04 Octubre 2011

Avidez por aumentar el patrimonio

Columna de opinión de Patricio Herman de Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en diario La Nación el 03 de octubre de 2011.

En nuestra última columna publicada en La Nación relatábamos lo que estaba aconteciendo con el terreno de 22 hectáreas del Club Hípico en Punta Arenas, tipificado como área verde en el instrumento local de planificación urbana. Los socios controladores de ese recinto hípico desean, por todos los medios, que el municipio de esa ciudad apruebe una modificación del uso de suelo para que ellos puedan hacer un pingüe negocio inmobiliario. Pero el alcalde y la mayoría de los concejales, hasta ahora, se han resistido a esa petición de privados influyentes y mejor contactados.Columna de opinión de Patricio Herman de Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en diario La Nación el 03 de octubre de 2011. En Santiago, los socios del Club de Golf Los Leones, localizado en la comuna de Las Condes, área verde de 61 hectáreas, también desean hacer algo parecido pero en forma más cautelosa. Se están conformando con enajenar 4 hectáreas para que una empresa hotelera norteamericana levante en ese terreno escindido 11 edificios llamados apart hotels, lo que no es aceptado por algunos socios de ese elegante club social y por las organizaciones ciudadanas pro sustentabilidad de esa comuna. En razón a que compartimos la oposición a esa pérdida de áreas verdes, en 2 oportunidades le hemos expresado por escrito a la Directora de Obras (S) de la Municipalidad de Las Condes que ese intento mercantil es inviable por las restricciones expresas que tienen esas tipologías en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) e implícitas en el propio Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) de esta colapsada región. En octubre del año pasado el funcionario que ejercía como Director de Obras titular en esa municipalidad, hoy seremi de Vivienda y Urbanismo en una ciudad del norte del país, muy suelto de cuerpo, autorizó un permiso de anteproyecto a nombre de esa ansiosa sociedad anónima, acto administrativo que, en nuestro opinión, carece de validez legal por las innumerables razones, de forma y fondo, que le hemos hecho saber a la funcionaria municipal competente. En el último tiempo, ante la posibilidad de este negocio inmobiliario, el precio de las acciones del club ha subido en niveles siderales y el jueves 29 de septiembre pasado, en asamblea de accionistas de ese club, se tomó la decisión por amplia mayoría de votos, de traspasarle por 99 años a la empresa hotelera la fracción aludida de su terreno. Independientemente del acuerdo adoptado por los accionistas del Club de Golf Los Leones, tenemos la tranquilidad necesaria debido a que existen los documentos ingresados a ese municipio, en donde le decíamos a la Directora de Obras que ese proyecto, así concebido, no está admitido en el marco regulatorio del “Sistema Metropolitano de Áreas Verdes y Recreación” del PRMS. Tampoco las edificaciones residenciales, como los apart hotels, están permitidas en las áreas verdes complementarias, acorde a la puntualización precisa señalada en la propia Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) y lo antes referido es conocido por todos aquellos que se desenvuelven en este ámbito de materias. En síntesis, le reconocemos el derecho que tiene esa sociedad deportiva para generarle mayor valor económico a su patrimonio, pero en un país serio como Chile, miembro de la distinguida OCDE, es necesario que todos los actores privados que participan en el mercado del suelo respeten los marcos regulatorios que las autoridades han establecido. Obtener plusvalías es muy bueno, pero la escrupulosidad también lo es. No quisiéramos creer que, a través de rebuscadas interpretaciones avaladas por quienes deben hacer cumplir el espíritu y la letra de los marcos legales, estemos ante un nuevo hecho consumado y este es un riesgo latente. Así las cosas y a pesar de la decisión tomada por los socios de ese club, entendiendo que la Seremi de Vivienda y Urbanismo, superiora jerárquica de la funcionaria municipal, hará primar la ley rechazando los edificios, instamos a la empresa hotelera en cuestión a que contrate un corredor de propiedades para que le busque en Las Condes un terreno apto para su emprendimiento comercial, es decir, que su uso de suelo contemple su propósito específico de inversión. Los socios del Club de Golf, quienes ya reciben ayuda del Estado, pues por ese amplio inmueble no pagan contribuciones de bienes raíces, deberían seguir disfrutando de los excelentes almuerzos que allí se sirven y, si se nos permite, quisiéramos que los jugadores de este antiguo deporte, desentendiéndose de las plusvalías, mantuvieran y acrecentaran sus preocupaciones por los hoyos en el green.



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