Columna de opinión de Waldo López M de Fundación Defendamos la Ciudad, 01 de octubre de 2010. Este próximo primer lunes de octubre, como todos los años, Naciones Unidas conmemora el Día Mundial del Hábitat. El año pasado, en esta particular ocasión global, Chile fue destacadamente estigmatizado al hacer conocido a nivel mundial que aquí no había una práctica aceptable de planificación urbana. Esto ocurría cuando aún no éramos miembros de la OCDE y cuando al igual que ahora mismo, un año después y con el cambio del Gobierno de la Concertación incluido de por medio, el nuevo Gobierno de la Alianza mantiene en el Parlamento una tercera versión en 10 años para modificar la Ley General de Urbanismo y Construcciones; y además, en carpeta, después de un muy reciente y bien fundado rechazo por parte del GORE Metropolitano, el insistir en una quinta ampliación del límite urbano de Santiago. Tal como por enésima lo ha propiciado el Sr. Intendente, hace uno días por la prensa. El cambio a la Ley, la primera ocasión, fue propuesto al finalizar el Gobierno del Sr. Frei; el segundo y el tercero, a mediados de los períodos del Sr. Lagos y de la Sra. Bachelet, debiendo subrayarse que esta última vez acumuló más de seiscientas indicaciones, al iniciar su discusión de Comisiones, en el Senado. Por su parte, el límite urbano, una norma urbanística que traza el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) de 1994, al igual que esta Ley, cuza a los tres últimos Gobiernos de la Concertación. Lleva cuatro vastas y discutibles ampliaciones aprobadas, la última, el 2008. Se quiere una quinta. Aparte de cualquier otra consideración, estas dos iniciativas legales, su inusitada frecuencia periódica, y las volubles razones que cada vez se han esgrimido para imponerlas a la ciudadanía, no hacen más que mermar la esencia de los principios de igualdad, justicia y social, y seguridad jurídica, que son propios del ordenamiento democrático. Es decir, derechos sociales inalienables. Baste recordar que la seguridad jurídica significa que las leyes deben ser formuladas con la mayor precisión y claridad posibles, y no cambiar continuamente, para que así los ciudadanos sepan siempre a que atenerse y puedan convivir en armonía e igualdad de oportunidades con sus semejantes. Por cierto, incluidos los inversionistas. Mantener vigente la idea que se va a cambiar la Ley, y que no obstante haber sido votado y rechazado, se insista en ampliar el límite urbano para agregar 10.000 hectáreas más a Santiago, que ya tiene casi 71.000, ciertamente que son hechos que le quitan seguridad jurídica a nuestra “urbanística” como país. Más todavía, si se considera que también está pendiente resolver si se sigue o no adelante con el proyecto residencial de Los Cerrillos, que de hecho, es otra importante ampliación de la disponibilidad de suelo urbano de Santiago. Tiene 242 hectáreas y en total, un cupo proyectado para 15.000 viviendas. Para muchos y con razones fundadas, otra muestra del estado de la planificación urbana a que aludía NU-Hábitat el año pasado, por estos mismos días. Adicionalmente, también está en el tapete las “zoduc” iniciales, las famosas “zonas de desarrollo urbano condicionado” y su actual personería por resolución, las que han dejado para más adelante incorporales la cuota estatuida de viviendas sociales, y que el Minvu inicialmente instaló para una superficie mínima de 300 hectáreas, que luego redujo a solo 200, y ahora y aquí, en esta ampliación recién rechazada, ha vuelto a rebajar a solamente 80. Por cierto, sin considerar inequidades, ni razones derivadas de su localización urbana perimetral, ni incidencias presupuestarias pública y privada, ni desacuerdos fundados de medios académicos, de organizaciones no-gubernamentales y de profesionales urbanistas, y además, para su mayor notoriedad, sin atenerse al recién recordado principio de la seguridad jurídica. Se desconoce si el Gobierno de la Alianza es un continuista de tales iniciativas, la modificación a la Ley, la ampliación del límite urbano y el proyecto de Los Cerrillos; pero sí se sabe, primero, que la ciudadanía no ha sido provista de canales para ser escuchada en estos temas; segundo, que existen intereses creados en pugna en el caso de la ampliación urbana perimetral, aparecida en la prensa; y tercero, que estamos a pocas horas que NU-Hábitat celebre un nuevo aniversario mundial, que de no mediar un gesto pronto y contundente que marque un real cambio de estilo para llevar el urbanismo, la planificación urbana del país, nos mantendrá con el mismo estigma del año pasado, o acaso peor: más duramente criticado, por tratarse de un gobierno plagado de excelencias profesionales, que aboga por transparencia a toda prueba, por voluntad de servicio público, y por soluciones efectivas, siempre. Es de esperar que este gesto aparezca.
01 Octubre 2010
Día Mundial del Hábitat Ad-portas
Columna de opinión de Waldo López M de Fundación Defendamos la Ciudad, 01 de octubre de 2010.
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Waldo López
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