en un predio localizado en la Av. Kennedy 8950 un mall que contemplaba un poco más de 270.000 m2 a construirse.
En dicha columna decíamos que la entrometida decisión del Seremi no podía producir efectos, en razón a que los dictámenes de la Contraloría deben ser obedecidos por los funcionarios públicos de los distintos servicios sometidos a la fiscalización del órgano contralor y por ello valoramos que tal Seremi haya resuelto entrar en razón.
En efecto, recientemente, el 25 de noviembre de 2015, ese Seremi, vía Resolución Exenta Nº 3052, se dirige a Cencosud y a la DOM de Vitacura, manifestando entre otras cosas lo siguiente : “que, de lo transcrito, queda claro que el Órgano Contralor ha estimado suficientes las actuaciones ya efectuadas por la DOM de Vitacura, respecto del Permiso de Edificación Nº 121/2000 para dar por constatada su caducidad”, expresando enseguida : “que los informes jurídicos emitidos por la Contraloría General de la República son obligatorios y vinculantes para los servicios sometidos a su fiscalización”.
Con esta enmienda del gobierno se respetará el Estado de Derecho y Cencosud ahora está en condiciones de solicitar un nuevo permiso con las normas urbanísticas más restrictivas de Vitacura, entendiendo que el accionista controlador, Horst Paulmann, reprenderá a sus asesores que le propusieron este negocio.