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La alcaldesa de Santiago es una persona muy seria, ex ministra de Bachelet, ex diputada, connotada política del PPD, hija de un distinguido ministro en el gobierno de Salvador Allende y ganándole al UDI Pablo Zalaquett, en la actualidad rige los destinos de la Municipalidad de Santiago, la más importante de las 345 municipalidades que hay en el país.
Su campaña electoral la hizo con un interesante discurso pro ciudadano y tan pronto asumió el cargo de alcaldesa tomó decisiones coherentes con sus ofrecimientos, comportamiento que la dignifica, pero al no haber hecho los cambios necesarios en la Dirección de Obras hoy en día debe soportar estoicamente las críticas de aquellos que conocen el sector de Vivienda y Urbanismo a raíz de las malas prácticas de funcionarios muy antiguos quienes han estado acostumbrados a proceder de acuerdo a sus particulares interpretaciones que hacen de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones y del propio Plan Regulador de Santiago y al respecto nos recordamos del vergonzoso episodio relatado en aquí.
Hay otros casos, dentro del ámbito de esa Dirección de Obras, que preferimos no darlos a conocer para no cansar a los lectores, pero que en todo caso están debidamente publicados en diferentes medios de prensa digitales.
En esta ocasión resumidamente damos cuenta de otro caso que denota la chapucería con la cual actúan los funcionarios de esa oficina municipal, ya que a pesar de que ellos sabían de antemano que no podían cursar un permiso de edificación para una torre de 13 pisos a localizarse en un sector protegido patrimonialmente, porque allí existe el Monumento Nacional Colegio de Enfermeras de Chile, igual le entregaron ese permiso trucho a una inmobiliaria.
El permiso mal otorgado fue denunciando apenas se iniciaron las faenas de la construcción en la Contraloría y en el Seremi de Vivienda y Urbanismo por vecinos que se sentían menoscabados en sus derechos cautelados por el instrumento normativo local y, en días recientes, conocimos el dictamen del ente fiscalizador, hecho que dimos a conocer a la prensa pero que, salvo 3 escasos medios, la noticia fue acallada en su totalidad. El comunicado de prensa censurado decía :
“La Fundación Defendamos la Ciudad informa que el dictamen 46139 del 24 de junio de 2014 convalidó las denuncias de los vecinos Erwin Stanke y Jorge Verdugo en contra de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Santiago por haber otorgado un permiso de edificación a la Inmobiliaria Monjitas S.A. para que construyera una torre de 13 pisos en la calle Monjitas 565, zona protegida patrimonialmente que permite una altura máxima de 3 pisos por existiren la misma manzana el Monumento Histórico Colegio de Enfermeras de Chile.”
En esa declaración manifesté que “El artículo 27º del propio Plan Regulador Comunal de Santiago establece que las nuevas edificaciones en ese sector deben supeditar el tratamiento de las fachadas, volumetría y altura al que tiene dicho Monumento Histórico de 3 pisos, lo que no aconteció y por ello la Contraloría inició un procedimiento disciplinario en contra de los funcionarios municipales quienes, conociendo el marco regulatorio, optaron por violarlo. Ahora la inmobiliaria deberá demoler los niveles que sobrepasen la altura de 9 metros y su nuevo edificio deberá tener un estilo neocolonial que es el que tiene el aludido Monumento Histórico”.
Erwin Stanke, vecino perjudicado expresó : “llama poderosamente la atención que la inmobiliaria infractora sea una de las tantas sociedades dueñas de la Universidad San Sebastián, ello, teniéndose a la vista que recientemente Daniel Jadue, alcalde de Recoleta, decretó la demolición de todos los pisos que exceden la altura legal permitida de una torre de 19 pisos de la misma universidad. ¿Estaremos ante una obscena práctica generalizada por parte de esos habilosos inversionistas?”
Jorge Verdugo, también vecino denunciante señaló : “la edificación ilegal lleva 5 pisos de los 13 consultados, de tal forma que se deberán demoler esos 2 pisos que exceden la norma fijada en el Plan Regulador Comunal de Santiago, lo que debería suceder en el transcurso de los próximos días en la medida de que el Director de Obras invalide el permiso mal otorgado por él, tal como está establecido en el artículo 53º de la Ley Nº 19.880, del Procedimiento Administrativo. No quisiéramos pensar que las autoridades de rango medio de la comuna de Santiago actúen con lenidad para favorecer a un actor privado que quiso pasarse de listo y así obtener beneficios económicos al margen de la ley. Confiamos en que Carolina Tohá sea tan proba como su colega Daniel Jadue”.
Con esta información queda en evidencia que el mal actuar municipal tenía como objetivo favorecer a un actor privado que también estaba en conocimiento de la limitación legal para construir en altura. Por último, no sabemos cómo procederá la alcaldesa Tohá ante este tremendo despropósito, pero sí está claro que, de todas maneras, para evitar nuevos bochornos, debería hacer una reingeniería total en esa díscola Dirección de Obras.