Defendamos la ciudad

El 15 de diciembre se publicó una carta de Juan Carlos Valle Lasserre, referida a la postergación, por un año, del avalúo fiscal de los inmuebles habitacionales, en la cual se objeta que los clubes deportivos y las congregaciones religiosas no pagan contribuciones de bienes raíces, más aún, si en diversas ocasiones, los edificios de esas instituciones son demolidos para dar paso a lucrativos negocios inmobiliarios. Comparto su crítica y voy más allá. En efecto, el ministro de Hacienda, cuando llevó el proyecto de ley al Congreso Nacional, aseguró a la opinión pública que esta iniciativa de gobierno buscaba favorecer a los jubilados y a la clase media, y muchos cándidos compatriotas le creyeron. En Chile, en números redondos, hay 4.500.000 inmuebles habitacionales y de ellos solamente 900.000 pagan contribuciones de bienes raíces. La ley concebida en Hacienda dice que el aplazamiento del reavalúo es sólo para los inmuebles habitacionales y los propietarios de éstos son indistintamente personas naturales y personas jurídicas, teniéndose en cuenta que si se aprueba así la ley, habrá una importante merma de ingresos para las 345 municipalidades que hay en el país. Si se quiere beneficiar a los jubilados y a la clase media, se debería modificar el proyecto de ley de tal forma que la postergación del reavalúo sea sólo para las personas naturales que vivan en su casa propia y en ningún caso para los rentistas y empresas.